La Universidad de Almería crea un comité específico y la figura de un coordinador para elaborar un plan propio de contingencia adaptado al coronavirus de cara a los exámenes de Selectividad, dividido en varios documentos concretos para los diferentes sectores implicados y sedes, y para velar por su cumplimiento, pero apelando al “sentido común”.
Solo cabida a los nervios propios y tradicionales de esta cita, y con ellos la recomendación más importante de cada año, la de dominarlos cuanto antes y acudir con confianza después del esfuerzo realizado en el curso, pero sin darle espacio a la preocupación por un posible contagio de coronavirus. La Universidad de Almería ha trabajado para que se produzca una ‘tranquilidad al cuadrado’ en el desarrollo de la PEvAU, una que depende de los estudiantes y de su predisposición ante los exámenes, sabiendo lo ‘extraño’ de los últimos meses para ellos, y otra que sí está en sus manos. Esta segunda ha quedado regulada en el Plan de Contingencia para las Pruebas de Acceso y Admisión a la UAL Adaptado a la COVID-19, texto general que ha descompuesto en documentos específicos para cubrir las necesidades de protección de todos los colectivos implicados y de cada una de las sedes operativas. De hecho, se ha consensuado, puesto que se han tenido en cuenta las aportaciones de los directores de los centros que albergarán los exámenes, además de que se han contemplando las recomendaciones autonómicas y nacionales, ya de todos conocidas. Para su elaboración, se ha nombrado un Coordinador COVID-PEvAU, Antonio Jesús Zapata, subdirector de Infraestructuras de la Universidad de Almería, y un Comité COVID-PEvAU.
Dicho plan hará que los 3.509 matriculados, los evaluadores y el resto del personal implicado en todas las sedes, en los Aularios 1 y 2 y la Biblioteca del campus de la UAL y los IES Aguadulce, Sabinar, Santo Domingo, Fuentenueva, Abdera, Gaviota, Albujaira, Cura Valera, José Marín y Cardenal Cisneros, repartidos por toda la provincia, se sientan seguros en el momento de las pruebas y solo se preocupen de su buen desarrollo, cada cual en su papel. A través de la Dirección de Acceso y Relaciones con la Enseñanza Secundaria, ha seguido el ‘Plan de Recomendaciones de Prevención e Higiénico Sanitarias para la Realización de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad 2020 en Andalucía’, de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, y las medidas del Ministerio de Sanidad, así como el ‘Plan de Reincorporación Gradual’ de la Universidad de Almería. Destilando mucha documentación, sumando los planes para situaciones de congregación de muchas personas, habituales sin la COVID-19, o las normas generales de riesgos laborales, Zapata ha dirigido un amplio equipo, al que ha querido destacar, para establecer un plan de actuación específico por sede, en función de grupos, aspirantes, aulas, entradas, aseos… previniendo la disponibilidad de los recursos humanos y materiales necesarios para la realización de la PEvAU, lo que supervisará para su correcta ejecución.
En ese sentido, ha desvelado que lo ha asumido “sabiendo que la responsabilidad es grande, y que la parte más importante era la aportación de los directores de los centros, ya que lo demás era conocido y todas las universidades tienen una base común, así que lo ‘original’ era la especificidad de cada sede, para lo que se ha consultado con cada responsable, y finalmente hacer una labor de uniformidad”. Durante el periodo de consulta ha percibido tranquilidad y ha recibido una buena predisposición: “En realidad, la más complicada era la de la propia UAL por el número de alumnos; las externas conocen muy bien su localización y rápidamente me transmitieron toda la información necesaria, ‘es mejor entrar por aquí, que los alumnos estén en esa aula, que crucen así…’, se veía cierta preocupación, pero en ningún momento sensación de intranquilidad, con una idea bastante clara de cómo hacer las cosas, y ha sido una experiencia interesante el conocer a todas estas personas en este entorno”.
El mensaje que la UAL quiere hacer llegar a la población es claro: “Tranquilidad, estamos poniendo todos los medios para evitar cualquier problema de cualquier tipo, más allá de la COVID-19, e incluso se tiene previsto que alguien pueda tener algún síntoma de contagio, estableciéndose un protocolo para ello, porque el fondo de la cuestión es que con tantas personas la probabilidad de que alguien venga con contagio, existe, y lo que hay que evitar es que llegue a más, vamos, que a pesar de que alguien viniera con algún problema, creemos que las medidas que hemos dispuesto permiten tener confianza en que no va a pasar de ahí”. Claro está, lo que se pide es sentido común y responsabilidad individual, porque “siempre hay alguien que olvida que seguimos en riesgo”.
Cierto es que “no se sabe a ciencia cierta qué puede acontecer”, por lo que Antonio Jesús Zapata ha manifestado que su equipo se está “preparado lo más posible para tener todo en cuenta” durante unos días “muy intensos y de estar atentos, intentando abarcar ese todo”. Se han realizado reuniones previas con todo el personal docente y no docente adscrito a cada sede y se ha querido “ser más concretos con lo que afecta a cada sector”. De ahí los documentos específicos, que se han elaborado para cada uno de ellos extraídos del documento base: “No hay tanto que leer y casi todo es de sentido común, lo que ya se sabe después estos meses de tanta información en los medios”. Las medidas de prevención generales, como la higiene frecuente de manos, cubrirse nariz y boca al toser y al estornudar, evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca con las manos y mantener el distanciamiento social de 2 metros son básicas, así como la prohibición de acceso a quien esté en aislamiento domiciliario por tener diagnóstico o síntomas de COVID-19, y a los que se encuentren en período de cuarentena por contacto con alguna persona sintomáticas o diagnosticadas.
La organización de las pruebas se encargará de la dotación de agua, jabón y gel hidroalcohólico, el uso de mascarillas higiénicas en el interior de las sedes es obligatorio, así como el uso de guantes para el personal que manipule objetos tocados por otros. No obstante, se reducirá al máximo el uso de elementos comunes, como bolígrafos, libretas, teclados o teléfonos. Se hará un especial hincapié en limpieza y desinfección, siguiéndose las recomendaciones del procedimiento establecido por la Comunidad Autónoma de Andalucía y considerando la nota informativa sobre desinfecciones y desinfectantes autorizados frente a la COVID-19. Estas acciones serán ‘reforzadas’ en los planes específicos por sede, como sobre las mesas y las sillas utilizadas por los estudiantes, los espacios comunes interiores y los espacios privados de los miembros del tribunal al final del día. En cuanto a la ventilación, se aumentará su frecuencia, evitando corrientes fuertes y directas. Se establecerán medidas concretas en los aseos, limitación de aforo de los mismos y extrema limpieza, y en las zonas de descanso: se habilitarán espacios abiertos del exterior” que permitan el distanciamiento personal y que dispongan de sombra”. Habrá flujos de salida y entrada a los centros, y respecto al acceso es importante subrayar que el alumnado con condiciones de salud que le hacen vulnerable ante la COVID-19 podrá acudir a la sede siempre y cuando su situación clínica esté controlada y lo permita, y manteniendo medidas de protección de forma rigurosa.
La distancia personal de seguridad implica disminución del número de estudiantes por sede, así que re procurará tener no más de 250 en cada una. A su vez, conlleva el uso de las aulas a un tercio de su capacidad, lo que aumenta el número de las mismas en funcionamiento y correlativamente también el número de sedes. Otras medidas son un “llamamiento a las empresas de transporte público para reforzar los servicios y evitar aglomeraciones previas” o, si es necesario, “petición de ayuda a Protección Civil y/o Policía Local para la gestión y control de grupos en los exteriores de las sedes”. A tener en cuenta por parte de los candidatos es que habrá un adelantamiento del horario de llamamiento, estableciendo turnos de acceso a los centros por orden alfabético, aula o materia. Se hará en el exterior, por intervalos, y se le comprobará el DNI o pasaporte, requiriendo al estudiante que lo muestre. La salida de las aulas se realizará libremente, siempre y cuando no moleste a otro estudiante, y finalizado el tiempo de la prueba se hará ordenadamente. El estudiante mostrará el examen al miembro del tribunal para que haga las comprobaciones necesarias, sin necesidad de manipularlo, y se le pedirá que se siente en el mismo lugar en la prueba siguiente. Para los descansos, al evitarse la apertura de cafeterías en las sedes y de fuentes, se le sugiere que lleve agua y comida consigo.