Con el objetivo de abrir vías de colaboración la UAL se ha reunido con la Delegación territorial de Regeneración, Justicia y Administración Local en Almería para avanzar además en la oferta de prácticas para el alumnado.
Estrecha colaboración entre ambas instituciones para encontrar sinergias en materia de docencia, igualdad y transferencia de investigación. La última reunión ha sido con motivo de la visita realizada al Servicio de Atención a Víctimas (SAVA) por el vicerrector de Postgrado, Empleabilidad y relación con empresa e instituciones, Juan García García; la vicerrectora de Estudiantes Igualdad e Inclusión; Maribel Ramírez Álvarez; y su directora de la Unidad de Igualdad de Género, Eva Díez Peralta.
En esta reunión, cuya iniciativa ha partido del delegado territorial, José Luis Delgado, se ha dado a conocer el trabajo de acompañamiento en todo el procedimiento judicial que realizan los profesionales del SAVA con las víctimas de cualquier delito, aunque la gran mayoría de las personas que acuden a este servicio son mujeres víctimas de violencia de género.
El vicerrector de Postgrado, Empleabilidad y relación con empresa e instituciones, Juan García ha asegurado que: “Ha sido una magnífica oportunidad para conocer más en profundidad este servicio de interés para toda la comunidad universitaria y desde el punto de vista profesional para las facultades de Derecho, Educación, Psicología y Salud. Esta visita nos ha permitido tratar temas de interés mutuo como la divulgación en la UAL del quehacer del SAVA, la colaboración en formación, el retomar las prácticas externas en el servicio, así como, realizar acciones de transferencia de conocimiento, entre otras».
Por su parte, el delegado territorial ha explicado que: “Uno de los objetivos que nos pusimos en la Consejería que dirige Juan Marín a la llegada al Gobierno fue mejorar la atención a las víctimas, y, por eso, incluso hemos ampliado el servicio con el SAVA itinerante, para acercarlo a todas las víctimas, para que todas tengan la misma atención con independencia de dónde residan”. Esto ha permitido que también cuenten con oficinas en los partidos judiciales de El Ejido y Huércal-Overa.
En este sentido, Delgado ha indicado que una de las tareas fundamentales del SAVA es evitar la doble victimización para lo que se ha dotado también a los estos servicios de nuevas salas Gesell, que permiten grabar la declaración y conformar la llamada prueba preconstituida.
El perfil de la víctima que acude al SAVA es el de una mujer, de entre 30 y 44 años, soltera, con estudios primarios, en situación de desempleo, con domicilio en una capital de provincia, que ha sufrido un delito de tortura o contra la integridad moral y cuya relación con el autor del delito es de expareja. Por contra, el perfil medio del victimario es el de un hombre, también de entre 30 y 44 años.