La Universidad de Almería ha acogido el ‘I Foro de Participación Ciudadana en Salud Mental: Formación, Empleo y Calidad de Vida’ donde se han abordado los principales escollos a los que se enfrentan en su acceso al mercado laboral.
Un punto de encuentro con profesionales que ha dado también voz a los auténticos protagonistas, los usuarios de salud mental, para que cuenten sus experiencias, dificultades y aportaciones a la sociedad. Así ha sido el ‘I Foro de Participación Ciudadana en Salud Mental: Formación, Empleo y Calidad de Vida’ que se ha celebrado este viernes, 29 de marzo, en la Universidad de Almería y en el que sus participantes han reclamado un sistema de apoyo para las personas con enfermedad mental que les garantice un trabajo.
La delegada del rector para la Diversidad Funcional, Pilar Sánchez, ha mostrado su satisfacción por acoger un evento de estas característica porque “dentro de la apuesta de la institución universitaria por la Diversidad Funcional pensamos que hay que prestar especial atención a determinados colectivos en los que, o bien hay menos trayectoria de apoyo para que puedan ingresar y egresar en la comunidad universitaria en igualdad de oportunidades, o porque son más desconocidos por el estigma que suelen arrastrar”.
El Instituto Nacional de Estadística publicó su último informe del empleo de las personas con discapacidad entre los años 2015 y 2016. En esos años el desempleo de las personas con problemas de salud mental ha aumentado en un 1,6 por ciento, lo que supone el total del 85,7 por ciento de la población activa. Además, un estudio realizado por el profesor Manuel Muñoz de la Universidad Complutense de Madrid recoge que un 44 por ciento de las personas con trastorno mental aseguran haber sufrido algún tipo de discriminación laboral y casi la mitad estarían dispuestos a aceptar cualquier tipo de trabajo. “Son datos fríos, pero la realidad es así de dura. Nos encontramos que, además de padecer una enfermedad -que por cierto es la que más rechazo social tiene-, sufrimos el estigma y no tenemos trabajo. El estigma dificulta la participación plena en todos los ámbitos de la sociedad perpetuando la discriminación, el aislamiento y la pobreza y esto a su vez profundiza en las condiciones de vulnerabilidad a la que estamos expuestos, produciéndose una relación circular entre desempleo y problemas de salud mental”, ha explicado Manuel Movilla, presidente de FEAFES Andalucía Salud Mental.
El delegado de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo, Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad de la Junta de Andalucía en Almería, Emilio Ortiz, ha explicado que desde esta institución “se va a poner especial atención en los colectivos más vulnerables, como el de las personas con enfermedad mental, impulsando un apoyo individualizado en la intermediación laboral y un trato prioritario en las medidas, por ejemplo en materia de Formación Profesional para el Empleo, donde se hará un esfuerzo para dotar a estos colectivos de la formación necesaria para su integración natural en el mercado de trabajo. También se fomentará la igualdad de trato y de oportunidades en el ámbito laboral, promoviendo la mejora de la empleabilidad de los colectivos con especiales dificultades, su seguridad y bienestar laboral”.
El empleo se convierte en una herramienta fundamental para la salud mental, “está demostrado que es una de las mejores medidas de recuperación de las personas que tienen problemas de salud mental y que además sirve para cambiar la imagen que se tiene de ellas. Aún mucha gente cree que no pueden trabajar y hay una serie de prejuicios sobre ellas. Está demostrado que a través del empleo se va cambiando esa imagen”, asegura Adolfo Cangas, profesor de Psicología de la UAL. Por eso, insiste en la necesidad de este tipo de eventos: “lo hacemos en la Universidad para que los estudiante y la sociedad en general conozcan lo que es la salud mental por dentro y para fomentar todas las medidas que se están impulsando y se quieren impulsar para favorecer al empleo dentro del colectivo de salud mental”. Para Cangas los principales problemas a los que se enfrentan estas personas con la discriminación y una posible adopción del puesto -como sucede con otras discapacidades-. “Al margen de ellas estas personas pueden desempeñar facetas como cualquier otra persona, e incluso en algunos campos pueden ser muy productivos como por ejemplo el Premio Nobel de Economía John Nash, que tenía esquizofrenia. Todos podemos llegar a ser un Premio Nobel tengamos problemas de salud metal o no. Por eso no puede haber discriminación”. Y para que esto suceda en fundamental “la información”.
El Foro está organizado por el grupo de investigación de la Universidad de Almería Psicología, Salud y Educación (HUM-760), la Asociación El Timón, y el Consejo Almería, Tierra sin Estigma, y cuenta con la colaboración del Departamento y la Facultad de Psicología de la Universidad de Almería.