El doctor Víctor de Lorenzo pondrá un broche de oro a este curso, en el que se llega al décimo año consecutivo de este ciclo divulgativo en la Universidad de Almería, bajo el título ‘Buenas noticias y malas noticias: las bacterias dominan la Tierra (incluyéndonos a nosotros mismos)’.
Será la sesión número 84 de los Viernes Científicos de la UAL, diez años y una semana después de haberse realizado la primera allá por el día 22 de mayo de 2009. En ese momento se habló de ‘evolución de comportamientos altruistas’, ello a cargo de Manuel Soler, y para cerrar la década completa y el curso 2018/2019, este próximo día 31 de mayo se contará con la presencia del doctor Víctor de Lorenzo, del Centro Nacional de Biotecnología – CSIC, con su sede en Madrid. Su charla, que pronunciará en la sede habitual de la Sala de Grados del Aulario IV desde las 12.25 horas, es sugerente desde el mismo título: ‘Buenas noticias y malas noticias: las bacterias dominan la Tierra (incluyéndonos a nosotros mismos)’.
En concreto, De Lorenzo planteará que los microorganismos estaban en el planeta Tierra “mucho antes de que llegáramos y sobrevivirán mucho después de nuestra extinción”. Repasará “el papel de las bacterias en la ejecución de los ciclos biogeológicos de la Biosfera, su papel en muchas enfermedades -y el problema asociado de resistencia a los antibióticos- y su domesticación con fines biotecnológicos, lo que está en los libros de texto”. Pero irá más allá: “El desarrollo de la secuenciación masiva de ADN y el inicio de la ingeniería genética extrema -Biología Sintética- está exponiendo un grado de dependencia entre las bacterias y nosotros mismos que, de ninguna manera, se sospechaba hace unos pocos años”.
Este profesor de investigación del Centro Nacional de Biotecnología, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, donde actualmente dirige el Departamento de Biología de Sistemas y el Laboratorio de Microbiología Medioambiental Molecular, cambiará el prisma más manejado por la sociedad: “A diferencia de los puntos de vista tradicionales, los microorganismos no son solo enemigos a combatir para superar infecciones, sino nuestros únicos aliados para enfrentar los grandes desafíos globales donde el futuro de la humanidad está en juego”. Su presencia en la UAL es, sin duda, una gran ocasión de escuchar a uno de los mejores especialistas en la materia, licenciado en Química por la Universidad Complutense y Doctor por la Autónoma de Madrid. Ha trabajado en el Instituto Pasteur de París (1984), en la Universidad de California en Berkeley (85-87), en la de Ginebra (88) y el Centro Federal de Biotecnología de Braunschweig, Alemania.
Su trayectoria siguió con la incorporación en 1991 al CSIC en Madrid. Se especializó en biología molecular y biotecnología de bacterias del suelo -particularmente ‘pseudomonas putida’- como agentes para la descontaminación de sitios dañados por desechos industriales. Es miembro de la EMBO, la Organización Europea de Biología Molecular, así como de la Academia Americana de Microbiología, y ha copresidido el grupo de trabajo entre UE-EEUU sobre Biología Sintética. También ha copresidido el Consejo de Ciencia y Tecnología del presidente de la Comisión Europea y ha publicado más de 250 artículos en revistas y libros científicos. En la actualidad, su trabajo explora la interfaz entre la biología sintética y la biotecnología ambiental.
El brillante colofón a la década que ha buscado la Facultad de Ciencias Experimentales, que ha sido en todo momento la encargada de la organización de los Viernes Científicos, queda incluso más patente al repasar los galardones con los que Víctor de Lorenzo ha sido reconocido. Así, en su currículum cabe destacar el Premio Rey Jaime I de Protección del Medio Ambiente en 2001, el Premio Internacional GlaxoSmithKline de la Sociedad Americana de Microbiología en el año 2008 o el Gran Premio de la Academia de Ciencias del Instituto Francés del Petróleo, también en ese 2008. Su reconocimiento internacional, traducido en los puestos y trabajos desempañados en Estados Unidos y Europa más los reconocimientos ya expuestos, dejan a las claras que su paso por la Universidad de Almería es un gran broche de oro a esta decena de años de divulgación.