El exmagistrado de la Audiencia Nacional que presidió el juicio por los atentados del 11M y fue ponente de la sentencia advierte en los Cursos de Verano de la UAL de que “la seguridad absoluta no existe” y que “si por combatir el terrorismo se acaba con la libertad, gana el terrorista”.
El alto nivel que está ofreciendo el curso ‘Del 11M al 17A: España frente al terrorismo yihadista’ ha alcanzado uno de sus momentos cumbre con la charla impartida por Javier Gómez Bermúdez, ahora en la abogacía privada pero contando durante su presencia en la provincia de Almería parte de su trayectoria descrita como magistrado de la Audiencia Nacional. Fue elegido presidente de la Sala de lo Penal en 2004 y suya fue la responsabilidad de presidir el juicio por el 11M, un atentado del que ha desvelado que su preparación costó 80.000 euros, y de ser ponente de la sentencia, leída el 31 de octubre de 2007. Ha valorado la propuesta de curso de la Universidad de Almería como “impresionante”, y ha destacado que “los asistentes participan mucho, son muy activos y eso está muy bien”.
En su ponencia ha tratado de “explicar cómo España se ha ido adaptando con la ley, solo con la ley, a combatir los distintos fenómenos de terrorismo hasta llegar al yihadismo”, y ha dejado un mensaje “fundamental” como es que “atentados va a haberlos, porque es imposible la seguridad absoluta”, lo que ha acompañado de una advertencia: “Tenemos que tener paciencia y no permitir que nuestra libertad se vaya por el sumidero en aras de una seguridad que no existe, que es una utopía, como es la seguridad absoluta”. Ha dejado claro que “si por combatir el terrorismo acabamos nosotros mismos con la libertad, los que han ganado son los terroristas”. En este país se ha disfruta de un equilibrio: “Me siento orgulloso de que España tiene leyes antiterroristas muy avanzadas y muy respetuosas con las garantías y los derechos fundamentales”.
Ha explicado cómo se trabaja desde el que fue su ámbito: “Simplemente eres un profesional, te encapsulas, te centras en eso, te olvidas de lo demás, y luego cuando acabas sí tienes una cierta reacción de cansancio, de abatimiento, y sobre todo de pensar que la maldad existe y otro tipo de pensamientos que están ahí”. Por último se ha mostrado confiado en el trabajo que en este país se está haciendo: “Confianza en que hay muchísima gente en España trabajando todos los días para evitar que exista un atentado, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, servicio de inteligencia, políticos, juristas, y me refiero a fiscales, jueces, abogados, procuradores, letrados de la administración… ese trabajo está siendo recompensado”.
Precisamente gran parte del mismo se centraliza en el Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, cuyo asesor de dirección, Antonio Notario, ha sido otro de los ponentes de un curso que ha catalogado como “excelente” en todos los sentidos, por trato, ubicación y calidad. En su ponencia ha expuesto la ‘Estrategia de Seguridad Nacional 2017’, “un documento aprobado en diciembre de 2017, iniciativa que viene ya de atrás, que comenzó en 2011 con Javier Solana, por lo que se llevan varios años trabajando en Presidencia de Gobierno con un concepto nuevo de seguridad, un concepto que pone a nuestro país en la vanguardia de los países más avanzados”. Uno de los principales objetivos de esta Estrategia es la difusión de la ‘cultura de seguridad nacional’, y en ese sentido “actos como el curso de la UAL ayudan mucho a acercar el pensamiento estratégico de la seguridad nacional a la sociedad española”.
Ese concepto se entiende de manera amplia, “tratando de dar respuesta a los problemas como pueden ser el terrorismo, las ciberamenazas, el uso de armamento químico… de una manera más directa, todo desde un planteamiento integral en el que se da coordinación desde la Presidencia del Gobierno a todos los Ministerios, Comunidades Autónomas, entidades locales, y siempre, por supuesto, con el ciudadano en el centro de nuestro pensamiento”. Notario ha subrayado algo tan básico como que “la seguridad y la prosperidad van de la mano”, por lo que en el Departamento de Seguridad Nacional trabajan algo más de un centenar de personas para tratar el terrorismo y los asuntos militares, pero también seguridad energética, económica o infraestructuras críticas, que “dan seguridad a servicios esenciales como por ejemplo el agua y el transporte”.
Dentro del propio DSN hay un área que “está prestando atención las 24 horas del día los 365 días del año a todo lo que pasa en el mundo”, con una misión clara: “Tratamos de dar respuesta, de anticipar, de dar unas alarmas para activar los mecanismos del Estado”. La característica más señalada es que “por primera vez en la historia el presidente del Gobierno se pone al frente de la Seguridad Nacional con un órgano que se llama Consejo de Seguridad Nacional”. En cuanto al contacto con la sociedad, la prensa es un aliado, ya que “la sensación que tiene el ciudadano depende en gran medida de lo que transmiten los medios y es necesaria una comunicación veraz, fiable y certera”, y se dispone de canales propios como la web www.dsn.gob.es y una cuenta de Twitter, la @dsn. El lema es claro: ‘Seguridad compartida, un proyecto de todos y para todos’.