Inauguradas las ‘I Jornadas de Transferencia Hortofrutícula’ con un total de once ponencias sobre agronomía, ingeniería rural, eficiencia energética, sostenibilidad, seguridad alimentaria y cultivos emergentes.
La Sala de Grados del CITEV alberga durante los días 5 y 6 de octubre unas jornadas que “nacen con el espíritu de ir perpetuándose en el tiempo”, tal y como ha precisado antes de la inauguración de las mismas Francisco Camacho, delegado del rector para CIAIMBITAL y profesor de la UAL. En la apertura de las mismas también ha participado Antonio Posadas, vicerrector de Investigación. Su objetivo principal es el mismo que tiene el propio centro de investigación que las organiza en su razón de ser: garantizar la adecuada transferencia del conocimiento generado por parte de los investigadores a la sociedad en su conjunto y, en particular, a las empresas del sector.
Posadas se ha mostrado optimista respecto al futuro de estar jornadas: “Se han llamado primeras para que haya segundas y terceras, se va a consolidar seguro y es una alegría que las primeras jornadas de transferencia sean precisamente en agroalimentación”. La temática de las ponencias se distribuye en seis líneas distintas, que son agronomía, ingeniería rural, eficiencia energética, sostenibilidad, seguridad alimentaria y cultivos emergentes. La razón de ser de las jornadas se basa en la convicción de que el desarrollo de la agricultura intensiva descansa en la aplicación práctica del conocimiento y las soluciones innovadoras generadas en los centros de I+D+i al sector productivo.
Camacho ha explicado que “cuando hicimos el centro, uno de los objetivos que teníamos era transferir los resultados que se estuviesen obteniendo en proyectos que se terminasen ese año; por eso, una vez estabilizado el centro, llegan las jornadas, que se llaman primeras porque el año próximo, por estas fechas, esperemos hacer las segundas y así sucesivamente”. Para empezar, se ha alcanzado un gran nivel contabilizándose once ponencias de diversa temática: “Han salido de la oferta de los investigadores y ahora nos toca volcarlas al sistema productivo de Almería”. Se espera que crezcan mucho en adelante: “Hay compañeros que están avisando, diciendo ‘ahora no estoy pero en la segundas sí voy a estar porque termino mi proyecto”.
La investigación en CIAIMBITAL fluye de manera muy dinámica, y eso hace ser optimista a Francisco Camacho: “El año que viene, dado el número de proyectos que tenemos concedidos y las personas que están en el centro, serán más, y veremos cómo lo alargamos, o se hacen salones alternativos”. Por ahora se ha conseguido publicar un libro de 250 páginas y se ha despertado el interés de los representantes de varias empresas importantes del sector, que han seleccionado la asistencia para asistir a las ponencias que más aportan a su trabajo. Eso es, ni más ni menos, que el objetivo expresado por Antonio Posadas: “Darle un impuso los próximos años desde el vicerrectorado a todo lo que tiene que ver con la transferencia del conocimiento a la sociedad”.
Ha expresado su satisfacción de que el inicio se haga con estas ‘I Jornadas de Transferencia Hortofrutícola’: “Teníamos que empezar con una de las líneas de investigación prioritaria y estratégica que de esta universidad que es la agricultura, en concreto todo lo que tiene que ver con la agroalimentación”. La Universidad de Almería se abre a la realidad que la rodea: “Vienen empresas del sector agroalimentario almeriense, alguna de fuera también, y luego vienen grupos de investigación adscritos a CIAIMBITAL y otros que sin estar adscritos muestran interés en la transferencia agroalimentaria”.
El Centro de Investigación CIAIMBITAL da respuesta al reto de la transferencia tecnológica al sector productivo, y lo hace mediante el desarrollo de una investigación práctica orientada a aportar soluciones eficaces a los problemas reales del mismo. Es por eso que integra en un solo centro la I+D+i llevada a cabo en la Universidad de Almería en el ámbito agroalimentario a través de enfoques multidisciplinares e innovadores en todos los eslabones de la cadena, desde la semilla a la mesa. Ahora toca trasladar de manera eficaz y práctica el conocimiento generado en el centro y ayudar al desarrollo socioeconómico del entorno.