Intensa segunda jornada de un seminario específico dedicado a la actualización efectiva de conocimientos mediante la exposición de las últimas tendencias surgidas desde grupos e investigadores: “Este tipo de curso es muy necesario para comunicar los nuevos avances en el desarrollo de las metodologías y dar la oportunidad a los especialistas de debatir”.
Fiel a su nombre, ‘La actualidad del entrenamiento de fuerza para el rendimiento deportivo’, sigue adelante el programa, cumpliendo expectativas, de este curso de verano dirigido por Manuel Rodríguez y Alejandro Benavides, con sede en el Castillo de Santa Ana de Roquetas de Mar. Lo nuevo, lo actual, lo que empieza a marcar tendencia sobre una base científica, es motivo de análisis entre especialistas, bien actuando como ponentes o bien como alumnos. La segunda jornada ha continuado con la revisión de novedades ya iniciada el primer día, esta vez poniendo sobre la mesa factores como la velocidad de ejecución, la intensidad relativa y el grado de fatiga, el estímulo o el control de variables.
El primero en intervenir ha sido Juan José González Badillo, catedrático de Teoría y Práctica del Entrenamiento Deportivo en la Universidad Pablo de Olavide, quien ha ofrecido la charla ‘El uso de la velocidad de ejecución: hacía un nuevo paradigma en el entrenamiento de fuerza’. La ha dividido en tres bloques fundamentales, tal y como él mismo ha explicado. La ha iniciado con una “introducción sobre el concepto y el significado del control de la velocidad de ejecución en el entrenamiento de fuerza, poniendo de manifiesto las deficiencias actuales en relación con esta nueva herramienta para el control de la dosificación del entrenamiento y la evaluación de su efecto”.
A partir de ahí, y en segundo lugar, ha explicado el concepto de paradigma, y lo ha hecho proponiendo cuáles son las ‘anomalías’ fundamentales que justifican la necesidad de implantar uno nuevo que explique con mayor eficacia lo que es el entrenamiento de fuerza en el marco de la ‘ciencia’ del entrenamiento”. El último bloque lo ha dedicado a desarrollar “el significado de cada una de las referidas ‘anomalías’ actuales y las alternativas a las mismas que justifican el nuevo paradigma”. Juan José González ha demostrado que “este nuevo paradigma permite conocer con alta precisión cuál ha sido el grado de estímulo que ha provocado un determinado efecto, tanto si este es positivo como si es negativo, algo que nunca se había conocido hasta la fecha, ya que se había partido de datos erróneos para conocer la dosificación de la carga y para evaluar sus efectos”.
Todo sustentado por los argumentos, las claves del paradigma están en la confirmación de cuatro cuestiones: “Cada porcentaje de una repetición máxima de un ejercicio tiene su propia velocidad, la pérdida de velocidad en la serie determina el grado de fatiga o de esfuerzo que representa una sesión de entrenamiento, si varias personas pierden la misma velocidad en la serie, todos habrán alcanzado el mismo grado de fatiga, aunque cada una de ellas haya realizado un número diferente de repeticiones, y el efecto del entrenamiento se valora por el cambio de velocidad ante la misma carga absoluta”. Ha manifestado que esta aportación es para toda la sociedad, no solo para deportistas profesionales.
En ese sentido, González Badillo ha detallado que “la utilización del nuevo paradigma permite conocer la condición física de la persona sin necesidad de aplicarle ningún test agresivo, como puede ser la medición de una repetición máxima de un ejercicio o realizar el máximo número posible de repeticiones ante una carga determinada”. Esto significa precisamente “que no solo es aplicable a deportistas de competición, sino también a personas jóvenes y a adultos que quieran mejora su condición física sin someterse a esfuerzos que pudieran ser perjudiciales por su alta exigencia física”.
Por último, se ha mostrado satisfecho de su participación en el seminario: “Entiendo que este tipo de curso es muy necesario para comunicar los nuevos avances en el desarrollo de la metodología del entrenamiento y dar la oportunidad a los especialistas de debatir e intercambiar ideas acerca de la problemática del entrenamiento y su aplicación”. En este sentido, ha considerado que “el contenido del curso es pertinente en función de los objetivos que se pretenden”, así como que “la elección de los ponentes es adecuada para dar una panorámica de distintos aspectos del entrenamiento de fuerza aplicado al rendimiento deportivo y a la mejora de la condición física de cualquier ciudadano”.
La jornada ha continuado con otros dos representantes de la Universidad Pablo de Olavide antes y después de la pausa para la comida, ambos profesores de Ciencias del Deporte. David Rodríguez ha expuesto la ‘Determinación de la intensidad relativa y el grado de fatiga durante el sprint con arrastres’, y Fernando Pareja ha analizado el ‘Efecto de la manipulación de las diferentes variables que configuran el estímulo durante el entrenamiento de fuerza’. La última sesión de este jueves la ha ocupado la empresa almeriense WIMU, puntera en su actividad en ámbito mundial, en concreto a través de Carlos Martínez, sport scientist, explicando el ‘Control de variables del jugador de fútbol en entrenamiento y competición’, realizado a través de la tecnología de esta firma.