A partir de ahora el Comité Ético Experimentación Animal de la UAL puede certificar que los experimentos que se pretende hacer con animales son correctos. Esto supone mayor agilidad en la preparación burocrática de las propuestas. Anteriormente, había que solicitarlo a entidades externas ya homologadas.
La Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadera de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, ha autorizado al Comité Ético Experimentación Animal de la Universidad de Almería, liderado por el profesor Tomás Moya, como órgano habilitado para la evaluación de proyectos de experimentación animal. A partir de este momento podrá evaluar directamente los proyectos de investigación sobre animales, salvaguardando su bienestar. Hasta ahora, cuando algún investigador de la UAL solicitada un proyecto que supusiera experimentación sobre animales (por ejemplo, sobre nutrición de peces o diversas investigaciones que se llevan a cabo en la UAL utilizando ratas), era necesario acudir a un centro evaluador de proyectos homologado por la Junta de Andalucía, que certificaba que la experimentación era correcta y no habría maltrato sobre los animales.
Con la otorgación de este certificado, las autoridades sanitarias consideran que el Comité de Expertos, puede certificar los extremos anteriores, no sólo para los proyectos que los profesores de la UAL presenten, sino cualquiera que se solicite por parte de cualquier administración o universidad.
Esta homologación supone, en primer lugar, un reconocimiento al buen hacer profesional del grupo de investigación que lidera Tomás Moya y en segundo lugar, para los profesores de la UAL que solicitan proyectos que requieren experimentación sobre animales, una mayor agilidad en la preparación burocrática de sus propuestas, ya que anteriormente había que solicitarlo a entidades externas.
El Comité Ético Experimental de la UAL está formado por una Comisión de Bioética que tiene tres subcomités: el de experimentación sobre humanos, el de experimentación sobre animales y el de experimentación genética sobre agroalimentación. La función de cada uno es certificar que las propuestas de investigación que se van a llevar a cabo en un determinado proyecto de investigación se adecuan a la norma. En el caso de la experimentación animal, con una legislación más desarrollada que las otras dos, existen más requisitos en cuanto a la cualificación de los miembros del comité correspondiente.