El investigador de IFAPA, Pedro Gómez, ha explicado en el Curso de Verano de la UAL ‘Almería, una realidad trepidante para la mejora genética de hortícolas’ la importancia de que la investigación pública repercuta en beneficio del sector hortofrutícola.
La segunda jornada del Curso de Verano de la Universidad de Almería dedicado a la mejora genética de hortícolas ha tenido como protagonista al Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA). Los participantes se han trasladado en la jornada matinal hasta este centro para conocer sus instalaciones y así como para asistir a tres ponencias: dos dedicadas a las resistencias en hortícolas y una tercera sobre la investigación pública que se hace en IFAPA.
Pedro Gómez, investigador de este centro, ha ofrecido la conferencia ‘Sinergias de la investigación pública en la mejora vegetal de hortalizas’. Durante la misma ha explicado “la relación del laboratorio público con la empresa, la importancia que tiene para nosotros que nuestra investigación vaya hacia la empresa, en este caso en investigación en mejora genética y genómica”.
Este investigador de IFAPA defiende que la investigación pública que realiza tiene como objetivo el desarrollo del campo. “Nosotros estamos en el centro de Almería y nuestro objetivo es el desarrollo del campo, sabemos que las empresas tiene sus visiones comerciales -que interaccionan muchas veces con el campo de Almería porque dan respuesta a sus necesidades- pero hay caracteres en los que nosotros nos acentuamos como el contenido en nutrientes o antioxidantes o por ejemplo para buscar materiales resistentes al Tomato Leaf Curl New Delhi Virus), un virus que hizo mucho daño”.
Un trabajo que hacen sin entrar en competición con las empresas del sector. “Las empresas hacen un trabajo finalista mucho más eficiente que el nuestro y nosotros lo que hacemos es apoyarlas, a veces en lo que ellas nos demandan y otras son ellas las que se interesan ellas por nuestros materiales”.
Los participantes han tenido la oportunidad de conocer diferentes elementos y materiales desarrollados por su grupo de investigación usados por varias empresas del sector. Destaca la población mutante de un tipo concreto de calabacín, “la primera a nivel mundial para la que han tenido y tienen un gran interés las empresas de semillas”, explicado Pedro Gómez. Una población mutante es una población a la que se ha inducido variabilidad genética al azar, como lo hace la naturaleza, “y permite seleccionar aquello que nos interesa como por ejemplo el sabor o la resistencia a determinados patógenos o a las altas temperaturas”.