En el marco del primer Congreso andaluz sobre Agricultura, Energía y Agua, que ha comenzado este martes, se ha vislumbrado que hay un gran potencial de la energía fotovoltaica en el campo de cultivos intensivos bajo plástico.
Almería es el lugar del mundo con mayor concentración de invernaderos dedicados a la producción hortícola. Por este motivo, la provincia acoge desde el martes el primer Congreso andaluz sobre Agricultura, Energía y Agua que está permitiendo la reunión de expertos de diversas partes del mundo para debatir sobre las potencialidades de la energía fotovoltaica y sus posibles aplicaciones a la agricultura intensiva.
En este sentido, uno de los ponentes de la Universidad de Almería, el profesor Ángel Carreño, ha destacado que la utilización de paneles fotovoltaicos en los invernaderos puede permitir una mayor tecnificación de nuestra agricultura “ya que posibilitará el uso de sistemas altamente consumidores de energía a un bajo coste de la misma, mencionando como ejemplo la implementación de equipos de refrigeración o “cooling system”, el cual está muy poco implantado en la actualidad en los invernaderos de Almería debido a su alto coste en energía eléctrica, así como la posibilidad de incrementar las horas de iluminación durante el invierno mediante la utilización de LEDs de radiación PAR”.
En un futuro cercano, según el profesor Carreño, los paneles fotovoltaicos “serán más pequeños, tendrán un mayor rendimiento y además serán más baratos, por lo que la producción de energía para autoconsumo en el propio invernadero e incluso en las viviendas anexas de los agricultores será más rentable que conectarse a la red”. De esta forma, y cubriendo con placas solares flexibles de poco peso tan solo un 1% de la superficie del invernadero se podrán abastecer sus necesidades de energía eléctrica.
“Las posibilidades de crecimiento en los invernaderos son enormes”, ha declarado el ponente, ya que las necesidades energéticas se pueden cubrir con tan solo un 1% de sombreo con placas en la cubierta y podríamos multiplicar dicha cifra por 5 e incluso por 10 sin que los rendimientos de los cultivos se vean afectados. Hay que tener en cuenta que durante gran parte del año, en Almería hay un exceso de radiación solar y es por eso que aquí tenemos que “encalar” los invernaderos.
Además de todo esto, la utilización de placas solares sobre las cubiertas de los invernaderos podría contribuir muy positivamente a nuestro medio ambiente y a la generación de empleo, ya que su utilización masiva en Almería podría suponer una reducción de 6 millones de toneladas de CO2 vertido a la atmósfera, así como la creación de innumerables empleos dedicados a su instalación y mantenimiento.
En la misma sesión, han intervenido también la profesora Kerstin Wydra, de la Universidad de Erfurt, que ha proporcionado una “espléndida” visión sobre la necesidad de una transformación económica y social teniendo en cuenta el cambio climático, aspecto éste que también ha contemplado otra de las ponentes, la ingeniera Sabine Altmann, con una propuesta para la financiación de inversiones fotovoltaicas en países en vías de desarrollo.