El día culmen de los Cursos de Verano de la Universidad de Almería, con 13 seminarios simultáneamente, cierra el dedicado a las ‘Nuevas tecnologías aplicadas a las capacidades diferentes en el s. XXI’, así como ‘Dr. Google’, ‘Educación lingüística y literaria, comunicar en las aulas’ y también ‘Deporte y ocio incluso en la infancia y adolescencia’.
Este miércoles 10 de julio se ha visto en marcha todo el gran potencial de organización de los Cursos de Verano de la UAL 2019, ya que es el día con mayor número de ellos programados, cuatro finalizando, cuatro en su ecuador y cinco inaugurándose para sumar un total de trece. En el grupo de los que han echado el cierre está el dirigido por Antonio Bañón y Antonio Sánchez de Amo, titulado ‘Innovar para la diversidad: nuevas tecnologías aplicadas a las capacidades diferentes en el siglo XXI’. Precisamente sobre la aplicación de las mismas para el ocio inclusivo ha versado una mesa redonda final en la que han participado Alfonso Huertas, vicepresidente de PREJIDIF, Francisco Morón, coordinador de Voluntariado de la Fundación Telefónica, y Olga Berrios, responsable de Accesibilidad Cognitiva en Plena Inclusión, quien ha puesto sobre la mesa la situación de salida: “A veces la tecnología ni siguiera llega para las personas con discapacidad intelectual, que siguen utilizando el papel, ello por las dificultades de empleabilidad que tienen o por los escasos recursos que tienen sus familias”.
Ha añadido al respecto que “muchas veces no tienen ni teléfono móvil”, así que “empezando por ahí, resulta muy complicado”. Desde ese punto de inicio, “el planteamiento ha hacer es el de que esas personas deberían utilizar la misma tecnología que usamos todos, en este caso para el ocio o para cualquier ámbito”, pero ha formulado la pregunta de qué le falta a esa tecnología para dar ella misma una respuesta: “Una capa de accesibilidad cognitiva, que sea mucho más fácil de entender y que sea mucho más inclusiva”. Bajo el paradigma de que precisamente la tecnología debe caminar hacia una mayor calidad de vida y en este colectivo de la discapacidad hay mucho campo de acción, “todos los planteamientos dicen que las personas con discapacidad intelectual deberían ser las primeras en probar todas las tecnologías, porque si ellas las saben usar y las entienden, entonces estamos demostrando que la mayoría de la población las puede usar con facilidad, como se dice en programación, deberían ser los ‘beta tester’”.
En su puesta en común “el planteamiento principal es un enfoque de modelos”, en el sentido de que “igual que se ha hablado del de prescindencia o del modelo del rehabilitador, que tú uses la tecnología no te va a asegurar el mejor de los modelos”. En resumen, el fin está muy claro: “Un enfoque de generar dependencia de que las personas con discapacidad intelectual, que no están decidiendo, que no son protagonistas ni guionistas de su propia vida, y a ello plantar clara, crear, desarrollar y aplicar tecnología que realmente empodere a las personas para ser protagonistas de su vida”.
Ángel Gil-Agudo, jefe de la Unidad de Biomecánica del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, ha sido el encargado de abrir la última jornada, en su caso con el uso de la robótica y de los exoesqueletos en la rehabilitación de los pacientes, “un campo bastante novedoso, en el que se están produciendo constantes aportaciones desde el mundo de la ingeniería y desde el ámbito de la rehabilitación, y en el que tecnologías como la robótica o la realidad virtual están aportando líneas de trabajo muy interesantes”. A su juicio, se llega hasta el extremo clave de que “nos están cambiando el paradigma del tratamiento rehabilitador de estos pacientes, y si bien es verdad que no hemos llegado a la solución definitiva, sí se están danto pasos importantes incluso en temas de compensación de funciones, como la marcha en personas que no podían caminar antes y que con estos dispositivos se les ofrece una esperanza muy importante no ya de futuro, sino con unos buenos resultados reales en la actualidad”.
Respecto a las terapias con realidad virtual, “son muy motivadoras al hacerse en un entorno de casi un juego, permiten medir lo que el paciente hace, algo muy importante para los clínicos, y permite nuevos escenarios, como que la persona sea tratada desde su domicilio, o lo que viene a ser lo mismo, estamos caminando hacia una nueva forma de organizar los servicios y de tratar a las personas”. Claro está, “todo esto se consigue a base de investigación, y las políticas que dan la financiación se entiende que van a mejorar la calidad de vida de las personas, sin olvidar que es obligado que estas técnicas tengan un precio asequible, porque la cuestión económica es una barrera importante, que sean a bajo coste para que puedan ser incorporadas a la vida del mayor número de personas posible”. Encantado de formar parte del curso, “la piedra angular de este tipo de avances es la multidisciplinariedad, y estos espacios de encuentro de profesionales de los distintos ámbitos es clave”.
Final de tres cursos más
También sobre inclusión, pero desde otro punto de vista diferente, se ha cerrado brillantemente el curso ‘Deporte y ocio inclusivo en la infancia y adolescencia’, con sede en el Centro Deportivo de la UAL. Igualmente han echado el cierre otro de actualidad candente e interés social, ya que la temática abordada toca de cerca de todos, como ha sido ‘Doctor Google: cómo han modificado Internet y las redes sociales la información en salud y su efecto en la relación médico-paciente’. A estos dos se ha sumado uno más de especialistas en didáctica, en el que se ha reseñado la gran importancia del desarrollo de las competencias comunicativas. Se trata de Educación lingüística y literaria: comunicar en las aulas”.