Este arte marcial ofertado por el Servicio de Deportes junto a Defensa Personal, dentro de Salud, roza la treintena de inscritos, lo que supone duplicar la cifra respecto al curso pasado, todos ya con su primer kyu.
Se han sentido preparados y han estado luciendo sonrisa en la espera. Sí, un examen, pero sin nervios. El aikido ha calado hondo en todos ellos desde el primer ‘ukemi’ y lo han demostrado ante la presencia de Pedro Núñez, el director del Servicio de Deportes, que ha querido acompañarles en un momento importante no solo para los alumnos, sino para la propia UAL: “Se hace por primera vez en nuestra institución un examen de grado, lo que tiene una gran relevancia y viene a demostrar que la Universidad de Almería ya es tenida en cuenta en este arte marcial que tanto contenido tiene, que proporciona equilibrio físico y mental y que representa la variedad y la riqueza de la oferta deportiva que la UAL propone”. Todos, prácticamente treinta, han logrado su primer kyu tras superar con brillantez la prueba ante un referente del aikido.
Vanesa Estévez se ha mostrado muy feliz, siendo una más entre los aspirantes en el día a día pese a realmente ser su sensei y haber logrado recientemente su 2º Dan: “No se pueden impartir las clases de artes marciales como se hacía antaño, porque como amante de la educación entiendo que igual que no se puede enseñar en un colegio como se hacía en los años 50, no se puede enseñar artes marciales como hace un siglo, o medio, o como se hace en Japón o cualquier país de Oriente, porque Occidente no funciona así”. Los números han ‘cantado’ y “este año se ha duplicado el número de alumnos”. A eso se ha unido algo que se puede catalogar como histórico: “Se hacen por primera vez exámenes oficiales tanto de nivel nacional como internacional, porque los examina el Maestro César Febles”.
Llegado desde Tenerife y con la experiencia de haber pisado tatamis de medio mundo, se trata de uno de los más importantes nombres del aikido, 6º Dan por la Real Federación Española de Judo y Deportes Asociados, donde se engloba este arte marcial, y 6º Dan del Kagami Biraki de Tokio.: “Él ha venido a examinarlos a ellos y también a mi trabajo; conforme vayan obteniendo grados, se les convalidarán por el Consejo Superior de Deportes”. Estévez se caracteriza por su cercanía, “clases distendidas de un grupo que acaba por ser familiar, en el que está claro que todo el que pasa, se queda”. En referencia al momento vivido esta semana, “ha sido importante para ellos, porque han superado su primera prueba y han puesto en escena el trabajo realizado hasta ahora”.
El propio César Febles ha ratificado la buena labor que en la Universidad de Almería se hace: “El enfoque que ha conseguido darle Vanesa a las clases y su pedagogía hacen que sea adecuado para los estudiantes, adecuado para relajarse de las tensiones diarias que pueda provocar la vida en el campus; aquí ella ha conseguido crear un ecosistema seguro, tranquilo y bastante amigable, amable, vienen y saben que van a ser muy bien tratados, respetados, que van a aprender y se van mejor que como llegan”. No se puede olvidar que “los conflictos existen, y lo que diferencia al aikido es la manera de gestionarlos, ya que te da las herramientas para tratar esa situación sin verte partícipe ni implicado emocionalmente, sino de manera protocolaria, aséptica y limpia”.
La recomendación del Maestro de estar tranquilos no les ha hecho falta a unos alumnos que han ratificado todas esas palabras de Estévez y Febles. Manu, estudiante de Ingeniería Informática, ha sido claro al respecto: “Estoy muy contento, no te sientes inferior y aprendemos juntos, me gusta mucho la sensei porque no te hace sentirte mal, y es algo que dije desde el principio, si haces algo mal, no te hace sentir mal, sino que te enseña y no te echa para atrás, anima a seguir y no te sientes mal contigo mismo”. Lo ha tenido muy claro: “Siempre me han gustado este tipo de deportes y al estar en la UAL, salir tan bien de precio y que venía bien con mis horarios, pues me decidí”. Lalo, también de Informática, ha añadido que “poco a poco te sientes más tranquilo”. Carlos, de Enfermería, ha sumado más argumentos: “Me está gustando más de lo que esperaba, me aporta agilidad y control sobre mi cuerpo, me siento más sano”.
Andrea, de Psicología, va a por su segundo año en el aikido y ha ratificado ese dato: “Lo que me aporta es autorregulación, y teniendo en cuenta la sociedad en la que estamos de menosprecio a la mujer, este arte te puede ayudar. Cuando empiezas tu cuerpo te controla a ti y después tú a él”. En cuanto a Wasima, estudiante de Biotecnología, ha buscado novedad: “Me apetecía hacer algo diferente, no siempre fútbol, baloncesto, balonmano… y además aprender algo para poder defenderme. Sin nada de conocimiento previo, me apunté tras verlo en la página de Deportes”. Marina, su compañera de tatami y de carrera, ha argumentado todo lo dicho: “Empecé por el hecho por servirte de defensa personal pero más que eso es un deporte que tiene mucho más detrás de lo que piensas; me lo paso muy bien y vengo súper contenta a las clases”.