Inaugurado este miércoles 07 de julio, el curso ‘Biodiversidad Urbana y ciencia ciudadana’ se extenderá hasta el viernes con una docena de ponencias repartidas entre el Auditorio de la localidad y el Jardín Botánico ‘La Almunya del Sur’, mientras que en Almería finaliza ‘Los cambios de valores en las sociedades del siglo XXI’, dedicando su último día a igualdad, tolerancia e identidades y diversidad sexual de género.
Con la participación de la vicerrectora de Comunicación y Extensión Universitaria y del alcalde de El Ejido se ha llevado a cabo la apertura oficial no solo de un curso de verano, sino de una nueva sede para esta propuesta formativa de la Universidad de Almería en la época estival. Dirigido por Manuel Sánchez y Esther Giménez, esta última también ha intervenido en el acto de inauguración de ‘Biodiversidad urbana y ciencia ciudadana’, realizado en el extraordinario marco del Teatro Auditorio de la localidad del Poniente Almeriense. María del Mar Ruiz precisamente ha puesto en valor la incorporación de cuatro sedes en estos XXII Cursos de Verano de la UAL, entre ellas El Ejido: “Hago un reconocimiento público al Ayuntamiento y a su alcalde por su total predisposición y colaboración para que estemos en este espacio realizando este curso; para nosotros es fundamental poder contar con la implicación de entidades públicas y privadas, porque con su colaboración podemos proyectar nuestra universidad más allá de la capital y sacar los cursos a la provincia, que es uno de nuestros objetivos”.
Ya centrándose en la propuesta concreta que albergará estos días el municipio ejidense, la vicerrectora ha manifestado que “es un curso que ha despertado gran interés, agotando todas las plazas”. Esto lo ha tomado como una, muestra de que “estamos siendo testigos de cómo en este mundo globalizado, y en el que los avances permiten un incremento de la calidad de vida de los seres humanos, se está produciendo de modo paradójico la destrucción de espacios naturales, el calentamiento del planeta o pandemias, como la que estamos viviendo”.
Por su parte, Francisco Góngora, alcalde de El Ejido, ha coincidido con esa apreciación y María del Mar Ruiz, agradeciendo el que la UAL haya contado con su municipio para llevar a cabo este curso que. Ha remarcado “la intención municipal de seguir colaborando con esta importante institución, que ha supuesto desde su creación una transferencia de conocimiento continua para el beneficio de nuestra provincia”. Con respecto al seminario concreto, ha incidido en que, tal y como es evidente, “las ciudades han evolucionado significativamente a lo largo de los siglos; es más, estamos en un momento de transformación muy importante para el devenir de las mismas y que requiere de la incorporación de nuevas disciplinas para ir aportando una mayor calidad de vida y hacer de ellas espacios más sostenibles y eficientes”, textualmente.
En cuanto a Esther Giménez, ponente el día anterior en el seminario dedicado a divulgación y comunicación científica, ha devuelto los agradecimientos y ha recordado la trayectoria acumulada del CECOUAL, del que es directora, en la realización de sucesivos cursos de verano: “Es imprescindible llevar ese pedacito de la universidad a las distintas ciudades de la provincia, y más portando esta la temática de las infraestructuras verdes urbanas, de la biodiversidad en las ciudades”. La directora del curso ha puesto de manifiesto que “en este momento tan importante de crisis climática, de crisis global, es una llamada de atención que trabajemos por tener unas ciudades que no estén alejadas de la naturaleza, sino completamente integradas”. Ello debe ser así porque nuestra especie forma parte de la naturaleza, los humanos no estamos fuera de la naturaleza, estamos dentro, y eso parece que lo hemos olvidado desde hace muchos años; las ciudades no son un ente independiente, y lo que hagamos en ellas repercute en el exterior”, ha añadido. Ha elogiado a ‘La Almunya del Sur’ como “un punto de encuentro, de conocimiento y de divulgación excepcional”.
Como primer ponente, y con una conferencia que ha tenido por título el mismo que el del curso, José Luis Molina, investigador del Centro de Colecciones Científicas de la UAL ha explicado que “hay especies más predispuestas o ‘preadaptadas’ a vivir en zonas urbanas”. El proceso tendrá que ver con varios elementos, como “la contaminación o nuevas fuentes de alimentos, que pueden ser los basureros”, exponiendo el caso concreto de las cigüeñas, hasta el extremo de cambiar “la ecología de la especie y que no haga migraciones, porque tiene recursos durante todo el año y el clima es más o menos benigno”.
Molina se ha referido también a “las relaciones ‘interespecíficas’, hay nuevos personajes dentro de su ecosistema, y hay que convivir con ellas”. De todo lo que hay que superar por parte de una especie que entra a vivir en la ciudad, “quizá la principal sea el miedo, al ser humano, al ruido o a todo en general”, algo que no se puede achacar si es en mayor o menor medida a una especie, sino a cada individuo en particular”.
Mientras tanto, ha llegado a término en la sede de Almería, en concreto en el Hotel Elba, el curso ‘Los cambios de valores en las sociedades del siglo XXI’, finalizado precisamente con una ponencia a cargo de su propia directora, Pilar Rodríguez, con el título de ‘Igualdad y tolerancia en las democracias del siglo XXI’. Antes, la apertura de jornada ha correspondido al periodista Javier Pajarón, analizando ‘Retos de seguridad: el caso de Almería’. Entre ambos, el turno ha sido para una llamada a la reflexión que ha realizado la profesora de Sociología de la Universidad de Jaén, Pilar Ríos, a colación de ‘Identidades y diversidad sexual y de género’: “Hay que cuestionar no la normalización de la vida sexual, que es absolutamente necesario, sino que hemos pasado de un mundo en el que todo está establecido a un mundo en el que hay una absoluta libertad para mostrarse como se quiera, pero mostrarse no es ser, como tú te presentas al mundo no es lo mismo que como tú eres por dentro; muchas veces se hace demasiado hincapié en el exterior y demasiado poco a lo que realmente importa”.
Esta especialista, con gran número de publicaciones científicas y trabajos de investigación sobre violencia de género y diversidad sexual, ha cuestionado “esta transición de la lucha por las luchas sociales de ciudadanía a las individualidades más absolutas”, y ha subrayado el comentario al margen de que “eso nos quita poder”, textualmente. A su juicio, nos estamos balcanizando mucho, demasiado, por ese énfasis en las individualidades, en las identidades individuales, y eso nos termina quitando poder, ya que así estamos creando un mundo globalizado lleno de fronteras y límites, y al final es algo completamente contraproducente para los propios ‘colectivos minorizados’, no para la sociedad hegemónica, que va a seguir teniendo el poder”.
Un ejemplo claro de esto es “la lucha ahora entre el feminismo y los defensores del colectivo trans, que más bien es el colectivo gay, que está siendo brutal, pero no debería ser así, porque tienen intereses comunes, no todos, pero la mayoría sí, y todo pasa por ‘deconstruir’ la sociedad patriarcal, porque no va a normalizarse la diversidad sexual, no va a producirse en ningún momento si no desaparece la sociedad patriarcal, y ese enfrentamiento solo beneficia a los que están en contra de la igualdad; divide y vencerás”.
Su ponencia, por tanto, ha puesto sobre la mesa “una reflexión sobre si no convendría un equilibrio, que no supone volver atrás, lo que no es ni necesario ni conveniente, porque nos hemos pasado de un extremo a otro”. Ha destacado la idoneidad de realizar este curso: “Son temas fundamentales que además van dirigidos a gente joven, que es la que se va a tener que enfrentar a ese mundo; entonces, es necesario que este tipo de cosas se hagan para que ellos vayan viendo cuáles son las perspectivas y las circunstancias en las que se van a tener que desenvolver en un futuro”. No solo le interesa ese sector de la población: “Está habiendo cambios realmente sorprendentes que nadie podría haber imaginado, y por supuesto que es una reflexión sobre qué es lo que le podemos aportar al mundo ahora mismo y por dónde tenemos que tirar; la situación es bastante compleja y la gente mayor tenemos menor capacidad de adaptación, porque venimos de un mundo mucho más estable, así que es necesario volverse más flexible para poder adaptarse sin tener demasiados inconvenientes ni en tu vida personal ni en los ambientes colectivos”.