Por segunda vez la Universidad de Almería organiza el congreso anual internacional dedicado a dar visibilidad a la figura del autor irlandés: “Su influencia en la literatura actual más vendida es trascendental”.
María Elena Jaime, profesora de la Universidad de Almería en el Grado de Estudios Ingleses, responsable del Grupo de Investigación HUM-874 ‘Mujeres, literatura y sociedad’, es la referente en España de los estudios en torno a la figura de George Moore, y dado el reconocimiento a su trabajo, ha podido traer por segunda vez al campus almeriense una cita de gran importancia, llamada ‘Tente International George Moore Conferencie: The Artistic Legacy of George Moore’. Durante jueves y viernes, días 24 y 25 de octubre, están participando en él los mejores especialistas en el campo de la investigación de este insigne autor de finales del siglo XIX y principios del XX, además de los biógrafos del literato irlandés, Adrián Frazier, desde la Universidad de Galway en Irlanda, y Elizabeth Grubgeld, de la Universidad de Oklahoma, en los Estados Unidos. Se trata de investigadores procedentes de Irlanda, Reino Unido, Francia, USA, Brasil, Australia o Japón, entre otras procedencias, con un alto nivel de comunicaciones.
La organizadora ha hecho referencia a la George Moore Association, germen desde el que sale de manera anual este encuentro con sede en la UAL este año 2019: “Básicamente lo que nosotros hacemos en asociación es organizar congresos anuales, cada año en una ciudad diferente por el legado que dejó a otros escritores de su época, pero también de épocas posteriores; yo lo hago desde España y otras personas lo hacen desde otros países, todas en la misma línea de visibilizar a este escritor”. Estos congresos comenzaron en 2004. María Elena Jaime ha sido explícita en el resumen de las inquietudes que mueven a esta asociación: “Nuestro esfuerzo es hacer justicia poner en el lugar que le corresponde a un escritor que fue de máxima relevancia en su época”.
En ese sentido, y tras explicar que su tesis doctoral la dedicó a George Moore y el feminismo, la organizadora del congreso ha manifestado que este escritor “fue de alguna manera olvidado de modo injusto, y en este encuentro se ha dicho que precisamente por las caricaturas que hizo de sus contemporáneos, artistas, pintores e intelectuales, se generó muchas enemistades, lo que vino a suponer a su muerte que cayese en el olvido”. En las aulas del Grado se le estudia, “algo absolutamente interesante porque por ejemplo no se podría entender a James Joyce tan relevante y conocido, si antes no existiera George Moore, que es la fuente de la que bebe para establecer los principios básicos que vertebran su literatura e incluso sus recursos estilísticos por los que se más conocido”.
Más lejos incluso ha llegado su biógrafo, el referido Adrian Frazies, cuando ha dicho que “fue el primero que, hace ya cien años, escribió sobre sí mismo, el primero en hacer literatura que se podría llamar confesional; ofrece distintas posibilidades para hacer ese tipo de narrativa, y en la actualidad son las que están empleando los escritores”. Ha matizado al respecto que es ese estilo en el que “el escritor habla sobre sí mismo, sin tener que acudir a personajes, diciendo ‘yo soy así y esta es mi relación con mi amante o con mi amigo, o en ámbito profesional, o esto es lo que yo quisiera ser, pero no puedo llegar a serlo por las razones que sean’; esas variantes las supo mostrar hace cien años y es precisamente lo que se hace ahora y lo que más vende, lo que mayor mercado tiene en la literatura contemporánea”. Por lo tanto, hay argumentos suficientes para que Frazies haya sostenido que “George Moore fue un pionero en la literatura confesional”.
En cuanto a su aportación al congreso, su charla se ha titulado ‘Elizabeth Jane Gardner, George Moore, and the question of the woman artist’, en la que se ha adentrado en una contradicción de vida del autor: “He explicado lo que opinaba sobre la igualdad de género, sabiendo que era muy empático con las mujeres y con las luchas que tenían para conseguir ciertos derechos, y cómo en sus obras muestra a las mujeres que tenían que travestirse para conseguir un trabajo que de otra formas tendría vetado, pero cómo todo eso no es coherente con lo que escribe en ‘Sex in art’”. En ese libro “se plantea el porqué de que no hay grandes escritoras, grandes pintoras, no hay grandes artistas, hay como una ruptura en esa idea de hacer defensa de las mujeres”, algo a lo que ha tratado de arrojar luz como biógrafo del autor: “Qué ha pasado, qué le ha sucedo como persona para que de pronto haga una obra que no va en la línea de lo que había hecho antes”. Se ha confesado “encantado del trato recibido en Almería”, una ciudad que le encanta, y ha elogiado a María Elena Jaime como “la mejor organizadora que he visto”, literalmente.