Desde la perspectiva de los derechos humanos ha sido abordado este problema en unas jornadas organizadas por la Delegación del Rector para la Igualdad, la Facultad de Humanidades y la Universidad Pablo Olavide de Sevilla.
La trata de personas es un tema de candente actualidad que este jueves, 4 de abril, ha sido abordado en la Universidad de Almería desde la perspectiva de los derechos humanos en las jornadas ‘Retos y propuestas en las políticas y acciones que enfrentan la trata de personas en Almería’. A lo largo de la mañana diferentes ponentes han ido explicando el proyecto ‘Trata de personas, género y migraciones en Costa Rica, Marruecos y Andalucía por una defensa multi-garantista y multi-especial de los Derechos Humanos’ de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla.
La delegada del rector para la Igualdad de Género, Maribel Ramírez, ha explicado que aunque los derechos humanos son inherentes a todas las personas, el modelo teórico no funciona. “Vivimos en tiempos convulsos donde incluso en las sociedades europeas aparecen voces que plantean una marcha atrás en el camino recorrido hacia la igualdad real”. Sin embargo, ha agradecido que a la par “se esté produciendo un avance imparable en la lucha por la igualdad de las mujeres en todo el mundo. Las movilizaciones sociales de los últimos dos años nos enseñan algo: el futuro será femenino o no será”. Ramírez ha explicado que la trata de personas no solo se da en el terreno sexual, aunque es el caso más frecuente. “La trata de negocio de la prostitución o la contratación de temporeras agrícolas a las que se agrede sexualmente despierta la repulsa de cualquiera. Es necesario un nuevo modelo de sociedad más igualitario, menos patriarcal, menos explotador hacia la mujer, y por tanto, más justo”.
En este sentido ha reconocido el importante papel que juegan los docentes. “Como académicos debemos contribuir al nacimiento de ese nuevo modelo de sociedad basado en la igualdad con nuestras herramientas: la educación y la investigación”. Y ha añadido que “también como académicos debemos dirigirnos a toda la sociedad para dejar claro que los derechos humanos son también derechos en femenino. El camino no puede ser recorrido sin una apuesta clara y decidida por implicar a todos los sectores y agentes sociales a los que proponer acciones y políticas que eliminen las diferentes formas de violencia y dominio ejercidas contra las mujeres. Los académicos no pueden limitarse a las aulas”.
Por su parte, Nuria Cordero, responsable del proyecto abordado en las jornadas de la Universidad Pablo Olavide, ha explicado que trabajan en él desde el año 2011. Lo abordan desde una dimensión multi-espacial “porque para nosotros es interesante entender que los derechos humanos no solo son los marcos jurídicos, sino que también se defienden desde las entidades sociales y los movimientos ciudadanos. Y también desde una visión multi-garantista, porque entendemos que las garantías no son solo las jurídicas, sino que las garantías para las personas afectadas por el tema de la trata también tienen que ser integrales”. En este proyecto han trabajado en tres territorios: Costa Rica, Marruecos y Andalucía. Todas ellas tierras de tránsito de personas. “Tiene sentido hacer estas jornadas en Almería porque Andalucía es diversa, con más de 8 millones de personas, y muchas veces se olvida la mirada de Almería, que tiene especificidades diferentes en el tema de la trata de personas”.
Por último, Francisco Javier García, decano del a Facultad de Humanidades, ha destacado la estrecha relación que tienen con la Delegación del Rector para la Igualdad de Género y que las actividades organizadas desde hace un tiempo desde su oferta educativa están abarcando la temática de la igualdad. “Estamos yendo en una dirección que creo que es la adecuada porque aúna la labor divulgativa y de concienciación, pero creo que debemos empezar a pensar en asentarnos un poco más en la labor investigadora. Si estamos formando a alumnos que van a trabajar en investigación sobre determinadas materias, lo lógico será crear algo más. Yo creo que crear un instituto de investigación no sería una idea descabellada”.