Otras tres sedes más se suman desde este miércoles y hasta el viernes al intenso programa estival de esta semana de la Universidad de Almería, dos de ellas, Tíjola y Cuevas del Almanzora, centradas en la gestión de residencias de mayores y discapacidad, y en el esplendor de la minería almeriense como memoria y recurso para el desarrollo, respectivamente.
Los Cursos de Verano han hecho visible su descentralización en el tramo final de la semana más intensa en su programación, presentes este miércoles en cinco sedes simultáneas. Una de ellas, Cuevas del Almanzora, ofrecerá dos de los seminarios del programa separados por el paréntesis del fin de semana. Así, se ha inaugurado el primero de ellos y además se ha aprovechado para adelantar la presentación del segundo, que será ‘Yuder Pachá y la presencia hispana en la curva del Níger’. En cuanto al que ya está en funcionamiento, su título es ‘Patrimonio minero. Memoria y recurso para el desarrollo local’. En un acto conjunto, presidido por la vicerrectora de Comunicación y Extensión Universitaria, María del Mar Ruiz, junto con el alcalde de la localidad, Antonio Fernández, se ha contado con Andrés Sánchez Picón, director del seminario dedicado a la minería, y Antonio Llaguno, codirector junto a Mónica Fernández del que analizará a Yuder Pachá.
María del Mar Ruiz ha destacado precisamente la intención inicial de “proyectar la Universidad de Almería lejos de las fronteras del campus” a través de los Cursos de Verano y el éxito de haberlo logrado, “es un orgullo”, gracias a la colaboración con otras entidades e instituciones como el Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora, agradeciendo su total predisposición. No en vano, y tras ofrecer el marco general de esta vigésima tercera edición, ha reconocido que “por primera vez son 24 cursos en 8 sedes, lo que supone un esfuerzo organizativo y de planificación importante, garantizando las condiciones sanitarias mínimas ante la COVID”. Ha hecho mención al espacio elegido para el desarrollo de sendos cursos, “con un especial encanto, el castillo del Marqués de Los Vélez, que va a facilitar que nos traslademos a otra época”, textualmente: “En ambos se va a hablar de patrimonio e historia, y se pondrá en valor el anhelo de una época en la que a vida y los acontecimientos se tomaban su tiempo para acontecer y trascender”.
Lo ha situado frente al “concepto del mundo que tenemos hoy, todos con prisa y rendidos ante internet y las nuevas tecnologías”, y ha hablado en relación a ello de la misión de los próximos días: “Estos dos escenarios de contraste, el pasado y el futuro, se van a encontrar aquí, y por ese motivo can a ser cursos muy inspiradores de los que van a fluir muy buenas ideas”. En relación al que se dedica a la minería, destacará “una zona de gran relevancia en el XIX, la Sierra de Almagrera, a la que se hará una aproximación “desde distintos puntos de vista histórico, patrimonial y turístico, acercamientos fundamentales para el desarrollo local y para la promoción de la comarca”. La siguiente semana, “se pondrá en valor la huella de diferentes personajes, algunos anónimos y otros conocidos, en disciplinas desde las artísticas, poesía, literatura, música…, a las religiosas o las políticas”. En ambos casos, lo que se pretende es “el debate, la interacción y el intercambio de conocimientos y experiencias entre los expertos que van a confluir en este espacio y los participantes”.
Antonio Fernández, alcalde Cuevas del Almanzora, ha dado la bienvenida y ha agradecido a la UAL la elección de su localidad como doble sede de los Cursos de Verano: “Los dos serán de gran interés, no solo por las temáticas que abordan, sino también por las personas que los dirigen y las que impartirán las distintas ponencias, que son de alto nivel, con mucha experiencia en la enseñanza y que son grandes apasionados del patrimonio histórico, y cultural, material e inmaterial, de nuestra provincia”. Así, se ha referido a que “no solo es una formación especializada para los estudiantes, sino una grata experiencia por poder conocer in situ lugares donde por ejemplo se desarrolló la industria minera que marcó un punto de inflexión en la historia local y provincial”. Se ha confesado “orgulloso de ser parte de los Cursos de Verano” por “dar a conocer la riqueza patrimonial y cultural cuevana”, y ha expresado su intención de darle continuidad en próximo año.
Andrés Sánchez Picón, director del curso sobre patrimonio minero, ha sido además el primer ponente del mismo con la charla con título ‘La significación histórica del patrimonio minero: el caso de la provincia de Almería’. Ha reconocido que tiene una relación con Cuevas del Almanzora desde hace tiempo, “mis primeras investigaciones sobre la historia de la minería en Almería tenían a Sierra de Almagrera como un escenario fundamental”, y ha valorizado “la importancia, la coherencia y la oportunidad” que hay en realizar estos cursos”. No es fruto de la casualidad, puesto que “este ayuntamiento lleva acabo una actividad cultural inusitada en los últimos años, itinerarios, charlas, puesta en valor de espacios… que le están dando protagonismo a la localidad”, y hablar de patrimonio minero en ese emplazamiento “es algo que no necesita justificación”. Dicho de otro modo, “para los estudiosos en esta materia, hablar de Cuevas o de Almagrera es levantarse y descubrirse”.
Lo ha dejado claro al definir la sierra como “uno de los templos de la minería española del siglo XIX, de los lugares emblemáticos y que además causó una conmoción de ámbito nacional extraordinaria que ha dejado un legado diverso”. De entrada está el que ha llamado “el obvio, las minas, los restos de las fundiciones”, pero ha catalogado otro “indirecto, que es el relacionado con toda la configuración de los pueblos, el patrimonio arquitectónico”, y uno más, “el legado intangible, como es la tradición del cante de las minas en el flamenco, o una cierta literatura influenciada por los escenarios mineros del XIX y principios del XX”. Para el catedrático Sánchez Picón, todo esto “ofrece muchas posibilidades, de disfrute de los ciudadanos pero, también ser un activo para el desarrollo del territorio”. Así ha montado el curso, “en torno al legado como memoria y como recurso”, contando para ello con “extraordinarios especialistas de muy variada procedencia disciplinar” para analizar “un legado polifacético”.
En cuanto a Antonio Llaguno codirector del curso ‘Yuder Pachá y la presencia hispana en la curva del Níger’, ha detallado por su parte su interés por este personaje, lo cual se remonta a su época como alcalde de Cuevas: “Me vinieron a contar que un paisano había conquistado cinco siglos atrás el Sudán Occidental, y eso motivó que me empezara a interesar por este tema, viendo que la historiografía europea de ese momento situaba al presencia de los primeros hispanos y blancos en Tombuctú en torno a 1860, ya que surgieron sociedades africanistas que daban premios a los exploradores que llegaran allí y explicaran el itinerario para llegar a esta ciudad mítica”. Después realizó viajes en los que pudo constatar que “no era cierto, ya que la relación de Andalucía con el Níger databa de mucho antes, del siglo XIII, basada en el comercio de tres productos básicos, la sal, el oro y los esclavos”. De ahí surgieron unas “autopistas culturales entre el Mediterráneo y Níger con un protagonismo especial de la antigua Andalucía”. Este curso busca “justicia” en “recuperar estos personajes, que no fueron como aventureros sino como creadores de cultura”.
Tíjola
Está en funcionamiento también el curso ‘Envejecimiento de la población y calidad de vida: gestión de residencias de mayores y discapacidad’. Con sede en la Casa de Cultura ‘Fidela Campiña’ de Tíjola, sus directores son María José Cazorla, profesora de Derecho Civil en la Universidad de Almería, y Antonio Carrión, gerente y administrador del Grupo Gerial y experto en protección y tutela de personas mayores por la UAL. Esta propuesta pretende profundizar en que tanto la gestión de las residencias y centros de mayores como en vida de estas personas y las más vulnerables se ha transformado en los dos últimos años como consecuencia del COVID-19. En esa línea, los municipios rurales precisan de recursos sociosanitarios que contribuyan a mejorar la calidad de vida del envejecimiento de la población. Se plantea como taller práctico, con el fin de mejorar la formación activa y práctica de profesionales de centros y residencias, usuarios, cuidadores, estudiantes, guardadores, y profesionales del sector sociosanitario y jurídico, con el fin de lograr de este modo avanzar en la calidad de vida de nuestros mayores y personas dependientes.