Sigue adelante con un repaso de los recursos sociales y sanitarios y con una doble sesión teórica y práctica en la que el alumnado “se mete en la piel de la persona dependiente”, bajo la Marca Nacional de Garantía ‘+ Humanización’.
Segundo día de trabajo en la Residencia para personas gravemente afectadas de la FAAM, sede principal del curso de verano de la Universidad de Almería, ‘Innovación en la atención socio sanitaria a personas con dependencia y discapacidad’, y entrada de la ‘empatía’ como herramienta. Lo ha hecho a través de una doble sesión, una por la mañana y otra por la tarde, primero una ponencia y después un taller. Ambas han sido protagonizadas por Sassan Formación, haciendo equipo María Salmerón, su gerente, además de enfermera experta en Atención Centrada en la Persona, y Manuel Esteban, responsable del equipo psicopedagógico de esta firma. La charla ha tenido por título ‘La empatía: un pilar fundamental para la humanización de los cuidados’. Respecto a la parte práctica, se ha titulado ‘Taller de empatía a través del traje NHuman’.
Manuel Esteban ha sido rotundo: “Nosotros entendemos que no se puede cuidar a quien no se conoce, y por eso trabajamos bajo el paraguas de la Marca Nacional de Garantía ‘+ Humanización’, así que lo que hacemos es, en la medida de lo posible, certificar ese trato humano a través de una serie de ítems como historias de vida, profesionales de referencia o plan de atención y vida, que lo que nos hace es humanizarnos”. Ha desvelado que en Sassan utilizan “la expresión ‘necesitamos humanos más humanos’, y es verdad, porque el concepto de residencia cada vez está cambiando más a esa tendencia hacia una casa, el que tú te sientas como un hogar, y una persona, para sentirse como en su hogar, se tiene que sentir donde conozcamos todo de ella, donde podamos realmente darle respuesta a sus necesidades, atender sus prioridades, sus pasiones, sus gustos…, y todo eso es lo que hace que nuestro trabajo como profesional de la atención sociosanitaria tenga sentido”.
Sin olvidar que el cuidado tiene un componente muy vocacional, Esteban ha recordado que “este es un trabajo muy duro tanto física como emocionalmente, pero a la vez es muy bonito, es un trabajo donde se recoge muchísimo desde el punto de vista emocional, y sí está la vocación, pero ahora mismo las tendencias europeas nos llevan a una corriente muy humana”. Ha insistido mucho en que “las residencias de mayores sean lugares donde la persona se encuentre bien, porque los índices de población hacen que estén en un crecimiento constante”. De hecho, ha aportado el dato de que “en el año 2050, cuatro de cada diez personas mayores de 65 años van a ser usuarios de una residencia”, por lo que “esto que estamos ahora mismo construyendo es presente y será el futuro de las generaciones venideras, donde estaremos todos nosotros, y ahí es donde entenderemos el concepto casa, donde la empatía, donde ponernos en el lugar de la persona que vive aquí, es fundamental para entender nuestra profesión”.
Más allá de las explicaciones, compartidas entre Manuel Esteban y María Salmerón, ésta última ha detallado que se ha procurado hacer sentir de verdad al alumnado en la piel de la persona a la que cuida. Así, ha explicado que hacen “un taller de simulación del envejecimiento y la discapacidad”, usando “un traje que obtuvimos de una universidad alemana”, buscando que todos empaticen con aquellas personas que están cuidando día a día, que se sientan como ellos se sienten, que sientan el Parkinson, que sientan la discapacidad auditiva, la discapacidad visual… consideramos que es la única forma de ponerse en la piel de las personas que día a día tratan”. Se ha hecho con “el objetivo de la empatía y la humanización de los cuidados, ya que pueden sentir sus enfermedades, sus discapacidades, sus limitaciones, y conseguir dar un trato más humano”.
Ha añadido que intentan mantenerlos en este simulador “el mayor tiempo posible, que hagan actividades de la vida diaria para que así realmente empaticen”, así que “esto no es me pongo unas gafas y sé cómo ve una persona con un glaucoma, no, voy a ver cómo vive una persona con un glaucoma, voy a subir escaleras, voy a intentar comer, voy a intentar comer con unos guantes de Parkinson, con ese temblor”. Su exposición ha encajado perfectamente en el diseño de un curso que ha elogiado: “Estoy súper satisfecha de que se organicen este tipo de formaciones, porque tenemos que poner en valor el sector sociosanitario”. Sobre ello ha relatado que “somos un sector poco escuchado, poco valorado, y un sector que se tiene que dar la mano con salud”, textualmente: “Tenemos que trabajar de la mano, tenemos que trabajar juntos, porque el usuario es el mismo, la persona es la misma, la que a veces tiene una estancia hospitalaria es la misma que luego viene a la residencia, tenemos que estar en continua comunicación, tenemos que compartir todo lo que tenemos sobre esa persona, sean historias de vida, sean planes de atención y vida, y siempre intentando humanizar y mejorar nuestros cuidados”.
María Salmerón es fundadora de la referida Marca de Garantía ‘+ Humanización’, que acredita centros sanitarios y sociosanitarios en certificación de la excelencia en los cuidados, mediante la Atención centrada en la Persona, la eliminación de sujeciones y la Promoción de la Autonomía Personal a través del Método Montessori. Actualmente, su red de abarca a más de cien centros por todo el territorio nacional. Con ella ha concluido la penúltima jornada de este curso dirigido por María Dolores Ruiz, quien es profesora del Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina de la Universidad de Almería, y por Isabel Valdés, directora gerente de la Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad. Antes de ella y de Manuel Esteban ha sido el turno de la directora del Centro de Día Especializado en Alzheimer ‘Antonio Saiz y López’, de la FAAM, Mercedes Rueda, analizando ‘Recursos sociales y sanitarios de atención a la dependencia y discapacidad’. Este viernes se visitará la Facultad de Ciencias de la Salud.