El ex vicepresidente del Gobierno asegura que con una amplia mayoría a favor se puede hacer frente a los partidos que solo quieren ‘dinamitarla’.
Este lunes, 16 de julio, ha comenzado uno de los Cursos de Verano de la Universidad de Almería que más personalidades del ámbito político va a traer estos días a la capital almeriense, el de ‘Reforma constitucional y crisis territorial’. En su inauguración ha contado con la presencia del ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra al que este curso le parece “científicamente adecuado y políticamente oportuno”.
Carmelo Rodríguez, rector de la Universidad de Almería, ha destacado la importancia de dar cabida a esta temática en los Cursos de Verano. “La reforma constitucional es un tema del que se viene hablando desde hace mucho tiempo. La Constitución de 1978 ha tenido un papel muy importante, pero la sociedad actual ha cambiado mucho”. Además, asegura que “con los problemas que ahora mismo está atravesando España, principalmente en Cataluña, está más de moda y parece que esa reforma de la Constitución es cada vez más imperiosa”.
Alfonso Guerra, encargado de ofrecer la ponencia ‘España en la encrucijada: reforma constitucional y crisis territorial’, ha explicado que la Constitución española de 1978 lleva un capítulo específico dedicado a su reforma y que es “la única constitución que no tiene reservas en ningún artículo para ser modificado, es decir, que se puede modificar todo lo que hay en la Constitución. No es el caso de Alemania, Francia o Italia que tienen reservas en aquellas cosas que no se pueden tocar siquiera”. Por tanto, cree que las críticas a que la reformar constitucional es compleja por el número de diputados a favor que exige “es una crítica equivocada”.
El ex vicepresidente del Gobierno defiende su reforma pero con una condición: “hay que ponerse de acuerdo y lograr el consenso que se logró en 1978 porque sabemos que hay partidos que no están dispuestos a su reforma porque lo que quieren es dinamitar la Constitución (bien partidos nacionalistas, bien partidos populistas)”. Por tanto, ha asegurado que “habrá que hacer un consenso de aquellos que están dispuestos a la reforma de la Constitución, es decir, a defender su existencia. Por eso me parece muy interesante que la Universidad de Almería haya optado por hacer estos días un curso específicamente destinado a la reforma de la Constitución y más concretamente en el tema territorial”.
Guerra ha explicado que en España hay dos posiciones “un poco extrañas: algunos dicen ‘no se puede tocar’ y otros sin embargo dicen que hay que reformar muchas cosas porque solucionaríamos todos los problemas de España reformando todos los artículos. Y eso es falso: los problemas políticos se resuelven con la actuación política de los gobiernos y de la oposición”.
Guerra si ve razones para modificarla, pero no las que se oyen de forma más habitual: la de “darle la oportunidad a los jóvenes que no la votaron de que lo hagan” porque, se pregunta, “¿qué hacemos entonces con la Constitución de Estados Unidos si no queda ni un ser vivo que la votara?”; y la que se basa en que las leyes en 40 años se hacen viejas porque “esos mismos que aseguran eso están completamente de acuerdo con las leyes vigentes de 1462 de Cataluña o de 1261 del País Valenciano. Y no parece que sea congruente”, concluye.