Dos grandes ejes en el discurso del rector Carmelo Rodríguez, los 25 años de vida de la Universidad de Almería, pidiendo un edificio señero en el centro de la ciudad, y la necesidad de ser permeable a la sociedad.
Significativo es que los primeros referidos por el rector, Carmelo Rodríguez, en su discurso del acto de apertura del curso académico 2017-2018 celebrado este lunes, 2 de octubre, hayan sido los estudiantes que inician su camino universitario en esta institución, una “universidad joven y dinámica, en la que el trato cercano es una seña de identidad”. A ellos ha dado la bienvenida antes de entrar a desglosar una serie de aspectos de gran calado, siendo sin duda de enorme trascendencia que la UAL cumple un cuarto de siglo en 2018. Por ello, tras lanzar un mensaje optimista porque “se vislumbra un futuro esperanzador para el sistema universitario tras los avances con el Ministerio y la Consejería”, recordó que este curso es “especial” para Almería y como tal se ha planificado: “Este acontecimiento nos permitirá transitar por nuestro pasado, pero también redoblar la apuesta por seguir construyendo una universidad pública moderna, renovada, de calidad y que dé respuesta a las demandas de la cambiante sociedad actual”.
El acto solemne de apertura del curso ha cumplido con la tradición, y tras el repaso de la memoria del curso anterior a cargo del Secretario General de la Universidad de Almería, con la ayuda de un vídeo, se ha vivido uno de los momentos más emotivos, como es la entrada de nuevos doctores. Carmelo Rodríguez los ha felicitado “por ser investidos, reconociendo públicamente así su valía y labor”. Tras la lectura de la lección inaugural del profesor Francisco Manzano, cuyo título ha sido ‘La primera representación completa de España: el Atlas Geográfico de España de Tomás López (1804)’, se ha llegado a la imposición de la Medalla de Plata de la UAL al personal docente y de administración que se jubila, igualmente felicitados por el rector: “La universidad la hacen las personas y ellos han contribuido a que la UAL tenga su estatus actuad”.
Precisamente de eso, del camino recorrido ha versado gran parte de la intervención de Carmelo Rodríguez, que ha confesado que afronta su compromiso “con mayor responsabilidad”. Ha señalado que este aniversario “no debe servirnos solo para evocar el pasado, sino para sentar las bases y líneas estratégicas que describan con ambición lo que queremos alcanzar en el futuro”. Ha insistido en que se tiene “la ocasión para que los ciudadanos se acerquen a la Universidad”, invitando a entidades públicas y privadas, asociaciones, empresariado y toda la sociedad a ser partícipes, a “que hagan suya esta celebración”. Pero hay un detalle a tener en cuenta que debería corregirse: “Es la única de Andalucía que no cuenta con edificio emblemático en la ciudad, y tras 25 años de existencia la universidad y los ciudadanos piden ese espacio”. Un edificio “que permitiría afianzar lazos y dinamizar la vida social y cultural de la ciudad”. Lo que sí ha adelantado es que “la inauguración del próximo curso será en un espacio escénico del centro”. Ha planteado eliminar la sensación de del campus, “Son 7 kilómetros pero los ciudadanos lo siguen viendo allá en la distancia”. Una de sus líneas maestras es precisamente la cercanía y la apertura, “ser permeable y ajustar la oferta formativa”, siendo rotundo: “La UAL no puede permanecer ajena a los requerimientos de un mundo complejo que evoluciona de manera vertiginosa”.
En ello se trabaja, “se cuida la excelencia” y se preocupa de dar “formación en competencias profesionales que faciliten acceso al mercado laboral, como con el Programa JUMP”. En ese sentido, “el acceso al conocimiento media para superar los desequilibrios económicos”, lo que se cumple en la UAL: “Tiene un papel activo en el desarrollo económico y social de la provincia, con un impacto estimado en 600 millones de euros anuales, alta tasa de inserción de egresados en el mercado laboral y participación en la creación de empresas de base tecnológica”. Ha anunciado el Plan Transfiere, de fondos propios, para mayor interrelación de los investigadores con los tejidos industrial y económico. En ese sentido, la Universidad contó el curso pasado con unos recursos de 11,4 millones de euros obtenidos por investigación a través de 65 proyectos que han superado convocatoria competitiva.
Lo próximo es más ambicioso: “Nos hemos propuesto garantizar que investigación y enseñanza tengan un impacto máximo en nuestro entorno, y a los ocho centros de investigación que tenemos, en breve se sumarán dos más, uno de salud y administración pública y otro de cooperativismo”. Yendo más allá, un deseo: “Que de esos 10 salgan dos institutos universitarios andaluces de investigación liderados por la UAL”. Ese modelo de universidad, desarrollado a través del Plan Estratégico, está siendo reconocido: “Sexta posición del U-Ranking de universidades españolas, la primera de Andalucía, yha entrado por primera vez en el Times Higher Education World University Rankings, lo que supone que estamos en el selecto grupo del 5% de las mejores del mundo”.
Carmelo Rodríguez se ha dirigido directamente al consejero Ramírez de Arellano para reconocer “públicamente los avances y el esfuerzo realizado por su Consejería”. Le ha expresado su “predisposición en nombre de los rectores a seguir trabajando conjuntamente, con unidad y solidaridad”. El rector ha pedido “un acuerdo inmediato sobre el nuevo modelo de financiación, con plan plurianual que permita planificar y plan importante de infraestructuras con criterios de convergencia entre universidades”. También que “se convoquen, evalúen y resuelvan las primeras convocatorias competitivas en proyectos de I+D+i del plan andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación 2020”. Y por último, “que el coste efectivo del decreto de bonificación de matrícula sea una partida adicional”.
Es un compromiso de la presidenta de la Junta de Andalucía que el rector de la UAL ha querido separar “de la subida del 4,4% en el presupuesto total de universidades” que se ha anunciado y que “debe destinarse a la mejora del nivel de formación y generación de conocimientos y su transferencia a la sociedad”. El panorama invita al optimismo tras el acuerdo CRUE – Ministerio de Educción sobre créditos y “eliminar en la práctica la diferencia entre los precios de Grados y Másteres, contribuyendo a una igualdad de oportunidades para las personas”. Igualmente muy positivo es el referido decreto de bonificación de las matrículas que “reconoce mérito, reduce desigualdades y considera la educación superior un derecho fundamental”.
En cuanto al consejero Ramírez de Arellano, ha destacado que este acto “reconoce que la UAL ya es madura y que empieza a consolidar un proyecto con relevancia social, que poco a poco va impregnando el tejido institucional y empresarial de su entorno”. La institución es “un activo social que además retiene el talento y atrae inversiones”. El objetivo del gobierno andaluz es el de “recuperar la normalidad para que las universidades puedan seguir en su camino de excelencia incluyente, que no deje a las personas atrás”.
El consejero ha afirmado haber cumplido los objetivos de los dos últimos años, “acotando los problemas económicos para tenerlos completamente controlados”. Entre los hitos, tres muy destacados: “Primero la recuperación de derechos de los trabajadores, tanto profesorado como personal de administración y servicios, pero sobre recuperar la carrera profesional; segundo, que los estudiantes tengan la seguridad de que sus estudios solo están condicionados por sus méritos, con dos avances, la recuperación de la prueba de acceso a la universidad y la estabilidad de las estrategias como el precio de créditos más bajo de España y otras medidas de acompañamiento varias; y tercero, medida estrella, la bonificación de las matriculas para los que aprueban sus correspondiente asignaturas, medida de carácter estructural en el sistema, irreversible y posible porque las universidades están en solvencia y la Junta asume la responsabilidad de asumir los costes”.
Por último, Carmelo Rodríguez ha puesto manifiesto “la adhesión al Pacto de Convivencia que la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas firmado el pasado mes de agosto, en favor de la paz y la inclusión, y del fortalecimiento del conjunto de la sociedad ante el avance de la radicalización en sus diferentes formas”.