Durante tres intensas jornadas los participantes han conocido los orígenes de este paraje natural de gran relevancia mundial y la compatibilidad entre ciencia, actividad empresarial, turística y minera y sostenibilidad ambiental: “Hay aproximadamente unas mil entradas a las cuevas, de las que solo tres o cuatro, depende de la época, son para turistas”
El Centro de Visitantes Los Yesares, ubicado a la entrada del núcleo principal de población de Sorbas, ha sido un lugar para el encuentro entre la ciencia, la empresa, el deporte y el ocio, elementos que conviven en equilibrio en torno al Karst en Yesos. Claro ejemplo de ello ha sido la mesa redonda sobre geoturismo en la que han participado “tres frentes bastante importantes”, en palabras de Francisco Contreras, cofundador y gerente de Natur-Sport Sorbas SL y Cortijos Urrá: “Uno es el de la espeleología, contando con Francisco Hoyos, presidente de la Federación Andaluza de Espeleología y Descenso de Cañones, otro el del deportista como tal, con Alain Thibault, presidente del Club GTS-Grupo de Trabajo Sorbas y Club de Deporte, y la empresa, a la que yo represento, además de con rutas, con alojamientos especializados para investigadores de todo el mundo”.
La confluencia de intereses es palpable y resulta beneficiosa, abriendo el abanico de población que puede disfrutar del entorno, ya que “el resultado de todos esos trabajos y esfuerzos de los colectivos espeleológicos de deportistas y científicos podemos transmitirlo al público general gracias a ese tipo de visitas que nosotros organizamos”, ha explicado. “Hacemos visitas guiadas súper fáciles por dentro de una cueva, muy sencillas y amenas, y gracias a eso esta joya llega a la gente de a pie; la gente, con muy poca necesidad de habilidades y sin riesgo, puede disfrutar de lo que tenemos en Sorbas”. Contreras ha insistido en que “en realidad, el trabajo ha venido desde los colectivos espeleológicos y esta combinación que hacemos, la integración de ciencia, deporte y turismo, es en gran parte por sus esfuerzos”. Creó en 1993 el producto turístico ‘Cuevas de Sorbas’ y habla desde la experiencia.
Lo más reciente de su emprendimiento ha sido Cortijos Urrá, Alojamientos Rurales y Field Study Centre, lugar de referencia para grupos de estudiantes de multitud de universidades internacionales que vienen a estudiar la variedad geológica de toda la provincia de Almería: “Tenemos científicos que están en formación, universitarios de áreas como la Geología o las Ciencias Ambientales, e incluso para ellos visitar Sorbas, visitar el Karst en Yesos, conocer la formación de yeso como tal y entrar a las cuevas también tiene una vertiente de deporte, como parte de ocio, además del conocimiento que logran estando aquí una semana de trabajo dentro de su preparación científica”. Así, lo que se les ofrece es estar “instalados en su ‘centro de operaciones’, pero además hay otros perfiles de turistas activos y no especializados, con diferentes tipos de visitas organizadas”. Están el turismo convencional, el científico y el deportivo, en todos los casos accediendo de manera controlada y atendiendo a sus respectivas necesidades.
“Existen las visitas para público familiar, con niños, con abuelos, muy divertidas y totalmente accesibles”, por ejemplo, uno de los múltiples niveles de dificultad, porque “también hay para aventureros”, que se ofrecen dentro de algunas de las cuevas en yeso naturales más importantes de todo el mundo. Por ello, parar Francisco Contreras el que se haya organizado este curso de verano de la UAL “es muy interesante, con Sorbas como referente, porque por fin empieza a tener más visibilidad, ya que creo que en la propia Almería se conoce muy poco y necesitaba justo una promoción como esta, científica y teniendo en cuenta las otras vertientes”, ha señalado. A su juicio, “es natural que la gente que viene de fuera se interese por los productos turísticos, ya que ha invertido en su viaje y quiere sacarle el máximo provecho, y falta acercar lo que tenemos a los propios almerienses”.
El producto que se oferta “siempre es con guía, excursiones de una hora y media a dos horas aproximadamente”. La básica “tiene un itinerario prácticamente como si fuera un sendero en superficie, pero por dentro de una cueva, casi todo es horizontal, con tan sólo un par de gateras, un par de ‘trepadillas’, todo muy fácil, muy medido para que sea accesible a todas las personas, y en ese tiempo la gente tiene una experiencia completa”. Se consigue así “acercar a las personas de la calle y a las familias esa parte de la espeleología”, y además se hace del mejor modo posible, con espíritu conservacionista: “Evidentemente siempre se habla guardando la protección de una joya natural, y por eso se hace la visita guiada también, para que el propio guía ejerza de vigilante, porque la verdad es que llama mucho la atención la roca de yeso, cristalina, brillante y muy frágil”.
Se recuerda a los visitantes, además, que “están dentro de un paraje protegido: las dos cosas son interesantes, preservar para poder hacer un óptimo rendimiento a largo plazo”. Contreras lo ha explicado gráficamente: “No se trata de que vayamos a acabar con la ‘gallina de los huevos de oro’, sino que al contrario, tenemos que preservarlo”. Hay “más de mil entradas a cuevas, pero no todas son visitables en el plano turístico”. A este uso se destinan “tres o cuatro cuevas; dependiendo de la época del año hacemos la cuarta cueva, que es la del Agua, pero el resto del tiempo se hace solamente sobre tres”. Por lo tanto, “en realidad, esas mil entradas se guardan para los espeleólogos, usando en los casos en los que es necesario elementos para el acceso, muchas veces incluyendo todo el material que se precisa para el desarrollo de la investigación científica”.
El curso comenzó con el catedrático José María Calaforra poniendo el contexto sobre la relevancia de este singular Karst en Yesos, desarrollando una ponencia sobre ‘espeleología y protección del medio subterráneo’. Acto seguido se pasó a la explotación como un bien que aporta riqueza al entorno, primero con el geoturismo como foco de atención, para añadir además la explotación minera, tanto la que se encuentra en activo en la actualidad como la restaurada. Como añadido, se ha contado con el reciente Doctor Honoris Causa por la Universidad de Almería, el catedrático José María Peiró, añadiendo una vertiente específica: ‘Seguridad psicosocial en el trabajo y el factor humano en la sostenibilidad del medio ambiente’. No se han dejado de lado la flora y la fauna de la zona en este curso dirigido por Miguel Ángel Mañas y Juan Francisco González, de componente teórico y práctico, estando jalonado de las visitas más significativas que han puesto el añadido necesario para una más completa formación.