Arrancan los cursos ‘El análisis social del ciberespacio’ y ‘Técnicas de neutrones, electrones y rayos X’.
El hotel Nuevo Torreluz acoge desde este miércoles el curso ‘El análisis social del ciberespacio’ en el que se profundizará en la contribución de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en el desarrollo del fenómeno de la radicalización (política y religiosa) y se ofrecerá formación en el software de análisis de redes sociales como herramientas que permiten detectar los perfiles sociales de quienes difunden discursos del odio desde el ciberespacio.
Las conexiones entre los dos mundos sociales -offline y online- constituirán el centro de los debates, así como las propuestas de intervención exitosas que, en el marco educativo, avisan y previenen de los efectos sociales perversos que pueden derivarse de los entornos metaversos. El primer ponente de este curso ha sido Juan Díez Nicolás, profesor emérito de la Universidad Camilo José Cela, quien han impartido la conferencia ‘Consecuencias sociales de la digitalización’.
“La tecnología es neutra, pero no lo que hacemos los seres humanos con ella. Se puede utilizar para bien, pero se puede utilizar para mal. Por ejemplo, se puede hacer un uso bueno de la energía atómica para realizarte una prueba médica que requiera energía nuclear, pero cuando se utiliza para soltar una bomba sobre Hiroshima y Nagasaki, pues ya no es bueno. Lo quiero decir es que la digitalización como tal tiene consecuencias positivas como, por ejemplo, poder hablar con voz e imagen con personas en distintos países. La parte negativa es que nos hace adictos. Hoy en día, sobre todo los más jóvenes parecen que no pueden hacer nada sin el móvil”
Sobre si la digitalización es más positiva que negativa en términos generales, Juan Díez, explica que es difícil hacer una evaluación. “Creo que, en general, toda la tecnología es positiva, pero nos ayuda a una adaptación a nuestro entorno, a nuestro medio -tanto natural como social- cada vez más perfecta, pero cuanto más perfecta es la adaptación, más vulnerables somos. Hace unos años estuve en Canadá tras una enorme nevada que dejó una zona sin electricidad durante varias semanas. Al preguntar allí cómo lo habían llevado, me dijeron que los más mayores lo habían llevado bien (hacían lo que habían hecho de jóvenes, como salir al campo a recoger leña para calentarse y, además, tenían velas) pero que los jóvenes se pasaban el día dándole al interruptor de la luz para ver si había vuelto. Esto nos hace ver que somos más vulnerables porque nos cuesta volver a atrás. La digitalización está muy bien, siempre que no se pierda de vista el pasado porque en el momento que falla nos volvemos muy vulnerables”.
El ponente ha explicado que todo en la vida tiene su cara y su cruz, entonces, “que pesen más las consecuencias positivas que negativas de la digitalización depende de cada persona. Sin embrago, el peligro de la tecnología es que hay demasiado poder cada vez en menos manos”. Así, ha puesto como ejemplo los pocos y grandes grupos financieros que están detrás de los numerosos bancos o las grandes empresas del automóvil que controlan todas las marcas.
Curso de Verano ‘Técnicas de neutrones, electrones y rayos X’
Desde este miércoles también está en marcha el Curso de Verano ‘Técnicas de neutrones, electrones y rayos X’ que se está impartiendo en inglés en el Auditorio de la Universidad de Almería, con la participación de 32 estudiantes.
Se trata de un curso que se centra en la interacción de los neutrones, electrones, y rayos X con la materia y su amplio campo de aplicaciones, abarcando desde técnicas de caracterización y análisis de materiales hasta pruebas de diagnóstico biomédicas. La presencia de ponentes de reconocido prestigio internacional y dilatada trayectoria profesional en las diferentes especialidades permitirá que los estudiantes matriculados adquieran una visión global del estado del desarrollo científico-tecnológico en estas áreas y las perspectivas futuras.
Este miércoles han participado Javier Campo, investigador de OPI, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; Ulli Köster y Thomas Hansen investigadores del Instituto Laue Langevin (Francia) y Martin Adam de Bruker AXS.