Jorge Iglesias, codirector del curso, ha expresado que las impresiones de los asistentes han sido inmejorables sobre todo tras haber podido disfrutar de la experiencia de usar un telescopio profesional del observatorio de Calar Alto.
La astronomía ciudadana ha sido una de las temáticas protagonistas de la última jornada del Curso de Verano ‘Tú también puedes ser astrónom@’ que ha llegado a su fin contando con la satisfacción de todos los participantes que durante tres días han estado aprendiendo tanto teoría como práctica a caballo entre el campus de la UAL y el observatorio de Calar Alto.
«Las impresiones de las personas asistentes al curso son inmejorables, como lo prueba el hecho de que a la hora prevista de finalización de las observaciones nocturnas, nadie quería coger el autobús de vuelta a Almería. Yo creo ha sido una gran experiencia desde el punto de vista de aprendizaje y disfrute del cielo nocturno y de la naturaleza en un marco incomparable como es el observatorio de Calar Alto», ha explicado Jorge Iglesias, codirector del curso.
Los participantes han tenido la oportunidad de asistir a charlas y clases que han ido desde la introducción teórica a la preparación y realización de observaciones astronómicas. Además de talleres prácticos «como uno sobre el uso de un software libre (Stellarium) que permite poner en práctica lo aprendido anteriormente sobre preparación de observaciones astronómicas. Y otro taller práctico sobre realización de observaciones con telescopios aficionado y profesional, además de una visita al telescopio más grande de Europa continental», ha señalado el codirector.
Jorge Iglesias, que además de codirector del curso es científico titular del Instituto de Astrofísica de Andalucía, ha sido el encargado de impartir en este último día un taller sobre astronomía ciudadana. «La ciencia ciudadana es la investigación científica que cuenta con la implicación del público no especializado. Nace como una necesidad por parte de la comunidad científica profesional de acometer proyectos que requieren recursos fuera del alcance del personal especializado, pero que pueden ser llevados a cabo por buena parte de la ciudadanía desde una base puramente vocacional, tales como la recopilación y el análisis sistemático de datos, el desarrollo de la tecnología o las pruebas de fenómenos naturales».
El objetivo de este taller ha sido presentar la ciencia ciudadana a los participantes del curso, así como iniciarles en esta práctica mediante ejemplos prácticos que permiten la participación en proyectos reales actualmente en curso.
Con la ciencia ciudadana el gran público se convierte en actor activo en el panorama científico, tradicionalmente reservado a profesionales con experiencia. «La Astronomía también ha abierto sus puertas a la ciencia ciudadana y existe una gran variedad de proyectos que se benefician de la participación del gran público, como la detección de fenómenos y clasificación de objetos en imágenes astronómicas, o el seguimiento de la calidad del cielo».
Hay varios tipos de proyectos de astronomía ciudadana. En algunos, la persona participante tiene que tomar o recoger sus datos y luego los envía a las personas responsables del proyecto para que luego los analicen. Pero en otros, «que son los que hemos trabajado en nuestro taller, los datos los han tomado los astrónomos profesionales y, como no tienen recursos suficientes para poder analizarlos en un tiempo razonable, los ponen en aplicaciones a las que pueden acceder las personas interesadas para realizar el análisis requerido por el proyecto. Ese análisis no requiere conocimientos especiales de astronomía, y por eso cualquier persona interesada puede participar», ha puntualizado Iglesias.