La Asociación de Estudiantes e Investigadores del Mediterráneo Sur de Almería – AEIMSA desarrolla un emotivo acto con la realización de una semblanza del doctor en Química Analítica por la Universidad de Almería a cargo de varias de sus personas allegadas, haciendo un simbólico encendido de velas “con el deseo de que Gaza vuelva a iluminarse”.
Una nutrida representación de la comunidad universitaria de la UAL en todos sus segmentos, entre alumnado, PAS y PDI, se ha dado cita en el hall del CITE I, el Edificio de Químicas cuyos pasillos y laboratorios recorrió tantas veces Ahmad Al-Mughari durante su formación como doctor y su desarrollo como investigador durante un periodo de cinco años. Cambiando el emplazamiento del exterior al interior, retando al vendaval que ha azotado a toda la provincia de Almería y que de modo intenso se ha hecho notar en el campus, por estar situado junto al mar, la Asociación de Estudiantes e Investigadores del Mediterráneo Sur de Almería – AEIMSA, convocante de este homenaje, ha obtenido una buena respuesta y ha desarrollado un acto cargado de emotividad.
Lo ha conducido la profesora Eman Mhanna, que ha contado con la también profesora Margarita Asensio y otras colaboradoras en la preparación de un evento sencillo a la par que contundente en la condena de muertes de víctimas inocentes, especialmente niños y niñas, desde un discurso de entereza y serenidad. Así, el homenaje en memoria del doctor en Química Analítica por la UAL, Ahmad Al-Mughari, fallecido el pasado día 17 de octubre junto a su esposa, sus tres hijos y algunos de sus hermanos y sobrinos durante un bombardeo en Gaza, ha pretendido ir más allá y sido un homenaje también al resto del alumnado gazatí de la Universidad de Almería en los últimos años, “compañeros y compañeras que, en algún momento, formaron parte de nuestra universidad y con los que no conseguimos contactar, sin ninguna certeza de su situación”.
Entre quienes se han participado en el acto ha estado el rector en funciones, un Carmelo Rodríguez que días atrás, cuando se conoció la noticia del fallecimiento de Al-Mughari, emitió ya un comunicado de condena y repulsa. Sobre el evento, lo ha definido como “no un pequeño homenaje, sino un gran homenaje”, enfatizando que “Ahmad nos pilla de cerca, es uno de los nuestros, pero el dolor va mucho más allá de él”. Se ha referido a “todas las víctimas inocentes” no solo en su nombre, “sino también en nombre de la UAL y del Consejo de Gobierno”, para “manifestar nuestra condena unánime y nuestro deseo de que este conflicto acabe cuanto antes”, de modo textual.
Visiblemente afectada ha intervenido María Dolores Gil, profesora de Química Analítica y una de las personas del campus que más relación ha tenido con Ahmad Al-Mughari: “Era una persona muy, muy amable; yo creo que coincide todo el mundo que lo conoció, muy amable, muy servicial, muy sereno, nunca, nunca le escuché protestar por nada, discutir con nadie, y los primeros meses fueron algo difíciles para él”. Superó la barrera idiomática aprendiendo a hablar español “muy rápido, en el Centro de Lenguas”. Ambos coincidieron en el Grupo de Investigación AGR-159 ‘Residuos de Plaguicidas’ “y de ahí surgió una amistad que ha perdurado” tras regresar a su tierra. Al comenzar los ataques Gil intentó contactar con él, “pero ya sabía que no tenía Internet y que no tenía medios para comunicarse, aunque tenía esperanza en que estuviera bien”, ha confesado de manera literal, para finalizar con el deseo de que “ojalá esto pase lo antes posible, que esta guerra termine y no haya más muertos”.
También ha intervenido el doctor por la UAL Chacker Lidrissi, cuya formación realizó de manera paralela a la de Al-Mughari: “Él llegó en el año 2002, el año en el que yo empecé, terminó en 2007 y fue un gran amigo, un buen compañero y un buen químico”. Ha lamentado profundamente que este pasado 17 de octubre, “era jueves”, sucediera el fatal desenlace: “Bombardearon la casa de su familia, estaban todos juntos en la casa y murieron casi 20 personas; en la misma tarde, el ejército israelí bombardeó el hospital, en la misma tarde, murieron más de 800 personas”. Como todos los intervinientes antes, ha expresado su deseo de que “esto termine pronto y que haya paz en el mundo”.
La profesora Eman Mhanna, cuya familia permanece en la zona atacada, ha relatado cómo se perdió el contacto habitual que se tenía con Ahmad: “Esperábamos que nos respondiera para decirnos, como hacía todos los días desde el pasado 7 de octubre, que todavía seguía vivo, y para darnos a nosotros fuerza. Ahmad no respondió, tampoco lo hizo su esposa, ni sus dos hijas, ni su hijo, y no sigo enumerando, porque el 17 de octubre de 2023 había mucha, mucha gente en esa casa familiar. No se confundan cuando digo que Ahmad no respondió. Cierto es que no lo hizo tecleando con sus propias manos o con su propia voz, pero lo está haciendo con las nuestras, porque hoy nos hemos reunido aquí para recordarle”. A estas palabras ha seguido un solemne minuto de silencio, y en la parte final se han encendido unas velas situadas en el suelo formando la palabra ‘Gaza’, a la par que se ha extendido el homenaje a las víctimas en general y al alumnado gazatí de la UAL en particular.
Mhanna ha explicado que las velas simbolizan que “Gaza ahora mismo no está solamente aislada en comunicaciones, o físicamente bloqueada, sino que sufre también una escasez en los suministros de agua y alimentos, y sobre todo está a oscuras, completamente a oscuras”. Se ha escenificado así “el deseo de que Gaza vuelva a iluminarse”. Respecto al resto de personas recordadas, “ya sea porque están ellos mismos en Gaza o porque tengan a su familia directa allí”. Por citar solo algunos nombres de antiguos alumnos gazatíes, “podemos hablar de Haneen Shalayel, que cursó un año entero en la UAL en el Grado en Matemáticas, Dina Satoum, que participó en un programa de intercambio y cursó asignaturas del Grado en Finanzas y Contabilidad, Husam Abd Albari, que desde Bélgica tampoco sabe nada de su familia, o Ziyad Yasin, también doctor en Química, y su familia”.
Cabe recordar que Eman Muhanna y Margarita Asensio organizan el Círculo de Silencio, con el que se concentran todos los días a las 11.00 horas y a las 16.00 horas frente a la puerta del Edificio Central ·con el fin de denunciar la situación en la que está sumida la población civil en Gaza”. En cuanto al homenaje, “creemos que la presencia de representantes y miembros de nuestra comunidad universitaria puede ser un gran gesto de apoyo, pues estos días están siendo muy duros para sus allegados”. Asimismo, “con toda seguridad, después de la recuperación de la normalidad en Gaza, haremos el esfuerzo de hacer llegar la noticia del homenaje a quienes queden de su familia”.