Este estudio mundial, publicado en la prestigiosa revista ‘Nature Communications’, ha contado con la participación de 40 grupos de investigación, entre los que se encuentran el formado por los investigadores de la Universidad de Almería, Juan Rubio-Ríos y Jesús Casas.
Un estudio llevado a cabo por más de 40 grupos de investigación de todo el mundo, integrados en la red de investigación GLOBE coordinada por Luz Boyero, y en el que han participado los investigadores Juan Rubio-Ríos y Jesús Casas, del grupo Ecología Acuática y Acuicultura (RNM 346), ha arrojado datos hasta ahora desconocidos sobre el importante papel que juega la diversidad en el funcionamiento de los ríos de cabecera.
Los investigadores han utilizado la tasa de descomposición de la hojarasca como herramienta para medir el funcionamiento y la salud del ecosistema fluvial. Este proceso juega un papel clave en los intercambios de carbono entre la biosfera y la atmósfera, con potenciales retroalimentaciones sobre el clima global.
El conocimiento de la relación entre la diversidad de especies de detritívoros (animales que se alimentan principalmente de materia orgánica en descomposición) y los procesos de los ecosistemas, como por ejemplo la descomposición de la materia orgánica, puede desvelar información valiosa sobre cómo los ciclos biogeoquímicos (procesos que garantizan el constante reciclado de aquellos elementos que son estrictamente necesarios para la vida y nuestra supervivencia (nutrientes), mediante la conversión del estado orgánico al mineral y viceversa) están siendo afectados por las actuales tasas de extinción de especies. No obstante, las evidencias que hasta el momento se tenían procedían mayoritariamente de estudios a escala local o de experimentos en microcosmos. Ahora, gracias a este estudio desarrollado en 38 ríos situados en 23 países y 6 continentes en el que ha participado la Universidad de Almería, se ha podido estudiar tal relación a escala global. Algo sin precedentes hasta la fecha.
El estudio publicado el 17 de junio en la revista ‘Nature Communications’, revela una fuerte relación positiva entre la diversidad de detritívoros y las tasas de descomposición de materia orgánica en las cabeceras fluviales. Esta relación, se hace aún más patente en zonas tropicales, dónde una posible extinción de especies de detritívoros podría alterar gravemente el proceso de descomposición de hojarasca, dada la baja diversidad local de detritívoros en estas latitudes.