‘La magia de la cámara oscura. La cámara estenopeica y técnicas fotogramas’ es uno de los cursos organizados por el Aula para este cuatrimestre. Se desarrollará hasta el 24 de abril de la mano de Ilan Wolff, uno de los mayores especialistas en crear fotografías a través de cámaras oscuras.
Cada viernes por la tarde, desde el pasado 4 de marzo, 7 personas se reúnen con Ilan Wolff, experto en crear fotografías a través de cámaras oscuras, en el Aulario I de la Universidad de Almería. Son los participantes del curso ‘La magia de la cámara oscura. La cámara estenopeica y técnicas fotogramas’ organizado por el Aula de Fotografía de la UAL, dependiente del Secretariado de la Cultura, del Vicerrectorado de Comunicación y Extensión.
La cámara oscura es un instrumento óptico que permite obtener una proyección plana de una imagen externa sobre la zona interior de su superficie. Consiste en una caja cerrada y un pequeño agujero por el que entra una mínima cantidad de luz que proyecta en la pared opuesta la imagen del exterior. Este instrumento constituyó uno de los dispositivos ancestrales que condujeron al desarrollo de la fotografía.
Este curso, que se desarrollará hasta el 24 de abril, tiene como objetivo “dar a conocer al público antiguas técnicas de la fotografía pero con una visión moderna. Estas técnicas nos ayudan a comprender cuál es el proceso para hacer una fotografía, apartándonos de la inmediatez de las cámaras digitales”, explica Ilan Wolff.
Los participantes recorren todos los pasos, desde la construcción de sus propias cámaras (con la planificación y el trabajo manual que esto implica), la comprensión de las distancias focales, la importancia de la luz, el revelado en el cuarto oscuro de los negativos y finalmente su transformación en positivos. En resumen, “la importancia de la planificación de cada paso para conseguir un buen resultado final. La visión contemporánea la conseguimos cuando aprenden a curvar y deformar los edificios y paisajes, trabajando con las orientaciones de las cámaras sobre el trípode”.
Para el responsable de este curso, la experiencia está siendo muy positiva. “Los participantes se están mostrando muy receptivos a esta forma de trabajo, comprenden que es un proceso lento que requiere atención y están muy implicados. A pesar de que el sol es un factor importante para este tipo de fotografía, todos están teniendo paciencia y trabajando durante la semana, tomando las fotos cuando la luz es más favorable, para tener el día del curso material disponible para seguir trabajando”.
Dos de los alumnos se trasladan desde otras provincias para asistir a este curso. La mayoría de los participantes no tenían conocimientos previos de fotografía analógica, pero, tal y como explica Wolff, “no son necesarios tenerlos para este tipo de cursos. Es un proceso sencillo que no requiere de uso de tecnología, solo materiales sencillos e imaginación”.
De momento, y aunque queda aún la mitad del curso en el que explorarán otras técnicas y nuevas formas de expresión artística, lo que más le está gustando al alumnado “es estar trabajando en los baños de químicos con las luces rojas, ya que les parece que están dentro de una película, es un momento muy divertido. Y otra cosa que les sorprende es ver aparecer la imagen en el papel fotográfico cuando está en el revelador: la magia de la fotografía”.
Ilan Wolff es uno de los mayores especialistas en la técnica de cámara oscura. Desde 1981 se ha especializado en la creación de fotografías mediante esta técnica, con cámaras hechas con cajas o latas viejas. Ese mismo año fue responsable del departamento de Fotografía de la N. Bloomfield Academy of Art en Israel.
Continúa su actividad como freelance en Ámsterdam, Nueva York y París utilizando principalmente su furgoneta como cámara pinhole. Imparte sus talleres en escuelas, universidades, museos y centros de arte en diferentes ciudades europeas durante buena parte del año, ya que vive entre Alemania, Francia y Almería.