Es una de las medidas recogidas en el Plan de Prevención, Protección y Vigilancia COVID-19 para el curso 2020/2021, que ha presentado el rector bajo la premisa de máxima eficiencia en la prestación de servicios y minimización de contagios. Las más de 2.000 asignaturas que se imparten en el campus combinarán metodologías presenciales con no presenciales, en un abanico de porcentajes que oscila entre el 25 y 75 por ciento, según las especificidades de cada una.
El rector, Carmelo Rodríguez, ha presentado este martes, 8 de septiembre, el Plan de Prevención, Protección y Vigilancia COVID-19 de la Universidad de Almería en el curso 2020-2021 tras su aprobación esta misma mañana en Consejo de Gobierno. El Plan contempla el inicio de curso, el 14 de septiembre, en formato multimodal.
“Esto significa que en general en cada materia –en el campus se imparten más de 2.000- se combinarán metodologías presenciales con no presenciales en un abanico de porcentajes que oscila entre el 25 y 75 por ciento, según las especificidades de cada una. La docencia presencial se va a desarrollar simultáneamente online siempre que el aforo del aula no permita que todos los alumnos de una asignatura puedan estar presentes. En ese caso, se van a establecer turnos rotatorios para que los alumnos asistan presencialmente cuando su le corresponda a su turno. Y el resto de alumnos de otros turnos recibirían la clase online
Carmelo Rodríguez ha comparecido ante los medios de comunicación para dar respuesta a todas las dudas suscitadas sobre el inicio del curso académico marcado por la pandemia del COVID-19. La Universidad de Almería está trabajando desde el inicio de la pandemia en la preparación del nuevo curso académico bajo las premisas de “máxima eficiencia en la prestación de nuestros servicios y minimización de contagios”, que ha culminado en el Plan presentado este martes.
El objetivo es que los estudiantes -este año se espera superar el número de matrícula del pasado curso- se vean lo menos afectados por la pandemia, por lo que se está haciendo “un esfuerzo ingente por parte de los responsables académicos y de servicios”.
Pese a que el curso comenzará en formato multimodal, en julio se aprobó una planificación académica por parte de todo el profesorado que contemplaba dos escenarios de docencia: un Plan A que combina docencia online y presencial y un Plan B donde toda la docencia es on-line. El objetivo es estar preparados con mecanismos ágiles para pasar de un plan a otro ante lo que pueda surgir según evolucione la pandemia.
Para ello se ha hecho una importante inversión en medios tecnológicos para dotar a todas las aulas y laboratorios de cámaras, tablet y medios telemáticos que hagan posible la impartición de la docencia por esta doble vía. Además de las herramientas que ya disponían, como el Aula Virtual que permite la interacción a distancia entre el profesorado y el alumnado de muy diversas maneras. Además, se han reforzado y mejorado los sistemas de comunicación, los servidores de internet y los servicios de administración electrónica, y se ha aumentado el número de ordenadores portátiles para préstamo y otros recursos técnicos. “Puedo afirmar con toda tranquilidad que ningún estudiante de la UAL dejará de aprender y ningún trabajador, sea PDI o PAS, dejará de poder ejercer su trabajo por falta de recursos”, ha indicado el rector.
En cuanto al aforo de las aulas que se ha visto reducido para salvaguardar la distancia de seguridad, estará en torno a un tercio o un 50 por ciento de su capacidad. Con el fin de proporcionar las mismas oportunidades de asistencia presencial se van a establecer turnos de asistencia rotativos, por orden alfabético, en los casos en que el número potencial de asistentes a un aula sea superior al permitido.
En el caso de que haya un caso positivo por COVID-19 en un aula se llevará a cabo el aislamiento de la clase hasta realizar test a todos los afectados.
Sobre las prácticas en empresas y entidades, el rector ha anunciado que comenzarán con toda normalidad y se aplicarán los protocolos que tengan cada una de ellas, además de un seguimiento particular que hará la UAL en aquella entidad donde se pudiera originar un brote de COVID-19.
El rector también ha hablado del refuerzo en la preparación del profesorado para impartir docencia en formato on-line, y de las ayudas extraordinarias puestas en marcha para paliar los efectos de la pandemia en los estudiantes como la ayuda de 400 euros puesta en marcha de manera conjunta con el Consejo Social y el Consejo de Estudiantes a la que se han presentado 459 solicitudes y está pendiente de resolución.
También han establecido un protocolo para ayudas emergentes que pudieran surgir a los estudiantes donde un grupo de trabajadores sociales evaluarán la situación de cada solicitante. Además de ayudas propias de la UAL de transporte, alojamiento y manutención, en función de situaciones socioeconómicas desfavorables. “También se va a lanzar una nueva convocatoria de préstamos de portátiles y, si hiciera falta, también de tarjetas SIM para que nuestros estudiantes no tengan ningún impedimento técnico para seguir la docencia”, ha anunciado Carmelo Rodríguez.
En cuanto al Plan de Prevención, Protección y Vigilancia COVID-19 se ha elaborado en base a la guía de referencia de la Consejería de Salud. Este documento contempla recomendaciones y medidas a desarrollar, fundamentalmente en el ámbito de la actividad académica presencial, pero también en lo referente a la prestación de otros servicios universitarios. Todo ellos en cuatro bloques básicos de medidas: de prevención personal –cumplimiento de cada persona de las medidas generales de prevención como uso de mascarilla o desinfección de manos-; otro bloque de medidas sobre limitación de contactos-encaminado a eliminar la transmisión del virus- y que hace referencia a cuestiones como el aforo o traslados por el campus; un tercer bloque de medidas de desinfección y limpieza –con su correspondiente aumento de la actividad por parte de los servicios de limpieza-; y un cuarto bloque de detección temprana de casos que contempla el aislamiento y contención de la trasmisión mediante el rastreo de contactos estrechos. En este sentido el rector ha insistido en la necesidad de que toda la comunidad universitaria tenga descargada y activada la app del Ministerio de Sanidad ‘Radar COVID’.
El documento consta de 24 páginas en las que además de estos bloques aparecen medidas específicas de la propia actividad docente, medidas de exámenes, de TFEs, tutorías, o relacionadas con el tema de salud en el trabajo para personas de grupos vulnerables, así como procedimientos para realizar el rastreo, etc.
Sobre el coste que le ha supuesto a la UAL la pandemia, el rector ha indicado que ronda el medio millón de euros pero que es una cifra que va en aumento. Sobre la contratación de más profesorado, Carmelo Rodríguez ha indicado que no ha habido ninguna partida presupuestaria de la Junta de Andalucía para ello.
El rector también se ha referido a los estudiantes Erasmus. No prevé que se vea mermada la llegada de estos estudiantes al campus y ha indicado que las medidas de seguridad serán las propias de la Universidad y las marcadas por el Ministerio de Sanidad y los protocolos internacionales que existan con el país de origen del alumnado.
Por último, el rector se ha referido a los servicios de cafetería y comedor, asegurando que siempre que respeten las medidas de seguridad y salud establecidas por las autoridades sanitarias permitirán que sigan prestando servicio, y al transporte público y sus posibles aglomeraciones. Sobre este último asunto ha asegurado que mantendrán una reunión la próxima semana con el Ayuntamiento, pero que desde la UAL ya están barajando la posibilidad de que las clases de primera hora empiecen unas a las 9 y otras a las 9.15 de la mañana con el fin de evitar las aglomeraciones en los autobuses.