El Auditorio de la Universidad de Almería ha acogido las jornadas ‘Almería emprende’ en las que han participado ponentes de la talla de Vicent Rosso, cofundador de Blablacar.
Con el fin de que los estudiantes de la Universidad de Almería conozcan de primera mano el camino del emprendimiento, este miércoles, 19 de febrero, se han desarrollado las jornadas ‘Almería Emprende’ con la participación de empresarios -de la provincia, resto de España y otros puntos del mundo- que han creado empresas de éxito. El evento está patrocinado por Cajamar Caja Rural, El Pita, El Cable -la aceleradora de la capital almeriense que impulsan Andalucía Open Future-, Telefónica, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Almería.
El vicerrector de Postgrado, Empleabilidad y Relaciones con las Empresas, Juan García, ha explicado que el emprendimiento no solo es una salida profesional, sino que la actitud emprendedora es importante en cualquier ámbito. “La tiene que tener un empresario, pero también un agente, un rector de universidad o un equipo de gobierno. Por lo tanto, esa actitud, esa iniciativa para emprender nuevas ideas y proyectos también debe tenerla un trabajador dentro de una empresa”. Además, ha hablado de la importancia del fracaso como aprendizaje. “En nuestra sociedad se ve como algo malo pero en otras como la anglosajona el fracaso se ve como una oportunidad de aprender. Aquí presentamos casos de éxito pero estoy convencido de que nos van a hablar también de sus dificultades, de los fracasos anteriores, de los que, seguro, aprendieron antes del éxito”.
Uno de los ponentes destacados ha sido Vicent Rosso, cofundador de Blablacar, quien ha comentado que emprender “es sufrir, pasarlo mal y resolver muchísimas situaciones” y que ya que se pasa mal, “que sea por algo ambicioso”. Rosso ha indicado que emprender pasa por tres partes: equipo, producto, y crecimiento. “Un buen equipo es fundamental para que funcione, también hay que tener una visión de dónde quieres estar en 10 años, no al año siguiente, porque tenéis que atraer a gente que se una a vosotros, que dejen un trabajo estable porque crean en vuestra idea y vean futuro”. Además, ha señalado que el proyecto tiene que ser ambicioso “porque os va a costar mucho sacrificio y por lo menos que sea por un gran sueño, por el que merezca la pena”. Y sobre el producto Rosso ha afirmado que “debe llegar al mayor número de personas desde el principio para no tener que ir adaptándolo conforme vaya creciendo”. También les ha aconsejado a los asistentes que tengan en cuenta que el producto “nunca se acaba porque siempre está creciendo”.
Por otro lado, de las dificultades a las que se enfrenta el emprendedor ha hablado Ramón Puchades, responsable de una empresa de diseño estratégico. “Creo que el emprendimiento es una actitud frente a la vida que te hace afrontar los proyectos y ser un poco más resiliente porque es un camino complejo que no es nada fácil”. Para Puchades, el principal escollo de los emprendedores en España es la cultura. “Es un territorio complejo para emprender, no hay muchos mecanismos sociales, no se habla de emprendimiento y tenemos una cultura conservadora frente a los riesgos que supone emprender”. Pese a los obstáculos anima a quienes quieren emprender, pero les pide que “se formen bien, conozcan bien los riesgos, y que asuman cierta incertidumbre y algunas cicatrices, pero el cambio compensa. El emprendimiento es necesario para la sociedad porque si no emprendemos, nos emprenden”.
Andrés García, director de Banca de Empresas del Grupo Cooperativo Cajamar, ha asegurado que desde esta entidad, “vamos ayudar en todo lo que podamos para que haya más emprendimiento porque es un bien para la sociedad. Buscamos gente con ideas que quiera desarrollar proyectos y que termine creando empresas y puestos de trabajo”.
Las jornadas han contado también con la participación de Agustín Moro, que ha hablado del caso de éxito de Gádor Espinosa; Mela García, de Ingenia Solar, Manu Alarcón, de La Gergaleña; Jesús Vega y Andrés Contreras que han hablado de ‘El nuevo emprendimiento’ y Cristina Balbás, de Escuelab.