Magistral repaso de la doctora Sara Gómez a las claves actuales para el despertar de las vocaciones femeninas hacia las carreras STEM en la conferencia de cierre de los actos del patrón de la Escuela de Ingeniería.
El futuro es tecnológico y en él deben tener cabida las mujeres. “Estoy encantada y muy agradecida de estar aquí, es un honor porque sé que la Universidad de Almería está absolutamente comprometida con este tema, con este sesgo de género y con esa igualdad por la que está trabajando”. Son afirmaciones que Sara Gómez, doctora ingeniera por la Universidad Politécnica de Madrid, ha pronunciado, poniendo argumentos y su doble trayectoria, profesional y vital, como fin de los actos del patrón de la Escuela Superior de Ingeniería de la UAL. Esta consejera de la Real Academia de Ingeniería es activista en el despertar de vocaciones femeninas y en Almería ha encontrado un buen aliado: “Soy perfectamente consciente de la preocupación de la vicerrectora por este tema, por el desarrollo de esas vocaciones STEM, y en especial en la Ingeniería, que es donde menos hay en este momento”.
Presentado la conferencia ‘La ingeniería es femenino: ¿Dónde están las mujeres?’ han estado el director de la ESI, Antonio Giménez, y la referida Maribel Ramírez, vicerrectora de Estudiantes y Empleo y delegada del rector para la Igualdad de Género: “Es una problemática que existe, que no hay chicas en las ingenierías y en las STEM en general, y eso supone que se pierde el talento porque somos más del 50% de la población y los últimos datos arrojan que solo el 25% estudian este tipo de titulaciones”. Ramírez ha insistido en la necesidad de “motivar a las mujeres”, por lo que ha sido idónea la participación de Sara Gómez explicando su proyecto: “La UAL se quiere adherir a él, ‘Mujer e Ingeniería’, porque la ESI está muy interesada en que desde ella emane esa mentorización hacia la Secundaria y Primaria llamando la atención de las chicas”.
La vicerrectora ha recordado que “queda mucho trabajo por hacer este año” y ha recordado el gran éxito que supusieron los talleres de Informática dirigidos a alumnas de los institutos de la provincia: “Esa actividad nos abrió un aire esperanzador porque se apuntaron 400 niñas, y eso ha hecho pensar que debemos seguir trabajando en esa línea porque es muy importante que sepan que pueden estudiar lo mismo una ingeniería, que unas matemáticas, lo que más les guste”. Ese fue “el primer escalón, junto a que hay un montón de profesoras preocupadas con este tema y se han ofrecido para trabajar en Secundaria”. Por último, ha adelantado la creación de una web en la que habrá el abanico de actividades de divulgación, con específicas para despertar las vocaciones STEM, y más concretamente para chicas, con un programa diseñado para mejorar las cifras”.
Sara Gómez ha precisado que “no es un problema de la UAL, sino de toda España, de Europa y de EEUU, y hay solo dos países que se salvan de esta mala tendencia, en los que haya pocas niñas que quieran hace ingeniería, que son India y China; en los demás hay cifras demoledoras”. En la Universidad de Almería se han afrontado las dificultades con determinación y se han oído la serie de recomendaciones ofrecidas por esta investigadora dentro del Área de ‘Mecánica de los Medios Continuos y Teoría de Estructuras’ de la Universidad Politécnica de Madrid: “Hay que hacer acciones ‘aguas arriba’ y ‘aguas abajo’ del problema, es decir, transmitir a las niñas y a las ya no tan niñas que las STEM les aportan la vertiente social, lo que hacemos los ingenieros, que somos los grandes desconocidos”.
Se ha referido concretamente a lo que ha llamado “la parte bio”, en el sentido de “la vertiente social atroz que tiene la ingeniería”, poniendo un ejemplo rotundo: “La segunda mayor causa de que se haya aumentado la esperanza de vida es que se ha potabilizado el agua y se ha alcanzado el saneamiento, algo que han conseguido ingenieros civiles y de caminos, y la primera causa es la cadena de frío, que también es tecnología, luego si a las mujeres nos gusta ayudar y nos gusta esa vertiente social, hagámonos ingenieras, que podemos aportar muchísimo”. En su experiencia personal ha sido así, sintiéndose realizada: “La ingeniería me ha aportado muchísimas cosas que van relaciones personales a la resolución de problemas, pasando por ayudar a los demás, y a mí me parece que es una carrera apasionante; después de la medicina, no se me ocurre otra forma mejor de ayudar a tus semejantes que la ingeniería”.
Por último, ha dejado claro que en lugar en frenarse en lamentaciones sobre conceptos actuales como la ‘brecha salarial’, hay que pasar a la acción: “Estamos todo el día hablando de ello pero realmente los perfiles profesionales más demandados en los próximos años van a ser los perfiles de las TICs, donde las mujeres precisamente no estamos; por tanto, si no estamos en los perfiles que necesita el mercado, esa brecha salarial se va a ver aumentada todavía más”. La otra parte en la que apoyar la ‘arenga’ está en el empoderamiento: “El poder no hay que esperar a que se te venga o que te lo den, sino que tienes que asaltarlo, y no pasa nada, porque poder es la capacidad de tomar decisiones, nada más, y cuando las decisiones son tomadas por mujeres se toman de forma distinta, no mejor ni peor, y como la sociedad es diversa, también tiene que estar el poder repartido de forma diversa, ya que los equipos diversos son mucho más ricos”.