Tanto en el campus como en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar se está llevando a cabo un proyecto para la conservación de esta pequeña rapaz amenazada en la provincia de Almería.
La Universidad de Almería ha presentado este viernes, 28 de junio, en el Jardín Botánico de Rodalquilar un proyecto en el que lleva trabajando durante meses y cuyo objetivo es reforzar las poblaciones de lechuza común de la provincia. Un ave rapaz amenazada en la provincia al verse reducidos sus hábitats por el efecto de la agricultura y la construcción.
Este proyecto ha contado con investigadores y expertos del Centro de Colecciones Científicas de la Universidad de Almería (CECOUAL) y de la asociación SERBAL, equipo veterinario y expertos en manejo de fauna de Oasys, así como un grupo de voluntarios. Entre todos han desempeñaron todas las tareas necesarias para conseguir que los objetivos y planes de trabajo se completaran de manera satisfactoria.
A través de este proyecto se ha llevado a cabo un Hacking o crianza campestre controlada -una de las técnicas más exitosas para introducir aves en el medio natural- en el edificio CITE V de la UAL y en parte del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. El área seleccionada dispone de lugares adecuados de alimentación para la especie, puesto que donde no hay actualmente invernaderos, existen multitud de terrenos que han sido invadidos por vegetación de saladar, carrizal y tarayal. Un tipo de hábitat donde son muy abundantes los roedores, especialmente el ratón moruno (Mus spretus), presa habitual de la lechuza.
El Hacking consiste en criar pollos en estado de semilibertad, colocándolos en un nido artificial adaptado a sus necesidades y facilitándoles alimento hasta que sean totalmente independientes, sin necesidad de adultos de su especie. Para el Hacking, se ha formado a un grupo de voluntarios a los que se les ha instruido en las diferentes técnicas de seguimiento y tareas de alimentación de los pollos.
El seguimiento de los pollos se ha controlado diariamente dentro de la caja nido mediante cámaras visión nocturna. Además, a los dos meses, cuando ya estaban listas para volar, se realizaron varias observaciones nocturnas desde el exterior para contemplar los movimientos de los ejemplares e igualmente, se instalaron dos cámaras de fototrampeo, una enfrente de la caja nido y otra en el lateral, que fueron revisadas a diario para dejar constancia de sus primeros vuelos.
Para el desarrollo del Hacking, investigadores y voluntarios, se implicaron en el cuidado y seguimiento de los pollos, y paralelamente se desarrollaron actividades de formación, divulgación y concienciación ambiental sobre este grupo de aves tan desconocido.
Además de conservar las poblaciones de lechuza común, otros beneficios de la reintroducción de la especie en la Vega de Almería son el aumento de la biodiversidad del lugar o el control natural de plagas de insectos y roedores, ya que la lechuza común es un ave que se alimenta de gran número de especies consideradas como plaga, y por ello, el incremento de lechuza, contribuirá a amortiguar los crecimientos descontrolados de estas poblaciones. Esto supone un servicio ecosistémico que beneficia al ser humano y que se debería fomentar como alternativa a los plaguicidas y raticidas tradicionales.