Este viernes, 6 de marzo, se ha procedido a la lectura del Manifiesto 8M de CRUE Universidades Españolas en el que la Educación Superior se fija como objetivo lograr la igualdad real de mujeres y hombres. Pese a los logros de las últimas dos décadas en el ámbito universitarios persiste el techo de cristal en los niveles más altos de la carrera académica y científica.
La Universidad de Almería ha celebrado es viernes, 6 de marzo, el acto en el que se ha procedido a la lectura del manifiesto redactado por CRUE Universidades Españolas, con motivo del Día Internacional de la Mujer que se conmemora el próximo domingo, 8 de marzo. Bajo los lemas de que esta fecha es un día reivindicativo y no festivo y de que con la igualdad se logrará un mundo mejor.
Una gran representación de la comunidad universitaria, estudiantes, PAS y PDI, se ha acercado hasta la puerta de la Biblioteca para participar en este acto reivindicativo de la igualdad real entre hombres y mujeres. Acompañados por el rector, Carmelo Rodríguez, la vicerrectora de Estudiantes, Igualdad e Inclusión, Maribel Ramírez, la vicerrectora de Comunicación y Extensión Universitaria, María del Mar Rodríguez, el directora de la Unidad de Igualdad de Género, Eva María Díez, el director del Secretariado Estrategia de Comunicación David Jiménez y el director de la Biblioteca, Arsenio Gutiérrez, han sido los encargados de proceder a la lectura del manifiesto.
En el manifiesto, CRUE Universidades Españolas se suma este año al lema de Naciones Unidas ‘Soy de la Generación Igualdad: por los derechos de las mujeres’, que conmemora el 25 aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Pekín de 1995, la hoja de ruta más progresista para fortalecer el papel de las mujeres y niñas en el mundo.
El manifiesto recoge que la Universidad es el espejo en el que se mira la sociedad y el termómetro con el que medir los logros en materia de justicia, tolerancia e igualdad. Por ello, las instituciones de Educación Superior quieren liderar la transmisión de estos valores y trabajan por hacer realidad la Agenda 2030, cuyo objetivo 5 es claro e inaplazable: lograr la igualdad real de mujeres y hombres.
CRUE señala que en las últimas dos décadas se ha conseguido que las aulas esté integradas por mujeres y hombres de manera equilibrada. También se ha avanzado en los claustros, donde las profesoras han superado ya la barrera del 40 por ciento. Sin embargo, estos logros no se han dado en los niveles más altos de la carrera académica y científica, donde persiste el techo de cristal que hace que el solo el 24 por ciento del total sean catedráticas. En el caso de las decanas, vicerrectoras y rectoras, este porcentaje es aún más bajo.
En este sentido se ha destacado el papel que juegan las Unidades de Igualdad en las universidades para impulsar la perspectiva de las mujeres en la investigación, la docencia y la innovación, en definitiva aflorar el conocimiento con independencia del sexo. Además, las universidades apuestan por rescatar la memoria de las mujeres que hicieron aportaciones de relevancia al progreso social y restablecer el mérito de aquellas a las que se lo arrebataron injustamente.