La catedrática de Filosofía de la UNED, una reconocida especialista en Fenomenología, ofrece una conferencia en la Universidad de Almería en la que explica las ventajas que para el feminismo supone el concepto filosófico de ‘cuerpo vivido’: “Hay autoras que consideran que es todavía más útil que el concepto de género y que tiene que sustituirlo”
El Aula Magna de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Almería ha acogido una conferencia de ‘llamada’ a la reflexión titulada ‘Cuerpos que importan: perspectivas fenomenológicas y feministas’. La ha impartido la catedrática de Filosofía de la UNED Carmen López, invitada de alto nivel en un ciclo de lecturas filosóficas con el apoyo del Aula de Radio de la UAL, por donde también ha pasado para la grabación de un podcast que podrá escucharse en el enlace https://www.ual.es/vida-universitaria/radioual. La filósofa ha realizado un amplio recorrido por diversos autores y autoras cuya aportación ha sido clave a lo largo de la evolución del concepto de ‘cuerpo vivido’, estableciendo puentes con las sucesivas olas del feminismo.
Así, ha sostenido que “el ‘cuerpo vivido ‘hay autoras que consideran que es todavía más útil que el concepto de género, en concreto Toril Moi, que cree que debe sustituir al concepto de género, que fue tan importante para el feminismo de primera ola, el vindicativo, pero no incorpora ‘el cuerpo vivido’, sino que un concepto deconstruido, mientras que el ‘cuerpo vivido’, tal y como lo entiende la fenomenología, está más allá del biologismo”. Para entenderlo mejor se ha referido a que “el ‘cuerpo vivido’ se hace, no nacemos con él, pero al mismo tiempo tampoco se reduce a algo completamente construido, y consideramos que es fundamental para seguir reivindicando la subjetividad; es la sede de la experiencia vivida, es decir, la experiencia en primera persona, y todavía eso es algo que no nos da la ciencia, porque la ciencia es experiencia en tercera persona”.
Aplicado al feminismo, “que quiere describir esas experiencias, por ejemplo cómo las mujeres viven la violencia en primera persona, no como números”. De este modo, “el concepto de experiencia vivida también nos lo da ese concepto de ‘cuerpo vivido’, y por eso es fundamental reivindicarlo porque las ciencias lo reducen al cuerpo objetivo, objetivado, mientras que para nosotros realmente el lado subjetivo del cuerpo, de nuestro propio cuerpo y también el de los demás, es muy importante, y de eso se van dando cuenta en Enfermería, por ejemplo”. Se avanza hacia que “la gente tiene interés no solamente en el estudio objetivo del cuerpo, sino también en el acompañamiento de las personas y en el entendimiento de los procesos que se viven a través del cuerpo, como envejecimiento”.
Magdalena Correa, PSI en el Área de Filosofía de la UAL, ha destacado la relevancia de esta “gran conferencia” aclarando, como punto de partida, la fructífera relación que hay entre la ponente y el profesor e investigador José María Muñoz, y explicando que “ha sido presidenta de la Sociedad Española de Fenomenología y tiene una amplia trayectoria con la obra filosófica de Maurice Merleau-Ponty y de Simone de Beauvoir y el encuentro entre ambas”. Dicho esto, “quién mejor para venir aquí y hablarnos de ello que Carmen López”. El encuentro se ha contextualizado “en un ciclo de lectura filosófica” y Correa ha matizado más en concreto que está “dedicado a los cuerpos porque estamos haciendo un seminario relacionado con el cuerpo como entidad fenomenológica”.
Siendo su primera vez en el campus de la Universidad de Almería, la catedrática Carmen López ha mostrado su satisfacción por la invitación recibida “por parte de filósofos que además son amigos”. Ha manifestado que con su conferencia trata de “realizar una aproximación fenomenológica y explicar sus continuaciones y la importancia de este asunto para el feminismo”. Así, lo primero que se ha hecho ha sido “resaltar cuáles son los ‘cuerpos que importan’, que es el concepto de cuerpo vivido tal y como lo desarrollamos en fenomenología”. Lo ha hecho a través del repaso de diferentes autores, como Husserl, padre de esta rama filosófica que trata de comprender y darle importancia a cómo las personas vivimos el mundo, tanto en cuanto a su aspecto más físico como en términos de interacción social y emocionalidad.
Ha facilitado igualmente un acercamiento a la fenomenología francesa, en concreto a Maurice Merleau-Ponty, que en sus trabajos Carmen López lo ha llamado “el filósofo del cuerpo vivido”. En esa línea, ha tratado de “ver qué ventajas o qué conceptualizaciones ofrece el cuerpo vivido para las diferentes ciencias que se aproximan a él y, en particular, para el feminismo, que ya va por su cuarta ola”. Se ha detenido en el primera ola, “el vindicativo, para el que es fundamental”. Ahí ha introducido a Simone de Beauvoir en el discurso “porque ella dialoga y además funda la revista ‘Los tiempos modernos’ con Merleau-Ponty y con Sartre, y está muy influida por ambos, siendo menos conocida esa influencia del primero”. Ha ido más lejos al sostener que ella también influyó en ese autor “y le ayudó a concretar ese cuerpo vivido que había considerado de una forma universal”. De hecho, De Beauvoir “se dio cuenta de que había una diferencia fundamental y una discriminación en razón de esas diferencias entre los cuerpos de las mujeres y los cuerpos de los hombres tal y como eran considerados socioculturalmente”.
El hilo de su relato ha conducido a “analizar qué ventajas ofrece el concepto de cuerpo vivido para el feminismo también de segunda ola, el feminismo ‘diferencialista’”. A Simone de Beauvoir siguieron Toril Moi e Iris M. Young, fenomenólogas feministas, “que han sido muy leídas y nos dan claves para siguientes conceptos que se han sucedido”. Ha introducido igualmente a Judith Butler como un complemento por ser “el tótem” y, además, el título de la conferencia coindice con el de uno de sus libros. Lo más importante para Carmen López no ha sido su intervención, sino “el diálogo que hemos hecho con las personas interesadas, que es lo fundamental porque se comparte todo lo que les ha sugerido a los asistentes y cómo cada uno ha llevado esto a su terreno”. Ha finalizado con la reflexión de que “realmente el concepto de cuerpo vivido tiene todavía muchas aplicaciones y continuaciones tanto en el ámbito de la sexualidad, como en el ámbito de la vindicación del sujeto y también, por ejemplo en el tema de la enfermedad o del dolor vivido”.