Empresa, academia y administraciones se reúnen en una propuesta formativa presencial que pone el foco en la semilla, organizada de modo conjunto por la Universidad de Almería y el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas. Por otro lado se pone punto y final al seminario ‘Cambio global y pandemias’’, íntegro en formato on-line, completando las perspectivas.
Con el tope de matrículas ofertadas cubierto, inaugurando su segunda edición para darle continuidad a una cuestión de gran calado para la economía y en la que se es referente, ‘Almería, una realidad trepidante para la mejora genética de hortícolas’ regresa tras un año de paréntesis. Se prefirió finalmente no hacer este curso el verano pasado en el obligado formato on-line, para no sacrificar uno de sus pilares como es el de las visitas prácticas, y es de nuevo una realidad en este 2021, cuando ya se ha recuperado la condición de presencial. Con la presencia de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Almería, la UAL y el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas han realizado un acto de apertura en el que se ha dejado patente el potencial agrario de la provincia, pero a la vez es necesario cerrar el foco hacia las semillas, hacia su carga y mejora genética según las exigencias actuales en los contextos nacional e internacional.
Amalia Magán, directora de los Cursos de Verano de la Universidad de Almería, ha situado el marco general del programa y acto seguido ha entrado de lleno en esta propuesta sobre “una temática en la que Almería es modelo a seguir en todo el mundo, y que requiere de una actualización continua por parte de los profesionales de este sector”. Ha abundado al respecto enumerando “los retos del panorama agrícola, el cambio climático y las exigencias del mercado” como elementos que “requieren de una continua labor de investigación genética que contribuya a mejorar las cualidades de las semillas, base de cualquier cultivo vegetal”. Magán ha situado a Almería en ese epicentro, y más en concreto a la UAL a través de sus grupos de investigación especializados, como el de ‘Genética y Fisiología del Desarrollo Vegetal’, o centros, como el CIAIMBITAL, citando también al IFAPA y dando las gracias al Colegio, “aglutinador de los profesionales que han contribuido a hacer de Almería un referente en mejora genética y un objeto de estudio”. Los avances que el curso está exponiendo “están y seguirán transformando el panorama agrícola”.
Aránzazu Martín, delegada territorial de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Junta de Andalucía, ha insistido en la realidad de que “Almería es un referente nacional e internacional en la agricultura, eso lo sabemos”, matizando que “nos caracterizamos por ser sector productivo de una gran calidad, pero también sostenible y respetuoso con el medioambiente, innovador y socialmente muy dinámico, y con un gran potencial económico para la inversión y la I+D”, textualmente. La delegada ha puesto sobre la mesa datos que así lo avalan, “cultivadas cerca de 32.150 hectáreas de frutas y hortalizas en invernadero y 11.200 hectáreas al aire libre, producidos más de cuatro millones de toneladas por valor de más de 3.300 millones de euros en esta campaña”. Normal con esas cifras, la provincia es “la superficie de producción en España con un mayor número de casas comerciales de semillas, algo importante en este curso, que se instalan, invierten en innovación y desarrollo de variedades comerciales cada vez mayor calidad y productividad y que se adaptan a las características de nuestra agricultura intensiva”, ha sostenido.
En esa línea, ha reconocido que las referidas casas de semillas “son la base tecnológica de la producción de cualquier agricultor” y ha facilitado más datos sobre semilleros, “el siguiente eslabón”. Son 44 en total, con 64 instalaciones en una superficie de 130 hectáreas en las que se han producido 1.448 millones de plántulas de diferentes cultivos. En la misma sintonía de agradecimiento se ha situado Juan José Segura, el concejal de Deportes, Agricultura y Pesca del Ayuntamiento de Almería, a quien ha recordado que “durante los momentos más críticos este sector ha estado presente, los agricultores a pie de campo recolectando y trasladando para que no faltara el producto fresco en ninguna casa, bien en España o en el mercado internacional”.
Respecto al curso como tal, “hay una necesidad de analizar y coordinar los esfuerzos para ser capaces de dar respuesta a los problemas y los retos que tiene nuestra agricultura”, siendo una buena muestra del “prestigio internacional de nuestra universidad, como lo es el alto número de visitas de personas de todo el mundo llamadas por su rigor académico, porque “hablar de Almería es hablar de agricultura, y estos eventos y llamadas a la reflexión compartida son importantísimos”.
El primer ponente ha sido José Vicente Simón, vicepresidente del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería, al que también se le ha escuchado en la inauguración para subrayar el interés del curso: “La importancia que tiene la producción agrícola es evidente; vemos todos los días, no solo los que estamos en el sector sino el resto de la sociedad, la riqueza que genera, pero de qué depende; de muchos factores, pero el básico es una semilla adecuada, porque por muy buena tierra que se tenga, por muy buen agua que use, por muy buen agricultor que se sea, por muy sofisticado que sea el invernadero, por muy bien asesorado que esté por un profesional de la ingeniería, si esa semilla es mala, al final la producción no es la adecuada, y eso no solo genera la tensión propia, sino que puede llevar a la ruina”. La preocupación por este asunto no es nueva, pero ha cambiado: “Ahora se le pide más a la semilla, nos centramos en su carga genética, no solo por la producción sino por otros factores que están tensionando el mundo agrícola; por eso el título del curso”. De hecho, Juan Capel, codirector del curso junto a Francisco Portero, y profesor de Biología y Geología de la UAL, ha recordado que “nace de una necesidad del Colegio”. Además, ha situado en vanguardia a los investigadores de la Universidad de Almería y valorado su trayectoria de más de 30 años de trabajo en la materia”.
A su vez, ha concluido este miércoles el curso on-line ‘Cambio Global y pandemias’, con una tercera y última jornada que ha dado la perspectiva de Silvio Óscar Funtowicz, investigador invitado en la Universidad de Bergen (Noruega), e impulsor en 1993, junto a Jerome Ravetz, del concepto ‘Ciencia Posnormal’. De ello ha versado su conferencia, en vinculación al coronavirus y todas las actuaciones que se están llevando a cabo: “La COVID-19 ha dejado expuestas amplias brechas de conocimiento, incertidumbre, conflictos de valores, intereses y visiones contrastantes no solo acerca de la enfermedad, sino también acerca de la sociedad”. Ha añadido que “el contexto mundial pandémico ha actualizado el interés sobre la ciencia posnormal, una perspectiva que desde hace ya más de 30 años propone nuevos modelos acerca de la ciencia que se aplica como base de legitimación para la formulación de políticas frente a problemas complejos”. Según ha expuesto, “la pandemia de COVID-19 ha puesto en tela de juicio el papel de la ciencia en problemas complejos y ha subrayado la relevancia de las ideas y conceptos de la ciencia posnormal”.