Expertos de distintos ámbitos y representantes de las administraciones públicas debatirán entre los días 2 y 4 de julio sobre la necesidad de darle al suelo agrario almeriense la consideración de industrial y que se dote de infraestructuras urbanas como parte de una gran reordenación.
Se repartirá entre el Castillo de Santa Ana de Roquetas de Mar y la Cooperativa Vicasol, y su nombre es ya de por si una invitación clara a la reflexión: ‘La ciudad agrícola: ciudad continua’. Cuenta con la dirección de Valentín Trillo Martínez y Andrés García Lorca, rodeados de un importante elenco de invitados: “No podremos hablar antes del camino que se va a seguir en el curso porque pretendemos juntar a todos los agentes relacionados con este ‘patrimonio inmaterial’ –como zona de mayor producción agrícola que se ha convertido en una masa urbana-, y ver si realmente esa ‘ciudad continua’, ese mar de plástico, tiene una posible intervención desde el Colegio de Arquitectos, desde la sociedad, que convierta esa singularidad en algo por encima incluso de lo que hoy día representa, que no es poco”. Esa es la ambición que se tiene con esta propuesta inserta en los Cursos de Verano de la UAL, en palabras de Trillo.
Este doctor arquitecto, profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, es un reputado especialista internacional en proyectos museográficos e interpretación del patrimonio y parte del Departamento de Proyectos Arquitectónicos de la misma ETSA, lo que le influye a la hora de ver el curso precisamente como eso, como un proyecto, “con las fases que conlleva, algo más profundo, un procedimiento que parte de conocer las necesidades de todos los agentes antes de proponer nada”. Es una continuidad, ya que Martínez Trillo ha recordado que “los cimientos de este curso se pusieron durante la realización del que se hizo el año pasado sobre un ‘master plan’ de la ciudad de Almería”, y ha dejado claro que “se pretende abrir la posible estructuración, aprovechamiento, mejora de las posibles eficiencias, pero sin tocar la producción que se genera en estos campos, conocida mundialmente como ejemplo de sostenibilidad”.
El codirector del curso ha resumido el planteamiento general en el deseo de que “en Almería no se incurra en los mismos errores de otros territorios anteriormente, no perder la singularidad y a la hora de crecer, no hacerlo con los mismos problemas que los demás, pese a estar injustamente tratada en cuanto a dotación de infraestructuras y equipamiento”. Es básica la participación de las instituciones, “porque de ellas partirán las iniciativas que se puedan estructurar”, siendo esta iniciativa “Me quedaría muy satisfecho si el año que viene hablamos de las medidas que se estén tomando “no una revisión crítica de la arquitectura, sino todo lo contrario, aunar, debatir y ver líneas de trabajo”. En ese sentido, Valentín Trillo estaría satisfecho con que las medidas surgidas de este curso “se vieran aplicadas el año próximo, entendiendo que el curso no es independiente sino una primera piedra a cosas que sucedan después”.
Se identificarán las cuestiones que no están funcionando en esa ‘ciudad continua’, y a partir de ello se podrá contar con un procedimiento de cómo abordarlas. De hecho “el mismo título es ya una provocación a la reflexión necesaria”, ha insistido Andrés García Lorca, que ha abundado al respecto: “Ver cómo el concepto de ciudad trasciende de lo que es meramente como espacio urbano, sino que va más a la prestación de actividades y servicios relacionados íntimamente con la vida del protagonista de la ciudad, que es el ser humano”. Su aspecto concreto, el que tratará con una ponencia, es la geografía urbana de la industria agrícola: “Llevo defendiendo desde hace muchísimo tiempo la concepción de que la actividad agraria en la provincia de Almería es un sector industrial más que un sector de producción primario, y eso nos lleva a la reflexión de ‘ciudad agraria: ciudad continua’”.
Se ha referido García Lorca a que “exige servicios, recursos íntimamente ligados a la función urbana, pero da para mucha más reflexión porque hay que mirar el desarrollo que ha tenido el modelo almeriense, que es único, que parte de una planificación inicial del Instituto Nacional de Colonización con un sistema de núcleos y de posesión de la tierra que ha sido desbordado por un crecimiento muchos veces anárquico y de una lógica de producción del suelo, y ello acompañado de una carencia de infraestructuras”. Es un curso “que promete, con un debate profundo, donde se hará un análisis del sistema almeriense urbano territorial y poder prever lo que se va a hacer en el futuro”. El codirector ha puesto como gran reto “hacer sostenible un modelo territorial que ha triunfado pero que también tiene enormes fragilidades, así que es el momento de repensarlo para ver si realmente lo podemos hacer sostenible, eficiente productivamente, equilibrado medioambientalmente y justo socialmente”.