El Curso de Verano ‘Emprendimiento social, todos podemos ser actores de cambio’ concluye explicando el papel de un tipo de emprendedor que cada vez tiene más peso a nivel mundial y que no sólo busca el beneficio económico, sino ayudar a quienes lo necesitan.
Un emprendedor social “no emprende para hacerse rico, ni para comprarse un yate, para comprarse otra empresa o invertir en Bolsa, emprende porque quiere solucionar a gran escala la vida de muchas personas en educación, en hambre, en enfermedades, en género, en todas las cuestiones donde los seres humanos tienen necesidades o sufrimientos”, ha explicado Antonella Broglia, licendiada TEDxMadrid, embajadora de Ashoka y una de las ponentes del último día del Curso de Verano ‘Emprendimiento social, todos podemos ser actores de cambio’.
Un cambio, que ha subrayado comenzó hace siglos “si hoy tenemos ciertos derechos respetados, o logros sociales es porque hubo emprendedores sociales que han luchado para que nosotros hoy tengamos mejoras”. Esta es la finalidad máxima del emprendedor social, personas que cada vez tiene más peso debido, por un lado, al aumento de las necesidades de las personas por la crisis económica y, por otro, a que hoy en día “hay instrumentos tanto tecnológicos como sociales que permiten que la iniciativa de uno pueda tener un alcance global. En eso ha cambiado el mundo: una persona con una idea en una aldea, es una persona con una gran idea, pero hoy esa persona tiene la posibilidad de llegar al mundo entero con su concepto porque hay plataformas como TEDX, y muchas otras, que se dedican en ir a buscarle y amplificar su idea. Ese es el motivo por el que el emprendedor social tiene tanto impacto, porque ha cambiado el sistema de relaciones, y la comunicación permite que uno pueda cambiarlo todo.
Además, ha indicado que Ashoka es una plataforma que trabaja en 70 países desde hace 37 años. “En España comenzamos a trabajar hace 10. Desde entonces hemos conseguido identificar a 29 emprendedores sociales que trabajan en la educación, en el género, en la pobreza, en la discapacidad, y en la educación”. En todo el mundo tienen identificados 3.300 casos de emprendimiento social.
Este último día de curso ha contado también con la presencia de Anna y Mark Vives, fundadores del proyecto BOX21, Fundación Itinerarium, quienes han participado en la mesa redonda ‘Conoce los emprendedores sociales más innovadores del mundo’. Han explicado a los alumnos la idea de que “tenemos que tener la mente tranquila, pensar bien. Porque cuando pensamos bien y tenemos cerca un entrono positivo y agradable, somos capaces de sacar lo mejor de nosotros y lograr cualquier éxito”.
Anna Vives, una joven con síndrome de Down es la creadora de una tipografía de letra que tiene más de 8 millones de descargas en todo el mundo. La ha utilizado el Fútbol Club Barcelona, el River Plate y Jorge Lorenzo. Anna “ha demostrado que todos tenemos capacidades, y lo más importante, no sólo es la letra de Ana, es la letra de un equipo y sumando capacidades podemos conseguir cualquier cosa”, asegura Mark Vives. Para la Fundación Itinerarium “la inclusión es el futuro. Entendemos la inclusión como un mundo para todos, donde todos somos personas y no hay discapacidad, o sí que la hay porque todos somos tenemos discapacidades, yo llevo lentillas, no escribo con la izquierda y tampoco he subido nunca al Everest y Ana es un poco sorda, tiene el síndrome de Down, pero una memoria fascinante, es positiva, alegre, divertida, maravillosa. Esos valores son los principales en este mundo. Esta suma de capacidades es lo importante. Por eso hoy vamos a explicar hoy a los alumnos que pueden conseguir su mejor versión, pero siempre que estén rodeados de personas que sumen también su mejor versión”.