Inaugurado este Aulario VI, que queda integrado en las instalaciones deportivas del campus, ocupa una superficie de 5.000 metros cuadros, con un coste aproximado de cuatro millones de euros. Reúne docencia e investigación en una rama del conocimiento en la que la Universidad de Almería “ya está situada entre las mejores”.
Estudiantes en las aulas recibiendo clase mientras que se ha realizado el recorrido por unas nuevas y modélicas instalaciones. Dotado de vida, el sexto aulario con el que cuenta el campus de la UAL ha nacido con nombre propio y teniendo una finalidad muy clara. Su nombre es Edificio EFIMOD – Educación Física, Motricidad y Deporte, y se trata de un espacio común en el que convivirán, de modo natural, docencia e investigación en esta rama del conocimiento. Está ubicado junto al Centro Deportivo y tiene la panorámica de las instalaciones deportivas y del Cabo de Gata, perfectamente integrado en el entorno, con zona exterior de gran potencial que incluye una pista de baloncesto.
Su coste ronda los cuatro millones de euros, ocupa una superficie de 5.000 metros cuadrados y su construcción ha durado unos dos años. Ha sido inaugurado por el rector en funciones, Carmelo Rodríguez, acompañado por Javier Lozano, vicerrector en funciones de Deportes, Sostenibilidad y Universidad Saludable en funciones, Carmen Caba, gerente de la UAL en funciones, José Ángel Vélez, delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, y Antonio Casimiro, concejal de Ciudad Activa, Movilidad Urbana y Deporte del Ayuntamiento de Almería, procedente precisamente de esta área de la UAL. Además, se han sumado al recorrido, realizado tras el corte de cinta, un nutrido grupo de docentes e investigadores, que ven cumplida desde hoy una de sus principales reivindicaciones.
De hecho, el rector así lo ha comentado en su intervención previa al acto, en la que ha catalogado al edificio como “emblemático” y ha desvelado precisamente que “fue una petición que me hicieron los profesores durante la campaña en las últimas elecciones en las que me presenté”. Sin poder comprometerse en primera instancia, después sí ha sido posible “la gran satisfacción de que se ha podido culminar”. De hecho, es un valor para la UAL como institución: “Es un edificio que nos va a situar a nivel puntero en instalaciones deportivas; ya teníamos unas excelentes instalaciones, pero ahora, con EFIMOD estoy convencido de que somos una de las mejores universidades en este aspecto, sobre todo en relación a nuestro tamaño”.
Ha enumerado sus diferentes funcionalidades para resumir finalmente con que “es un edificio muy completo” que viene para darle respuesta a una demanda creciente: “Nos caracterizamos por ser una universidad muy activa en proyectos, no solo ya de docencia reglada, sino de participación, de comunidad activa, y sin duda este EFIMOD va a abrir nuevas posibilidades, se va a poder seguir creciendo, ya que de hecho solo en el mes de septiembre se habían solicitado casi 2.000 tarjetas deportivas en UAL Deportes”. El rector ha destacado la unificación del ámbito de la Educación Física en un único espacio ideado para ello, viéndose culminado de este modo un recorrido emprendido hace ocho años y que ha cambiado la relación de la comunidad universitaria con la vida activa y saludable, a la par que ha crecido el prestigio por la calidad de los docentes e investigadores en esta área.
Se ha tenido en cuenta el incremento incesante de estudiantes y de personal de la Universidad de Almería que cada día se suman a la práctica de ejercicio físico en sus diferentes modalidades y disciplinas. No solo eso, sino que este nuevo edificio está en concordancia con el objetivo 1.7.E. del Plan Estratégico de la UAL, el de ‘incrementar las prácticas saludables y deportivas en la comunidad universitaria’.
El nuevo edificio tiene “la forma óptima para nuestro clima, alargada en dirección este-oeste”, así como que, de manera adicional “los materiales de fachada y cubierta seleccionados evitan la aparición de puentes térmicos”. Conceptualmente, “el edificio se desarrolla como la secuencia de 3 plataformas alrededor de un atrio longitudinal de iluminación y ventilación natural, con una primera planta al aire libre a la que se accede por un graderío y que contiene diferentes espacios de actividades”.
Bajo esa terraza se desarrollan la mayoría de los ‘laboratorios’, que también cuentan con iluminación y ventilación naturales. Más al fondo, unas pequeñas gradas conducen a la segunda plataforma, que alberga una pista polideportiva de mayores dimensiones y que cubre las dos ‘salas diáfanas’ que exigen mayor altura libre. Igualmente, dichas estancias cuentan con iluminación natural y ventilación cruzada. Finalmente, el tercer cuerpo alberga cuatro aulas, bajo las que se sitúa el último de los laboratorios. Además se cuenta con un atrio central- espacio sin techo y rodeado de pórticos-, el vestíbulo principal de acceso, una pequeña zona de trabajo y una sala de grados, y por debajo del conjunto están los vestuarios, aseos y zonas de instalaciones, en la cota más baja del proyecto.