Los alumnos del curso La luz que nos llega del cielo han conocido hoy los secretos del Observatorio de Calar Alto.
La Casa de las Mariposas, en Almería, ha acogido este jueves, 13 de julio, el segundo día de del Curso de Verano ‘Ciudades inteligentes: un proceso de transformación hacia las ciudades modernas’, que se ha iniciado con la ponencia ‘Procesos de transformación de la ciudad en entornos más sostenibles e inteligentes. Casos de éxito en Valladolid, Nottingham y Tepebasi en el proyecto REMOURBAN’, a cargo de Miguel García Fuentes, miembro División de Smart Cities CARTIF.
Tras él tan tomado la palabra Diego Gil y Daniel González, subdirector general y director general respectivamente de Clúster Andalucía Smartcity, una alianza de empresas privadas e instituciones andaluzas que trabajan para el desarrollo de ciudades inteligentes (ciudades mejores), entendidas así por ser eficientes, sostenibles y confortables. Han ofrecido una ponencia sobre Smart Campus: Experiencias de la Universidad de Málaga, poniendo a esta institución como ejemplo de campus inteligente.
Diego Gil ha presentado el tema general del acto, “un proyecto en el que estamos trabajando con la Universidad de Málaga pero que bien se puede trasladar a otros campus universitarios, y en especial al de Almería, y a ciudades, para actuar con criterios de sostenibilidad pero también se puede adaptar para mejorar tanto el campus como su infraestructura como también la acción académica y hacer de ello un campus inteligente”.
¿Y cómo es ese campus inteligente? “Un campus inteligente, smart campus, es aquél que utiliza las energías y el medio natural a su favor, utiliza la luz del sol, el agua, el viento, se dispone adecuadamente para aprovechar al máximo toda la energía y sabe además aprovechar todos los recursos de la universidad, que son muchos y además potentes para, todos alineados en la misma dirección, ganar en el campo de la sostenibilidad”, ha explicado Daniel González.
Así se ha hecho en la Universidad de Málaga “que ha hecho una parte muy difícil del trabajo: la planificación estratégica, con una gran cantidad de áreas que están trabajando y suponen los pilares del proyecto, con área como tecnología de información, arquitectura, ingeniería, ciencias, etcétera”, ha señalado González, porque es básico “al igual que se hace a la hora de hacer este proyecto en ciudades, tener una estrategia, una ruta que marque el camino a seguir. Los campus son pequeñas ciudades, de hecho en el de Málaga hay unas 50.000 personas y por ese requiere ese proceso interno de que los diferentes departamentos hagan una reflexión y se trabaje en común en este proceso de smart campus”, ha matizado Diego Gil.
Ambos ponentes han resaltado cómo es “básico” el trabajo y la implicación de toda la comunidad universitaria, equipo de gobierno, docentes, alumnos y personal, para que el proyecto sea un éxito, así como la conexión con las empresas. Una implicación que debe darse desde ya en todas las universidades, porque, a juicio de Daniel González, “el smart campus no es el futuro, es el presente, aunque sea en una etapa muy inicial. La universidad tiene conocimientos y tecnología para iniciar este camino y la realidad universitaria es compleja pero contundente y una ver marcado el camino no hay quien lo pare. Es un camino casi obligado de recorrer ese giro hacia la sostenibilidad no solo energética, sino económica y en la propia oferta académica de la universidad para hacer más empleables a los titulados de la universidad. La competencia entre universidades marca esa oferta sostenible”.
Por otro lado, hoy también ha sido el segundo día del Curso de Verano ‘La luz que nos llega del cielo’, que en esta jornada se ha trasladado desde el campus universitario de la UAL hasta el Observatorio de Calar Alto, donde los alumnos matriculados han recorrido las instalaciones con una visita guiada por el personal del mismo y han podido conocer de primera mano los tipos de telescopios con los que se trabaja.
Durante la jornada ha tenido lugar la ponencia ¿Cómo es un observatorio astronómico? por Santos Pedraz Marcos, astrónomo del Observatorio de Calar Alto y una sesión práctica con observaciones solares a cargo de Víctor Manuel Muñoz, de Azimuth Educación y Turismo Científico. Los alumnos han conocido además la calidad del cielo nocturno como recurso científico, cultural y económico, con la ponencia de David Galadí Enríquez, astrónomo del Observatorio de Calar Alto, y han aprendido a mirar al cielo a simple vista, con la ponencia ‘El cielo para tus ojos: Astronomía sin telescopios’, por Gilles Bergond, también astrónomo del Observatorio de Calar Alto.