Este proyecto tiene como objetivo la obtención de nuevos biocombustibles a partir de CO2 para lograr la descarbonización. El papel de la Universidad de Almería será principalmente el diseño y desarrollo de catalizadores para cada una de las tecnologías propuestas, así como la elucidación de los mecanismos de acción de los catalizadores en los procesos químicos.
Esta semana se está celebrando la reunión de comienzo (kick off meeting) de LAURELIN, un proyecto que tiene como objetivo la obtención de nuevos biocombustibles a partir de CO2 para conseguir una descarbonización dual: por un lado mediante la valorización de CO2 y, por otro, a través de una reducción de la demanda energética del proceso.
En este proyecto, financiado por la Comisión Europea a través del programa Horizonte 2020, participan ocho instituciones europeas y dos japonesas, de las que cinco de ellas son universidades, tres son centros tecnológicos o de investigación y dos pequeñas empresas.
LAURELIN es un proyecto de I+D+i con una duración de 48 meses y enfocado a la optimización y mejora del proceso de hidrogenación de CO2 para la obtención de metanol como combustible renovable.
El papel de la Universidad de Almería será principalmente el diseño y desarrollo de catalizadores para cada una de las tecnologías propuestas, así como la elucidación de los mecanismos de acción de los catalizadores en los procesos químicos.
Este trabajo es de gran interés porque es esencial para poder desarrollar catalizadores más eficientes y selectivos desde un punto de vista químico y energético con el objetivo de escalar en la descarbonización de nuestra sociedad. El equipo de la Universidad de Almería estará liderado por el investigador Pascual Oña Burgos.
Las estrategias adoptadas por el proyecto LAURELIN para lograr los objetivos planificados son dos. Por un lado, la investigación y desarrollo en catalizadores multifuncionales disruptivos. LAURELIN se centra en la síntesis de metanol a partir de la hidrogenación selectiva de CO2. Un proceso limpio que produce agua, CO y metano; y, por otro, las nuevas tecnologías para la hidrogenación de CO2. La hidrogenación de CO2 con demandas de energía muy bajas se abordará mediante la introducción de tres tecnologías de síntesis avanzadas que emplean tecnologías de inducción magnética, inducción de plasma no térmica y microondas. Estas tres tecnologías son adecuadas para emplear sistemas de suministro de energía renovable intermitentes para la hidrogenación selectiva de CO2, que se basa en convertir la energía renovable en productos químicos.