La cita de nueve días con la música de los siglos XVI al XVIII profundiza en la relación musical, cultural y política entre ambos países en ese periodo.
El Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco (FestiMUVB) comenzó el viernes su 21ª edición y, con ello, su tercera década de presencia en los veranos de la localidad almeriense. En esta ocasión, la cita lleva por título Entre Italia y España y está dedicada a profundizar en las relaciones musicales, culturales e incluso políticas entre ambos países en el periodo que transcurre entre los siglos XVI y el XVIII. Esta edición se abrió con un pequeño acto de inauguración y el primer concierto, a cargo de la formación Vesalius, y concluyó el sábado 30 de julio con el concierto conjunto de todos los alumnos de la Academia de Música Renacentista y Barroca del festival. Son nueve días que llevan a la localidad nueve conciertos, un paseo musical por los espacios más emblemáticos de Vélez Blanco, un seminario internacional de Historia y un ciclo de conferencias relacionadas con el título de la edición. Se trata, en definitiva, de una de las apuestas musicales y culturales más potentes y completas del panorama nacional.
En el breve acto de inauguración estuvieron representantes de las numerosas instituciones que soportan el festival. Amalia Magán, directora de los Cursos de Verano de la Universidad de Almería (UAL) –en los que se enmarca la Academia de Música Barroca y el Seminario de Historia del festival– explicó el deseo de la UAL de estar presente en “un entorno patrimonialmente tan importante como este en el que, además, se ofrece una propuesta de gran calidad y en la que se miman todos los detalles”. Por parte del ayuntamiento de la localidad estuvo Ana Mª López, alcaldesa en funciones, que insistió en el prestigio del festival y aseguró que harían “todo lo posible por seguir ayudándolo”. Concepción Pérez Morales, en representación de la Diputación de Almería, auguró “un futuro prometedor” a “una de las citas culturales y musicales más importantes de España y que ofrece un valor añadido” a toda la comarca de los Vélez. José Luis Delgado Valdivia, delegado de Turismo de la Junta en Andalucía, aseguró que ”en los próximos días, el público disfrutará de la cultura y, también, de la magia” que producen estas citas. Daniel Pérez, por su parte, representante de Cajamar, recalcó el interés de su institución por seguir apostando por el festival.
Fernando Martínez, Secretario de Estado de Memoria Democrática, habló en nombre del Gobierno y de las dos instituciones gubernamentales patrocinadoras, Acción Cultural Española e INAEM (Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música). Martínez recordó “el alcance internacional que ha tomado el festival”, algo difícil de imaginar cuando se puso en marcha, hace ya más de dos décadas y de lo que “Vélez Blanco ha de estar muy orgulloso”. Se trata, recordó, de un acontecimiento cultural anclado en dos hechos fundamentales, “la gran tradición musical de esta zona y el necesario apoyo de instituciones de numerosos ámbitos”. Martínez agradeció el apoyo expreso que todos los representantes dieron a la continuidad del festival y de su patrocinio. La directora del Festival, Cándida Martínez, agradeció el apoyo durante años de las instituciones y del público al festival y recordó que “en esta edición, volvemos a contar con los mejores solistas y grupos para el lema que hemos elegido, Entre Italia y España”, en una cita que “más allá de los conciertos, es convivencia, compartir experiencias, aprender y disfrutar del entorno”.
El festival está dirigido por Cándida Martínez quien explica que “el Festival de Vélez Blanco es mucho más que un excelente conjunto de conciertos. Es convivencia y contacto cercano entre el profesorado y el alumnado, además de una forma de adentrarse en la Historia, de disfrutar de un entorno y de una forma de vivir que sorprende a quien no lo conoce”. Martínez añade que quienes acudan no solo “compartirán experiencias musicales, una sensación importante por sí sola, sino que trabarán amistades y, con seguridad, proyectos futuros”. Para la directora, esta cita que cumple ya 21 ediciones es “un sueño que se hace realidad cada año en un entorno rural de enorme belleza patrimonial y medioambiental” porque, concluye “Vélez Blanco no está lejos y, por supuesto, no está lejos lo que merece disfrutarse”.
La Academia de música ofrece en esta edición cinco cursos específicos –canto, canto coral, orquesta barroca, sacabuche y ministriles y viola da gamba– y entre los profesores que impartirán los cursos se encuentran la gran soprano navarra María Bayo, en el curso de canto, el director Aaron Zapico a cargo del de orquesta barroca o Francisco Blay, miembro de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. La academia acoge en sus diversos cursos algo más de 90 alumnos y alumnas. Noelia Reverte como profesora del Curso de Viola da gamba y el contratenor Jorge García como director del Curso de Canto Coral completan la nómina de docentes de la academia. Los conciertos tendrán lugar cada noche en espacios emblemáticos de Vélez Blanco.
Los conciertos y la academia musical son una parte fundamental del festival pero no lo son todo. El contexto histórico lo aportan el Seminario Internacional de Historia-Taller Doctoral y el ciclo de conferencias. El seminario está dirigido por los profesores Francisco Andújar Castillo, de la Universidad de Almería, Jean-Frédéric Schaub, de la École des hautes études en sciences sociales, y Bernard Vincent, de la École des hautes études en sciences sociales. Los asistentes participarán en cinco sesiones de trabajo en torno a investigaciones abiertas sobre la historia moderna de la monarquía hispánica en todas sus dimensiones políticas, territoriales, sociales y culturales, en la época moderna. Por su parte, el ciclo de conferencias tiene el objetivo de contextualizar la música que se escucha a diario en el festival. Los intervinientes en esta edición son: Gaetano Sabatini, de la Universidad Roma Tre), Pilar Ponce Leiva, de la Universidad Complutense de Madrid, Valentina Favaro, de la Universidad de Palermo, Bernard Vincent, de la EHESS de París), e Ignacio Rodulfo Hazen, también de la Complutense de Madrid).