Además de la lectura de un manifiesto, la jornada contó con la presencia del reputado neurólogo Jordi Peña Casanova quien ha ofrecido una ponencia.
Con motivo del Día de la Salud Mental, la Facultad de Psicología de la Universidad de Almería organizó el jueves pasado una jornada que tuvo como protagonista al neurólogo Jordi Peña Casanova, quien ofreció una conferencia.
Peña Casanova es un experto de reconocido prestigio en el ámbito de la neuropsicología. Dirigió durante muchos años el servicio de Neurología de la Conducta y Demencias del Hospital del Mar en Barcelona y es profesor en el Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la UAB. Además, ha escrito numerosos libros de texto y es creador de pruebas neuropsicológicas de referencia en el campo como el Test Barcelona.
La conferencia versó sobre una actualización de los grandes sistemas o “bloques» en los que está organizada la función cerebral. Se parte de la propuesta inicial (1973) del gran neuropsicólogo ruso Aleksandr Romanovich Luria (1902-1977), en la que se distinguen tres bloques funcionales. El modelo de Luria ha quedado obsoleto y requiere una actualización. En la actualidad se habla de cinco bloques que fue explicando. “A partir de este modelo se extraen conclusiones para realizar mejor la actividad clínica, especialmente la evaluación de las capacidades mentales”.
Peña Casanova habló de la importancia de la estandarización de instrumentos para la evaluación de las capacidades cognitivas, destacando “el proyecto Neuronorma: proyecto multicéntrico español que ha permitido que nuestro país se sitúe en la vanguardia de estas técnicas de test. Gracias el trabajo coordinado de 9 hospitales (en Sevilla, Madrid, Murcia, Bilbao, Santiago de Compostela, Barcelona y Terrassa) se dispone de una batería de test, internacionalmente reconocidos, que permiten evaluar la atención, la concentración, la comprensión del lenguaje, la precepción y el reconocimiento, las capacidades de denominación de objetos, la memoria -visual y verbal- y las capacidades ejecutivas. Estos batería se administra –de forma completa o parcial- en el diagnóstico y estudio de entidades como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la Esclerosis Múltiple, los trastornos vasculares, los tumores o las secuelas de traumas cerebrales”.
El principal consejo que dio a los futuros neurólogos fue “establecer una buena empatía y características humanas para realizar un acompañamiento respetuoso a los pacientes”. Además habló de la importancia que haya “más campañas de concienciación en los medios de comunicación” para desestigmatizar las enfermedades mentales.
Para cerrar el acto, se procedió a la lectura de un manifiesto por el Día de la Salud Mental que recoge que “tenemos una sociedad que dificulta mantener una buena salud mental, ya muy dañada en las personas antes de la pandemia, donde el 25% de la población tenía un problema de salud mental, liderando España el consumo mundial de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes. Desigualdades laborales, económicas, geográficas, de género, etc. mayores, jóvenes y muy jóvenes, afectados por diferentes factores entre los más reseñables la soledad y el aislamiento; el desconocimiento de la sociedad sobre el bienestar psicológico, la atención a la salud mental, el manejo del estigma, etc. Estos son los contextos en los que nos movemos desde nuestra disciplina, y estos son nuestros campos de intervención”.
El manifiesto apunta que los estudios demuestran claramente “que hay un incremento de los trastornos depresivos, de ansiedad, de estrés postraumático, de los problemas relacionados con el abuso de sustancias, adicciones tecnológicas y la problemática relacionada con el suicidio y las autolesiones”. Por ello, en él se reclama que haya “una sensibilización y un conocimiento de los grandes problemas de salud mental que está atravesando nuestra sociedad, y que podamos disponer de todos los recursos y dispositivos para hacer frente a toda la ayuda que nos demanda la sociedad actualmente”.
En este sentido explica que “lo más rápido para tratar el, o los síntomas, que no el problema real, es recetar medicación. A falta de profesionales de la psicología, y para no tener que esperar meses para conseguir una cita, éste es el recurso más disponible. Más simple. Pero así no solucionamos un problema complejo, el problema real, sólo enmascaramos el síntoma. Por ello es tan importante el acceso a la psicoterapia”.