Director del Laboratorio de Robótica de la Universidad de Stanford (EEUU), participará con una conferencia plenaria sobre el proyecto que lidera, el OceanOneK, consistente en una nueva generación de robots humanoides submarinos de exploración en aguas profundas, con manipulación bimanual, visión estereoscópica e interacción háptica con humanos.

En el marco del Simposio CEA de Robótica, Bioingeniería, Visión Artificial y Automática Marina -RBVM’25, que se va a desarrollar en la Universidad de Almería entre el miércoles y el jueves de esta semana, se llevará a cabo una conferencia plenaria de especial relevancia, tanto por la temática abordada como por el enorme prestigio del ponente. Justo en el ecuador de la intensa programación que, dada la importancia internacional del sector agro de la provincia, se dedicará en parte a las tecnologías de automatización y robotización de los procesos de producción agrícola, irrumpirá Oussama Khatib, director del Laboratorio de Robótica de la Universidad de Stanford.

Se trata de una de las personalidades más influyentes del mundo en el ámbito de la robótica y hablará sobre la exploración robótica en aguas profundas. No en vano, el programa técnico del simposio está compuesto por precisamente conferencias plenarias, sesiones de cada uno de los grupos temáticos de CEA y mesas redondas con instituciones y empresas interesadas en estas temáticas. Está patrocinado por el Comité Español de Automática y tiene el apoyo de los vicerrectorados de Política Científica y de Transformación Digital e Infraestructuras de la UAL. Constituye un punto de encuentro entre los investigadores de las diferentes universidades y grupos de investigación españoles que trabajan en este ámbito, y pretende integrar a empresas y profesionales del ámbito industrial.

Sobre la intervención del profesor Khatib, estará centrará en uno de sus desarrollos más recientes e innovadores: el robot humanoide OceanOneK, que ha tenido un notable impacto tanto en la comunidad científica como en los medios de comunicación. Y es que este avance representa un hito en la exploración subacuática mediante sistemas robóticos avanzados. El proyecto que él mismo lidera y que desarrolla su universidad es la evolución de uno anterior, por lo que se trata de una nueva generación de robots humanoides submarinos, con manipulación bimanual, visión estereoscópica y capacidades de interacción háptica entre humanos y robots. Con una profundidad máxima de mil metros, puede alcanzar sitios considerablemente más profundos que OceanOne, o sea, explorar una mayor variedad de ecosistemas con los que los investigadores pueden interactuar mediante la referida retroalimentación háptica.

Desde la organización no dudan en sostener que poder contar con la presencia de Khatib en la Universidad de Almería “constituye una oportunidad excepcional para la comunidad académica y científica interesada en el desarrollo de tecnologías robóticas de vanguardia”, recordando los méritos del ponente. Oussama Khatib se doctoró en la Escuela Superior de Ingenieros Aeronáuticos y del Espacio (Sup’Aero), de Toulouse, Francia, en 1980. Actualmente es catedrático de Ciencias de la Computación, y como ya se ha dicho, director del Laboratorio de Robótica de la Universidad de Stanford. Como queda demostrado a través del proyecto que va a explicar en la UAL, su investigación se centra en nuevas arquitecturas de control, algoritmos, sensores y diseños amigables para establecer una buena comunicación entre el humano y el robot, y poder utilizarlo con capacidades avanzadas en entornos complejos.

Sus trabajos muestran un especial énfasis en permitir que los robots interactúen de manera cooperativa y segura con los humanos y el entorno que los rodea. Estos estudios brindan nuevos conocimientos para una mejor comprensión de la biomecánica humana y el uso de robots en terapias de rehabilitación para humanos, en el entrenamiento atlético y en la mejora de rendimiento de deportistas. Esta aportación sobre la comprensión de la representación cognitiva humana de las tareas y las habilidades físicas está permitiendo la transferencia para aumentar la autonomía e inteligencia del robot. Con estas capacidades básicas, está trabajando en el uso de sistemas robotizados en la atención médica y el bienestar, la industria y los servicios, las granjas y las ciudades inteligentes, y los entornos peligrosos e inalcanzables, en las profundidades de los océanos, las minas y el espacio.

Es presidente de la Fundación Internacional de Investigación en Robótica (IFRR) y miembro del IEEE (Asociación Internacional de Ingenieros Eléctricos, Electrónicos y de Ciencias de la Computación). Es editor de la serie ‘Springer Tracts in Advanced Robotics’ (STAR) y del ‘Springer Handbook of Robotics’, que ha sido merecedor del Premio de los Editores Estadounidenses a la Excelencia en Ciencias Físicas y Matemáticas. Ha recibido también el Premio Pionero de Robótica y Automatización del IEEE (IEEE/RAS), en este caso “por sus contribuciones fundamentales en la investigación robótica, su liderazgo visionario y su compromiso de por vida con el campo de investigación de la robótica”. También es Premio al Liderazgo George Saridis del IEEE/RAS, Premio al Servicio Distinguido, Premio de la Asociación Japonesa de Robots (JARA), Premio Rudolf Kalman, Premio del Campo Técnico del IEEE y Premio Engelberger. El profesor Khatib es miembro de la Academia Nacional de Ingeniería de Estados Unidos.

Su charla en Almería tendrá lugar, por lo tanto, el jueves día 5 a partir de las 10.30 horas en la Sala de Conferencias del Edificio de Ciencias de la Salud. Será del máximo interés para los asistentes por lo que supone la figura de este reputado científico y porque versará sobre un tema que llama mucho la atención. De hecho, sus últimos trabajos con OceanOneK permiten que el usuario que lo utiliza pueda notar la fuerza que el robot está soportando a la hora de manipular cualquier objeto en el fondo del mar. Después de los primeros test en piscina en Stanford, el robot se ha embarcado en diferentes misiones en el año 2022 y se exploró los restos de un avión P-38 a 40 metros, un Beechcraft Baron F-GDPV a 67 metros, el submarino Le Protée a 124 metros, un naufragio romano en Córcega a 334 metros y el barco de pasajeros Francesco Crispi a 507 metros. Su misión final fue una inmersión profunda a 852 metros en la costa de Cannes, primera vez que un robot humanoide alcanzó tal profundidad tocando el fondo marino.

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