Inaugurada una exposición de esculturas de pequeño formato del artista catalán afincado en Almería, que será además autor de otra obra señera bajo la que se entierre la Cápsula del Tiempo en el jardín del Paraninfo.
La Universidad de Almería, para cuando se cierre 2018, habrá organizado “unas 70 actividades destinadas a públicos muy diversos y más de cincuenta mil personas habrán compartido nuestra celebración”, según ha contabilizado María del Mar Ruiz, la vicerrectora de Extensión Universitaria y Deportes, durante la inauguración de una de las más esperadas de esas actividades enmarcadas en su ’25 Aniversario’. Una amplia representación de la vida cultural de la provincia se ha dado cita en la Sala de Exposiciones del Paraninfo de la UAL para participar en la inauguración de la muestra ‘Condición Humana’, de Javier Huecas, que va a permanecer abierta durante dos meses. Su colofón será un hecho muy relevante, desvelado por Ruiz: “Está previsto colocar una escultura de Javier en este jardín y al pie de ella se enterrará la ‘Cápsula del Tiempo’, que contendrá 25 objetos y que deberá ser abierta dentro de otros 25 años”.
Eso ocurrirá el día 16 de diciembre, y mientras tanto, en horario de mañana y de tarde, el público podrá contemplar “una exposición de esculturas de pequeño formato de Javier Huecas, un artista de una excepcional sensibilidad y que con su visión pesimista y descarnada del ser humano efectúa una revisión de las debilidades inherentes al ser humano”. Esas palabras de a vicerrectora han expresado el sentir del propio Huecas, que solo ha pedido una cosa: “Que la gente no se lleve indiferencia cuando salga de aquí, que le guste o que no le guste, que comparta o que no, me da igual, pero que no se vaya como el que ha visto una escultura de Lladró, una cosa bonita, o fea, me gusta, no me gusta… eso no; quiero que la gente salga con una opinión y no indiferente, porque eso sería aterrador”.
No solo eso, sino que el propio artista ha emitido una recomendación para afrontar la visita a la muestra: “Que se venga sin una idea previa, que entre, que mire y que sea la obra la que le forme la idea”. Quienes hayan visto antes la creación de Huecas “es inevitable que lleguen con una idea anticipada de lo que se van a encontrar, pero en la medida de lo posible sería apetecible que entrasen ‘en blanco’”. En ese sentido, es importante destacar que más de la mitad de lo expuesto es “de nueva creación, ‘Los Aulladores’, ‘Los Sopladores’, ‘La calavera de viaje’, homenaje a mi amigo muerto Rafael Gadea…”, ha matizado Huecas, que se entrega al barro: “Transmito lo que recoja el espectador; yo solo hago figuras e intento echar mis demonios fuera, y ahora que sea el espectador el que recoja, si es bien, ha valido la pena, y si no, no habrá valido la pena”.
De hecho, trabaja en gres cocido a 1.250 grados y coloreado con óxidos, en ‘monococción’ para “piezas sin bocetos”, ha confesado: “En algunas de pronto aparece la idea y en otras sí lleva en mente desde hace tiempo, pero hasta que no te pones con el barro no aparece la forma definitiva; unas veces piensas cosas, pero el barro te habla y te dice ‘no te puedo hacer lo que tú quieres, te tienes que acomodar a mí’, así que me someto al barro e intento siempre escucharlo”. Esta es una selección los últimos años realizada por un autor cuya creación está en la calle, como en la plaza de San Sebastián o frene al Teatro Apolo, figuras humanas en la línea que marca su hilo creativo: “Me involucro con el entorno para bien y para mal, porque cuando veo un destrozo cojo cabreos y cuando veo un acierto me da mucha alegría, sea en Almería, en el Sáhara, o en Canadá, cuando matan un elefante en África o las talas desproporcionadas en el Amazonas, esa noche no duermo, y ese malestar sale en la obra”.
Orgulloso de estar en el brillante programa cultural del ‘25 Aniverario’ de la UAL, ha dado las gracias por haberse puesto “todos los medios humanos y técnicos para que la exposición sea un éxito” y llegue al público: “La muestra, dentro de lo que yo puede dar de mí, es lo máximo”. En es línea se ha expresado la comisaria de la misma, Gádor Sánchez Barazas, al afirmar que en las 39 esculturas que la componen responden a la máxima de que “las fechas no son importantes, su obra tiene la coherencia de poseer un lenguaje propio y unos temas esenciales que están siempre presentes, estando a la cabeza el que da título a esta exposición: condición humana”. Sánchez ha abundado en ello desvelando que este autor “explora con crudeza el dolor, el miedo, la angustia existencial; en su trabajo hay inteligencia, valentía y desesperanza, en general todo aquello que invita a la reflexión y que mantiene viva la creación artística, que pare él no es una elección, sino una orden de batalla”.