Remontada de la UAL en la final de consolación frente a la Bahcesehir University de Turquía para ser terceros del continente, yendo de menos a más y reponiéndose de la dura semifinal disputada apenas horas antes y del golpe moral de haber merecido luchar por el título y verse fuera.
Ceremonia de clausura. Entrega de medallas. Anuncio de la presea de bronce por parte del conductor del acto final y toda la grada corea ‘Almería’ durante el tránsito de la delegación de la Universidad de Almería hacia el podio. Ese emocionante momento de todas las universidades europeas participantes homenajeando a la UAL se ha ganado con buen fútbol y con deportividad durante el campeonato, pero también con saber estar y con empatía de los almerienses hacia las demás. Verdaderos animadores, contagiando el buen ambiente y dando una lección de lo que debe ser un encuentro internacional como este, la verdadera victoria de los chicos de ‘Inda’ ha sido la conquista de los corazones de las selecciones femeninas y masculinas que han luchado por el cetro continental durante una semana completa. Atrás ha quedado algo de lamento por la mala suerte y el mal sabor de merecer más, enjugado con el 2-1 contra Bahcesehir University tras sufrir y remontar y con el triunfo del cariño recibido por parte de todos los países tras haber sido los artífices de la convivencia y la diversión, enalteciendo los valores del deporte.
Y es que, una vez con la perspectiva que otorga analizar el torneo completo, la Universidad de Almería ha dado la mejor imagen posible y puede sentirse muy orgullosa del papel que ha hecho su selección de fútbol. No en vano, en lo deportivo ha subido al podio por tercera vez en la que ha sido su séptima participación, un éxito al alcance de pocos y que amplía los buenos resultados anteriores. Así lo ha comprendido y celebrado los jugadores, pese a que les ha costado encajar la eliminación en semifinales y activarse de nuevo, sin respiro, para disputar un segundo partido 16 horas después de caer en los penaltis, o su quinto encuentro en otros tantos días. De hecho, tras el pitido inicial de la final de consolación ha dado sensación de cansancio físico y anímico, lo que se ha confirmado con el avance del cronómetro, sufriendo hasta el descanso. A él se ha llegado perdiendo 1-0, por lo que ha tocado dar otra lección más de carácter: rehacerse, volver a ser el gran equipo que se ha visto durante toda la semana y remontar.
Nada ha sonreído al combinado almeriense en esta edición del Campeonato de Europa de Fútbol de la EUSA, organizado por la Universidad Camilo José Cela, pero pese a ello se ha colgado un bronce de ‘color dorado’. La sensación es haber conservado el prestigio labrado durante años en este torneo y ser los campeones morales. Se han ganado cuatro partidos y se han empatado dos, en ambos habiéndose estado muy cerca del triunfo. Por lo tanto, la UAL ha concluido invicta y siendo merecedora de una recompensa mayor, ello sin restar importancia a la tercera plaza final. Esa ha sido la conjura en el vestuario durante el intermedio de encuentro por el tercer y cuarto puesto para obrar la remontada. En el reinicio se ha echado el resto, se ha tirado de la unión de grupo y de orgullo, sin achicarse ante la agresividad en el contacto puesta por los turcos cuando se ha impuesto la lógica y se han visto superados por el mejor fútbol de los almerienses.
Analizando el partido, a los dos minutos Naser ha probado suerte con un tiro muy duro que se ha marchado ligeramente alto, pero ha respondido de seguido el conjunto de Turquía con un chut a bocajarro de Traore, obligando a un paradón de Javi con los pies muy cerca de la frontal del área chica. Los siguientes minutos han dejado claro que había complicaciones para montar el ataque y problemas atrás, lo que se ha pagado en una pérdida y otro tiro cercano de Traore, que esa vez sí ha acertado. En el minuto 22, nada más volver de la parada técnica para agua, ha llegado el 1-0, un jarro de agua fría para la UAL, sufriendo después bastante pese a la ‘no había brillantez’ en la propuesta turca. El mismo Traore se ha topado de nuevo con Javi en un lanzamiento ajustado y raso, siendo en la recta final Aydin el que ha llevado el peligro a la meta azul en jugada personal. Entre medias, dos faltas sin consecuencias y un tiro de Álvaro a las manos de Celep como bagaje de la Universidad de Almería.
La segunda parte ha servido para dar un giro completo, apretando desde el inicio. Una pared de Aranda y Naser ha finalizado con disparo del segundo, fuera por poco. Pese a que Bahcesehir University ha cortado el ritmo todo lo que ha podido, el campo se ha inclinado hacia su portería y el fruto ha llegado en el minuto 51, con una combinación entre Beas y Víctor García, que ha subido banda y ha puesto un centro recogido por Naser para sacarse un chut cruzado e inapelable que ha establecido el 1-1. Se ha mantenido la constancia en el empuje y se ha resistido todo lo posible las provocaciones rivales, destinadas precisamente a romper ese ritmo de la UAL, muy superior y dominadora clara. Así, en dos saques de banda consecutivos ejecutados al interior del área por Darío, una pieza clave por experiencia y versatilidad, a la segunda ha peinado Castillejo y ha remachado por bajo Joseca, ambos de refresco en la gestión del banquillo realizada por el técnico ‘Inda’. Así ha llegado, en el minuto 66, el 2-1, ya definitivo.
Ha habido emoción hasta el final, que podría haberse acabado si a David Simón no se le va alto un remate cercado a raíz de una falta lateral terrorífica cometida sobre Fran Oller. Pero ha tocado lo de casi siempre en este Campeonato de Europa, sufrir pese a no recibir ningún tiro a puerta, en una situación de tensión y tanganas con la que el equipo de Turquía ha buscado a la desesperada llegar a los penaltis. Incluso ha dispuesto de una falta a favor al borde del área ocho minutos por encima del tiempo reglamentario. El lanzamiento de Erten, por fin efectuado tras varios rifirrafes y una roja por agresión para el portero turco, incorporado al remate, se ha marchado por encima de un bien colocado Javi y por fin ha sonado el pitido final y con él ha llegado la certificación de un bronce con sabor a oro para la renovada selección de fútbol. Ha habido un simbólico cambio de Iván Parra por Darío y la Universidad de Almería se mantiene como potencia del continente.