El Laboratorio de Antropología Social y Cultural (HUM-472) de la Universidad de Almería ha llevado a cabo este miércoles una jornada de gran significación para el propio grupo y para la UAL. No en vano, ha conmemorado sus tres décadas de existencia, ’30 años caminando’, con un programa en el que se ha homenajeado su actividad investigadora. Desde su fundación por parte de su primer responsable, el catedrático Francisco Checa, y durante su recorrido bajo la dirección posterior de Ángeles Arjona y, actualmente, Estefanía Acién, el LASC ha sumado 500 contribuciones a congresos y más de 600 publicaciones científicas de impacto en diversos campos, como son Estudios Migratorios, Patrimonio Cultural, Antropología de la Salud, Antropologías del Género y la Sexualidad y Antropología Aplicada.
Incluso el lugar elegido para desarrollar esta actividad ha tenido su carga: “El Aula Magna del Edificio C de Humanidades es un espacio de enorme simbolismo para el grupo, dado que albergó durante 14 años el congreso de migraciones decano en España, por el que pasaron las primeras figuras en estudios migratorios y de la exclusión social de todo el mundo”. Lo ha puesto en valor Acién, que ha explicado que “el programa ha proporcionado un lugar específico a las últimas tesis dirigidas y desarrolladas por integrantes del LASC, en diálogo con quienes se encuentran actualmente avanzando para doctorarse”. En concreto, se ha afrontado a través de una mesa redonda con la participación de Agustín Romero, Teresa Belmonte, María del Carmen Resina, Montserrat Montserrat y Daniela Herrera, moderada por Lucía Mellinas, Rosa Mañas y Georgina Yglesias.
Estefanía Acién ha confesado sentirse “muy contenta”, porque “ha venido muchísima gente joven interesada por la experiencia de hacer una tesis doctoral, y han conocido la variedad de temas sobre lo que se puede hacer una tesis en el ámbito de la antropología social”. Ha destacado “cómo las compañeras y los compañeros del laboratorio han dejado todo lo que tenían que hacer para poder estar aquí esta mañana”. En todo caso, la ocasión lo merecía: “30 años son muchos en la Universidad de Almería, prácticamente todos los de historia de la UAL, así que el nuestro es un grupo de investigación de los primeros que se lanzaron aquí, y no cualquier grupo de investigación, sino uno que está diseñado y pensado para investigar sobre la realidad social y sobre los problemas de exclusión social, migraciones, relaciones interétnicas, gestión de la diversidad, que es un poco la ‘muñeca rota’ de nuestros tiempos, prostitución, diversidad sexual, antropología de la salud, patrimonio, cultural…”.
La directora del LASC ha querido ensalzar la figura de Francisco Checa, que “montó este barco, que está muy bien hecho, en el año 1995 para investigar sobre temas incómodos, desafiantes, y seguimos en ello”. En ese sentido, es más necesario que nunca ante la situación actual: “Yo lo digo en mis clases, y me consta que mis compañeras y compañeros del LASC lo hacen igual, que el único antídoto que hay frente a la polarización, frente a los discursos de odio, es el conocimiento, y el conocimiento de la realidad”. A eso ha añadido que “cuando se trata de hablar de migración y de minorías étnicas, que además es inevitable que estén cerca, porque forman parte de la comunidad por mucho que a algunos y algunas les pese, el único antídoto que hay es hablar con esas personas, y la única metodología que lo garantiza al cien por cien está en las ciencias sociales, y es la etnografía social, y es la metodología reina de la antropología”.
De hecho, “la etnografía significa hacer una inmersión en el grupo que se está investigando, conocer de primera mano sus discursos, la realidad que viven y esa es la única forma y el único antídoto al veneno del odio, del estereotipo y del querer que la realidad no sea la que es”. Así, “la realidad es diversa, y cuando una realidad es diversa hay que gestionarla, es una obligación de la comunidad independientemente del signo político que se tenga, y si no se hace, esa dejación genera conflicto y genera problemas; es un veneno cuyo antídoto es el conocimiento, y en ese camino en el que estamos”.
El programa diseñado se ha completado con dos conferencias, la primera moderada por el propio Francisco Checa y que ha corrido a cargo de Juan Antonio Muñoz y Francisco Majuelos, los expertos del LASC en Patrimonio Cultural en Piedra Seca, “pioneros en estos estudios”. La segunda la han protagonizado “los investigadores responsables del proyecto de ‘Generación de Conocimiento en Economía Moral’, Ángeles Arjona y Francisco Arqueros”. Ambos están “alimentando una innovadora línea de investigación en exclusión social y responsabilidad comunitaria”. La moderación, en ese caso, ha sido de la propia Estefanía Acién, que ha situado el foco en “un camino en común que esperamos que augure otras tres décadas, al menos, de investigación comprometida con la construcción de sociedades que contribuyan a sostenernos en los valores que cimientan la congruencia entre nuestra disciplina y la democracia”. Es el trabajo para alcanzar “un mundo seguro para la diversidad, como sugirió Ruth Benedict”.
