La UAL realiza por primera vez unas Jornadas de Bienestar Académico y Competencias Socioemocionales, actividad organizada por el Grupo de Innovación Docente ‘Neuropsicología y Educación’ con profesorado preuniversitario.
Compuesta por cuatro partes, con una introducción, una conferencia, una mesa redonda con experiencias y, finalmente, una ronda de preguntas, ha sido un éxito de participación el nacimiento de una jornada que llega para quedarse y a la que la comunidad educativa de la provincia le ha dado su respaldo. Se han desarrollado en la Sala Bioclimática del campus bajo la financiación de una convocatoria propia de la Universidad de Almería, la de ‘Creación de Grupos de Innovación y Buenas Prácticas Docentes’. Su título se ha ajustado a la perfección al contenido desarrollado a lo largo de la tarde de este miércoles día 10 de mayo: ‘I Jornadas de Bienestar Académico y Competencias Socioemocionales’.
La actividad ha sido organizada por el Grupo de Innovación Docente ‘Neuropsicología y Educación’ de la UAL, contándose con la involucración del profesorado de enseñanzas preuniversitarias, que ha ocupado los espacios de intervención. En la inauguración se ha realizado una contextualización general a través de Nieves Fátima Oropesa y María Araceli Pérez, investigadoras y profesoras del Área de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Almería. Después, Ángela Carretero, maestra de Inglés y psicopedagoga, directora del CEIP ‘San Gabriel’ y coordinadora de Bienestar y Protección, ha ofrecido una charla con el título de ‘Mirada in&out. Bienestar infantojuvenil y competencias socioemocionales en los centros educativos’.
La siguiente parte se ha titulado ‘Experiencias educativas con el programa ‘Educar en 3 Ces’ (capacidades, competencias y corazón, entre otras)’. En esta mesa redonda han intervenido Ester María González, profesora de Inglés, además de coordinadora del Plan de Convivencia del Programa de Bienestar Emocional y del Programa ADA en el IES ‘Alto Almanzora’, de Tíjola, Francisco Javier Mortero, profesor de Inglés y coordinador de la Expedición de Aprendizaje ‘Transfilabres 2.0’ en el mismo instituto, Esteban García, maestro de Educación Infantil y coordinador del Ciclo de Educación Infantil en el CEIP ‘Trina Rull’, de Olula del Río, y también Nieves Rosa Martínez, maestra de Educación Primaria y coordinadora del Programa ‘3 Ces’ en el mismo colegio que el anterior.
En la apertura, María Araceli Pérez ha sido muy rotunda en su defensa del cambio de modelo en la educación, con un traslado a la práctica de resultados de investigación. Así, ha dicho que “en los últimos años se han aportado evidencias que podemos calificar de espectaculares por parte de la inteligencia emocional, la psicología positiva o la neurociencia, las cuales han demostrado que una educación emocional tiene efecto al desarrollar competencias sociales y emocionales, desarrollar climas favorables a la convivencia y al aprendizaje, al bienestar, a disminuir índices de ansiedad, estrés, depresión o de comportamientos agresivos, y a aumentar el rendimiento académico”. En eso último se ha detenido con el ejemplo de una investigación sobe más de 700 mil estudiantes que ha determinado que “las mejoras del rendimiento académico pueden llegar a ser de un 11%”. Así, “si España pusiera en práctica de forma fundamentada, con rigor y calidad, la educación emocional, en las pruebas PISA ocuparía primeros lugares internacionales”.
Como punto común, “a los que aquí nos encontramos nos une el deseo de una buena educación, de calidad, en la que se contemplen y se consideren variables psicosocioemocionales”, considerando “una educación integral hace unir, coordinar, integrar y promover tanto cuestiones cognitivas como también emocionales y sociales, para con ello formar alumnos competentes y felices, y sobre esto tratan estas primeras jornadas”. El siglo XX ha sido el de la gran alfabetización de la población, “actualmente, el reto del siglo XXI es dar el paso de la educación eminentemente cognitiva a incorporar de modo sólido y estructural la dimensión afectivo emocional”.
En cuanto a Nieves Fátima Oropesa, ha parafraseado a “un líder mundial en la educación”, Richard Gerver: “En la educación lo importante no es el resultado, sino la experiencia educativa, el viaje”. Llamada a la reflexión que ella misma ha hecho siendo una profesional de la educación, ha recordado que la misma es “un proceso bidireccional, que va del alumno al profesor, del profesor al alumno, mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar, así que la educación no solo se produce a través de la palabra, sino que está presente en las acciones, los sentimientos y las actitudes”.
En el modelo de educación por competencias, fondo de acción de su grupo de innovación docente, “el acento recae no tanto en los conocimientos actuales o conceptuales, sino también en los conocimientos procedimentales y actitudinales”. Ha explicado que “desde este ángulo, se concede especial relevancia a la planificación de la instrucción, al diseño de actividades formativas y empíricas donde el profesorado tendrá que invertir gran parte de su tiempo, se pone el acento en el antes, y desde esta perspectiva el profesorado evidentemente actúa como guía en el proceso de enseñanza-aprendizaje”. «Esta perspectiva implica que para enseñar exitosamente no basta con que el profesor sea instruido, sino que es necesario que el profesor logre que sus estudiantes obtengan provecho de su propia instrucción».