Cierre de primer nivel internacional del curso académico del Máster de Estudios Ingleses de la Universidad de Almería de la mano de Richard Blair: “Su reflexión sobre los problemas de abuso de poder se gestó en la Guerra Civil española y dio lugar a ‘Rebelión en la granja’ y ‘1984’”.
No en primera persona, pero sí lo más parecido a ello, la atemporalidad del legado de George Orwell ha sido recordada en la UAL, siendo el mejor punto y final posible para una formación de postgrado que pretende ser excelente. El Máster de Estudios Ingleses de la Universidad de Almería ha traído, con la colaboración de la Facultad de Humanidades, un evento de extraordinaria importancia, una conferencia de Richard Blair, el familiar más cercano de uno de los grandes autores del siglo XX. Así, Eric Arthur Blair, que escribió bajo pseudónimo, ha sido el protagonista del cierre del curso académico a través de su hijo. De hecho, finalizó una de las cumbres de la literatura universal, ‘1984’, en Jura, una isla de Escocia, mientras que criaba a Richard en los primeros seis años de vida de aquel niño “adoptado y muy deseado”. Ahora, con 74 años y “encantado” de estar en el campus almeriense, ha disertado sobre la vida de su padre “desde su perspectiva de niño”.
Actualmente es presidente de la ‘George Orwell Society’, una organización benéfica que procura divulgar la vida y obra del escritor, pero a su vez el debate de ideas. En ese sentido, todo lo que el literato británico expuso en sus libros más conocidos tiene su aplicación en la situación actual. Nuestro país tuvo mucho que ver con su creación: “En realidad, la fuerza de esa inspiración sí que nació en España, donde combatió desde diciembre de 1936 a junio de 1937 con la República en Aragón y Cataluña; es posible que eso fuera la semilla, lo que vio en ese conflicto de intereses políticos, el fascismo, el comunismo, los totalitarismos, pero ya lo había vivido en gran medida con el imperialismo británico en Birmania, integrada en el Imperio Británico, donde vivió y fue agente varios años siendo joven”. George Orwell, de hecho, “lo criticó mucho en la novela ‘Mis días en Birmania’, en concreto lo que eran los poderes fácticos del imperialismo británico, el maltrato a las personas nativas y el abuso del poder”, a lo que Richard Blair añade que “empezó a reflexionar sobre los problemas de abuso y se gestó en la Guerra Civil española, dando lugar a ‘Rebelión en la granja’, una de las grandes sátiras políticas que se hayan escrito en el siglo XX”.
Tras el ascenso al poder de EEUU de Trump la novela ‘1984’ disparó sus ventas y se habló hasta de que era profética, pero sin embargo al hijo de Orwell le gusta no perder el orden cronológico: “En ‘Rebelión en la granja’ es donde se gesta el mensaje; es fundamental para hacernos mejores seres humanos, si bien esa no era la idea, sino la de ser conscientes de los problemas que hay delante y de la realidad de las enfermedades sociales de nuestra época”. En todo caso sí que ha reconocido que “las dos obras son muy parecidas, la primera es una sátira política y la segunda es una distopía política, así que lo que hace en ‘1984’ es conseguir reforzar la idea ya plasmada en ‘Rebelión en la granja’, que es el mensaje definitivo de ‘cuidado, este problema lo tenemos presente y si no lo remediamos a tiempo probablemente no haya solución’”.
El hijo ha recordado en Almería que en realidad Eric Arthur Blair, George Orwell para el resto del mundo, estuvo más interesado en quererlo “como padre” que en otra cosa; “Yo era un hijo muy deseado; su primera esposa, Eileen, falleció cuando yo tenía apenas diez meses; me adoptaron cuando yo apenas tenía unos días de vida y apenas me disfrutó, pero mi padre sí, pese a que era consciente de que tenía una enfermedad peligrosa, la tuberculosis, y tenía miedo de contagiarme, y también de alguna forma presagiaba que sus días llegaban al final y no tenía mucho tiempo, por lo que ni quiso crear un vínculo afectivo muy fuerte ni tampoco perderlo, pero sí me dio todo el amor de un padre”. Por tanto, la enseñanza que recibió fuera de eso es la misma que dejó para los demás: “Lo que presenta en las novelas es el abuso de poder, que es prácticamente inherente a la sociedad, al ser humano que ya estaba institucionalizado en su época y que hoy en día, por desgracia, sigue vigente”.
Richard Blair ha confirmado lo dicho por varios biógrafos de George Orwell sobre el más grande legado que habría dejado de no fallecer tan joven, a los 46 años: “Tenía pensado escribir una serie de ensayos y además otras tres o cuatro novelas que ya tenía construidas mentalmente, pero desafortunadamente no le dio tiempo”. Todo ello ha tenido desarrollo en la conferencia titulada ‘The Life and Times with my father, George Orwell (Eric Arthur Blair)’, que ha pronunciado en el Aula Magna de la Facultad de Humanidades como uno de los momentos cumbre de las visitas a la UAL. Este encuentro académico de primer nivel ha tenido entrada libre y ha sido promovido de un modo especial por Blasina Cantizano, coordinadora del Máster de Estudios Ingleses, y por el profesor Jesús Isaías Gómez, que además es miembro de la Orwell Society. Se ha tratado de una ocasión única de conocer al autor “desde la perspectiva del niño que fue su único hijo”.