Desde que empezara el confinamiento la Defensoría ha recibido una treintena de consultas, la mayoría pidiendo dónde encontrar ciertas informaciones y otras sobre la adaptación a la docencia virtual. Se espera un repunte de consultas y peticiones de cara a final de curso.
La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 también ha afectado al desarrollo normal de la Defensoría Universitaria de la UAL que ha visto cómo con el confinamiento su labor se ha adaptado al teletrabajo con el fin de dar atención a todas las consultas y peticiones de los estudiantes de la Universidad de Almería.
Desde que comenzara el confinamiento han recibido una treintena, pero se espera que su número aumente de forma considerable cuando se acerque el final de curso. Es una de las cuestiones que hace unos días contemplaron en una reunión los Defensores Universitarios de Andalucía.
La amplia mayoría son peticiones son sobre dónde encontrar información. Se les atiende ofreciéndoles las fuentes, enlaces o textos necesarios. También existe una cierta desorientación de dónde dirigir sus quejas. En la mayoría de las ocasiones son problemas de carácter académico o de adaptación a las circunstancias de la docencia virtual, bien por defecto (al disminuir la intensidad) o por exceso (al aumentar las actividades). “En este último caso, insistimos en que primera instancia agoten la vía del diálogo con los docentes, y, en caso contrario, la planteen a los coordinadores de las titulaciones correspondientes, etc. y si finalmente no consiguen ningún acuerdo vuelvan a la Defensoría”, explica Juan Sebastián Fernández, Defensor Universitario de la Universidad de Almería.
Algunas de las medidas adoptadas para la adaptación al teletrabajo de este servicio al estudiante han sido la redirección del teléfono de la oficina de la defensoría al móvil del Defensor. Además, las consultas se atienden fundamentalmente a través del correo electrónico y el CAU y en algunas ocasiones desde la Defensoría llaman por teléfono para aclarar algunas peticiones. “Realmente, no tener la posibilidad de citar o atender cara a cara, ha hecho no solo perder la oportunidad de aclarar o acertar con más precisión en las respuestas, sino también carecer del trato humano que ayuda a comprender y acompañar determinadas situaciones que ahora serían vitales”, aclara Juan Sebastián Fernández.
Pese a esta adaptación a los tiempos que corren, se procura contestar en 24 horas las cuestiones urgentes o más sencillas que se refieren a consultas informativas. Las que requiere alguna gestión o consulta a terceros se pueden demorar algunos días. “En general, los plazos no se están viendo afectados porque la dinámica que se llevaba de atrás ya era bastante digital y virtual, por otro lado, la mayoría de la gente está más atenta que nunca al correo y a los mensajes”.
El Defensor Universitario ha hecho un llamamiento “al sentido común, paciencia y comprensión”. Además, pide “flexibilidad” a toda la comunidad educativa “para que la marcha habitual de las actividades universitarias se adapte, sin mermar su calidad y rigor”. Fernández también pide facilitar el seguimiento de las clases y la evaluación, “que no significa rebajar el nivel de exigencia, pero sí ofrecer todos los medios posibles, grabando las clases, respondiendo solícitamente las dudas, primando la evaluación continua, clarificando hasta la extenuación, dando alternativas razonables, procurando y cuidando que nadie se quede atrás, etc. “.
Por último, el Defensor Universitario cree que estas circunstancias excepcionales son “una oportunidad para demostrar que la Universidad de Almería no solo da la talla profesional y humana, sino que está preparada para afrontar los retos actuales y cualquier otro que venga en un futuro que promete no ser sencillo”.