Una nueva edición de los Viernes Científicos pone énfasis en abrir al público “lo mucho que tiene que aportar la ballena de Viator, que cumple con cuatro fases que se han expuesto en los trabajos científicos”.
En el año 2004 tuvo repercusión internacional lo que Fernando Muñiz, el protagonista del último viernes científico, investigaba en torno a una ballena sorprendente que se había hallado en Viator. Él, junto con Eloísa Bernáldez, trabajaron minuciosamente en este mejor conservado esqueleto de toda Europa y también sobre su entorno, lleno de huellas fosilizadas de crustáceos gigantes. Gran parte de todo ello ha sido compartido en la Universidad de Almería a través de la conferencia ‘Secretos que guardan los fósiles de ballenas’. Muñiz, del Departamento de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola de la Universidad de Sevilla, se ha mostrado “encantado de volver a Almería, porque siempre es un placer poder contar historias de fósiles”.
Se trata de un investigador comprometido con la transferencia de resultados: “Divulgar ciencia siempre es un gusto, y por ello me parece que estos Viernes Científicos de la Universidad de Almería son necesarios, porque es necesario divulgar la ciencia; me han enseñando los centros en los que se realizan actividades en ese sentido aquí en la UAL, y ya que la ciencia está cada vez más recortada, tenemos que ser nosotros los que tenemos que tomar la sartén por el mango y hacer propuestas de divulgación”. Por ello, ha destacado como “muy necesaria, incluso acercarla a la sociedad, más allá de lo puramente académico”, esta propuesta de la Facultad de Ciencias Experimentales: “Ese es el paso”.
En relación al contenido de su intervención, “los secretos de las ballenas son muchísimos y aquí conjugamos tres grandes conjuntos de información: lo ecológico con los estudios que hay sobre las ballenas actuales, cuando el cuerpo cae al fondo marino y todo el proceso que ocurre, cuando se produce el proceso de fosilización, lo que llamamos tafonomía, y en particular la icnología, o sea, cuando diferentes actores, seres y organismos, interactúan con el hueso de la ballena y dejan sus secretos, como pueden ser marcas de un tiburón u organismos que se alimentan de él”. En definitiva, se trata de “ser el ‘CSI’ del pasado, intentar reconstruir a partir de un cadáver, desde que se encuentra el resto, para llegar hasta el motivo de la muerte”.
La ballena de Viator ha sido en parte protagonista: “Estamos en fase de estudio y de todos los trabajos que se han expuesto, de las cinco fases que hay, cuatro están registrada en ella, por la fauna que tiene asociada, por marcas de tiburón… es un ejemplar digno de abrirlo al público”. En esa línea se ha expresado otro geólogo, si bien hablando en su cargo como secretario de la Facultad de Ciencias Experimentales de la UAL, Juan Gisbert, encantado de tener a Fernando Muñiz en sus Viernes Científicos: “Es uno de los grandes expertos europeos en tafonomía de ballenas, además es un geólogo, y es un placer para mí como colega, y está muy involucrado con la divulgación, algo que en lo que nos estamos volcando desde la Facultad”. Las ciencias ambientales ocupan la programación de esta actividad durante el presente curso.