Un investigador de la Universidad de Almería ha colaborado en la publicación de un trabajo liderado por el grupo de investigación en ‘Biología de la Conservación de Especies Amenazadas de la Estación Experimental de Zonas Áridas’ (EEZA-CSIC), con el que se ha realizado un seguimiento por GPS a un grupo de estas gacelas puesto en libertad para estudiar cuál es el terreno idóneo para su supervivencia.
La gacela mohor (Nanger dama mhorr) es una de las especies de gacelas más amenazadas, de hecho, en la actualidad no existe ninguna población en libertad. Con el objetivo de garantizar su supervivencia fuera de los programas de cría en cautividad, se ha realizado un estudio que consiste en un seguimiento por GPS a un grupo de estas gacelas puestas en libertad en los terrenos que antes ocupaban.
Un investigador de la Universidad de Almería, perteneciente al grupo de investigación ‘Ecohidrología y restauración de tierras áridas’ (RNM927), dirigido por la catedrática de Universidad, Yolanda Cantón, ha colaborado en la publicación de este trabajo que ha liderado el grupo de investigación en ‘Biología de la conservación de especies amenazadas de la Estación Experimental de Zonas Áridas’, del CSIC.
Mediante el estudio de sus movimientos, los investigadores pretenden saber cuál es el terreno preferido por esta especie para vivir, lo que garantizaría el éxito de los programas de reintroducción en libertad que se están llevando a cabo. Los datos obtenidos de este seguimiento son de crucial importancia, puesto que la supervivencia de esta especie depende del éxito de los programas de cría en cautividad y la posterior reintroducción de los individuos en los territorios que estaban antes ocupados por la especie.
El problema que se han encontrado hasta ahora los investigadores cuando desarrollan estos programas de reintroducción, es que esta especie desapareció antes de ser estudiada en profundidad. Por lo tanto, no hay datos sobre qué territorio es el más favorable para garantizar el éxito de las reintroducciones futuras.
La investigación llevada a cabo mediante el seguimiento por GPS ha permitido conocer los primeros datos sobre las preferencias de esta especie a la hora de vivir. A partir de ellos, los investigadores han analizado cómo es el territorio (tamaño y características) y qué necesitan para desarrollar su actividad normal (comer, relacionarse con otros individuos, explorar, etc). Según los primeros resultados, parece evidente que se trata de una especie gregaria, que vive en grupo y que prefiere terrenos con topografía poco compleja y con abundancia de acacias, que es su principal fuente de alimento.
El estudio, que responde a un firme compromiso por la preservación de la biodiversidad, provee de datos originales que no solo favorecerán el éxito de la reintroducción de la gacela mohor, sino también de otras especies de ungulados sahelo-saharianas.
Este trabajo tiene su origen en la primera reintroducción de la gacela mohor en libertad, realizada a través de un programa de conservación ‘ex situ’ que la Estación Experimental de Zonas Áridas (CSIC) gestiona en su finca experimental ‘La Hoya’. Un programa que ha evitado la completa extinción de esta especie siendo su reintroducción en libertad en su hábitat original el objetivo último de su conservación.
La investigación ha contado con la colaboración del Alto Comisariado de Aguas y Bosques y para la Lucha Contra de la Desertificación (Haut Comissariat des Eaux et Forets et à la Lutte Contre la Desertification (HCEFLCD-Marruecos); ‘Nature Initiative’ (ONG marroquí) y la Fundación CBD-Hábitat (España).