Un total de 110 alumnos de institutos de toda la provincia de Almería se inscriben en la 54ª edición de este encuentro organizado por la Facultad de Ciencias Experimentales y la Real Sociedad Matemática Española.
Allá por el año 1993, “desde que el campus es Universidad de Almería”, se dio comienzo a la celebración de las Olimpiadas Matemáticas. 25 años después, y sin haber faltado ningún curso, “a las 10.00 horas exactamente en toda Andalucía se han iniciado las fases locales, y de la de Almería van a salir tres ganadores”. Así lo ha manifestado Juan José Moreno, vicedecano de la Facultad de Ciencias Experimentales de la UAL, aunque también delegado de la Real Sociedad Matemática Española, entidad organizadora de un evento que ha superado el medio siglo de vida. Los datos facilitados sobre esta edición de 2018 dicen que “han sido 110 los alumnos inscritos de institutos de toda la provincia, y la verdad es que el éxito de la convocatoria es cada año mejor”, según Moreno.
Han sido presentadas por el decano de la Facultad, Enrique de Amo, quien ha precisado que “las olimpiadas proponen problemas desde unas perspectivas muy distintas a como se suelen plantear en las clases, ya sean en la propia UAL o en el bachillero o secundario”. Más en concreto, “son problemas y no ejercicios, ya que un ejercicio es algo que tras someterse a una disciplina de estudio se sabe un método, pero con los problemas siempre habrá una idea feliz que tiene que ver con eso que se le pide al matemático, y es que sea capaz de resolver problemas novedosos”. Por lo tanto, y destacando que “hay muchas formas de llegar a una solución, se valora a los chavales el buscar nuevos caminos y fórmulas, y no solo se puntuará el que se resultado esté bien, sino que se haya resuelto de forma original y con perspectivas que no se le han ocurrido incluso ni al propio proponente del problema”.
A la fase nacional, que tendrá lugar en Jaén el mes de marzo, “irán doce de toda Andalucía, por lo que no todos los que ganan en las fases locales van allí, sino que se escoge a los mejores”. Así lo ha confirmado Juan José Moreno, quien además ha añadido que las pruebas de los ganadores en cada provincia son revisadas en otras provincias para así hacer la selección de los mejores, y Almería la verdad es que hasta ahora tiene un buen resultado”. De hecho, el año pasado se vino con una plata, pero primero el alumnado inscrito “se ha tenido que enfrentar a seis problemas por orden de dificultad en sesiones de mañana y tarde, parecido a un examen”, y como añadido “al final del curso, junto con las olimpiadas de física y de química, se hace un reconocimiento en el que se les entrega a los tres ganadores, hayan ido o no al nacional, un diploma y un premio”.
Siendo “un día muy matemático para la Universidad de Almería”, ya que los Viernes Científicos también han sido dedicados en esta jornada a esta ciencia, Enrique de Amo se ha querido quedar con la ilusión de los chicos y chicas participantes en las olimpiadas: “Las matemáticas son un momento de diversión a día de hoy en la UAL y solo hay que ver la cara de los chavales, que vienen a pasar una buena jornada, acompañados por sus profesores en una cita que responde a haber realizado durante cuatro meses una preparación previa”. Ha matizado el decano que “hay un gran equipo de innovación docente en la Universidad de Almería en el que están trabajando profesores universitarios y no universitario, explicando que las matemáticas son sentido común y lógica, y que ha desarrollado tres jornadas en el Poniente, dos en Adra, y dos en El Ejido, nueve en la capital y cinco en el Almanzora, en concreto en Cuevas del Almanzora”.
Todo viene siendo un conjunto de acciones dentro de una planificación que está dando buenos frutos: “El año se inicia con Indalmat, concurso de resolución de problemas matemáticos, y se tiene como nexo de unión común con las Olimpiadas Matemáticas el equipo de personas que estamos trabajando en ellas”. De Amo ha sido explícito: “Estas no son setas, sino un campo que se lleva cultivando muchos años y que ha desembocado en que este curso haya 75 alumnos en el primer curso y que 50 se hayan quedado sin matrícula”. A eso ha añadido algo fundamental como es que “se termina y en menos de dos años consiguen trabajo; está claro que el gusto por la matemáticas está, y si después hay empleo, miel sobre hojuelas”.