En unas jornadas ha dado a conocer los resultados del Estudio ‘KËR, I Mapa Estatal sobre discriminación racial y/o étnica en materia de vivienda y asentamientos informales’. Instituciones, asociaciones y organizaciones han participado en este espacio de encuentro y debate sobre propuestas para abordar esta realidad social.
Con el objetivo de presentar los resultados del Estudio ‘KËR, I Mapa Estatal sobre discriminación racial y/o étnica en materia de vivienda y asentamientos informales’ y crear un espacio de encuentro y debate sobre propuestas para abordar esta realidad social, la fundación CEPAIM junto a Almería Acoge han organizado en la Universidad de Almería, en la tarde el miércoles, las jornadas ‘Asentamientos Informales en España. Estado actual y propuestas de intervención’.
La Investigación ha sido financiada a CONVIVE Fundación Cepaim por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 en el marco de la convocatoria estatal de la asignación tributaria del IRPF e Impuesto de Sociedades.
En su presentación ha estado presente el vicerrector Planificación Estratégica y Profesorado, José Céspedes, quien señaló que “éstas plantean una realidad que es de gran interés para la sociedad almeriense porque además ha afectado de una manera especial a la provincia con la expansión de la agricultura intensiva. Esta situación se va convirtiendo en un problema social y humano de primera magnitud reflejado en personas concretas con nombre y apellidos que ven afectado de una manera clara su derecho a unas condiciones de vida digna y que viven en situaciones muy problemáticas con riesgos y marginalidad e incluso diferentes tipos de violencia. En muchas ocasiones estas personas son extranjeros, algunos con permisos de trabajo otros sin permiso de trabajo, que viven en estos asentamientos marginales ilegales con viviendas en pésima condiciones y con dificultades para el acceso a servicios básicos como el agua, la electricidad o el saneamiento. De esta forma no pueden iniciar su proceso de arraigo y salida de la marginalidad. Esta situación acaba afectando a toda la sociedad, a los municipios, a las provincias, a las regiones y al Estado y, en consecuencia, a toda la sociedad”.
El vicerrector ha destacado que se trata de un problema complejo que requiere ser abordado “desde una perspectiva multidisciplinar, al margen de intereses particulares, con un enfoque heurístico, con planificación, pero también un enfoque humanístico y, por qué no, también un enfoque científico con la colaboración de los diferentes agentes económicos y sociales, incluyendo las instituciones pública, la empresa, las asociaciones, las fundaciones, los centros de investigación y los propios ciudadanos y todo ello en un diálogo permanente con las personas más afectadas por esta situación”.
Además, ha añadido que la Universidad de Almería a través de diferentes proyectos y con el Centro de Estudios para la Migraciones y la Relación Interculturales “lleva muchos años trabajando en la reflexión sobre esta problemática y trabajando desde diferentes frentes para afrontar con éxito una transición hacia modelos sociales más sostenibles y sensibles con el entorno. Para la Universidad de Almería dentro de su objetivo estratégico de inserción y transferencia mutua constante de conocimiento e iniciativas con el entorno que la rodean es fundamental participar y colaborar activamente la propuesta de soluciones a problemas sociales como el que nos ocupa en esta jornada”.
Rita Bosaho, directora general para la Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial del Ministerio de Igualdad, explicó la presencia del racismo estructural en los asentamientos. “La Comisión Europea ha mencionado en su plan de acción contra el racismo del año 2020 y 2025 como un eje principal, identificándolo como un fenómeno profundamente arraigado en la historia de la sociedades y entrelazado con sus raíces y sus normas culturales, un racismo estructural que se refleja en los asentamientos y donde se estima que aproximadamente el 90% de las personas que viven en estos lugares pertenecen a algún grupo poblacional que sufre racismo o algún grupo étnico que con asiduidad sufre racismo”.
Por su parte, Francisco Jesús Toronjo, director general de Políticas Migratorias de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familia e Igualdad de la Junta de Andalucía, habló de la necesidad de dejar de mirar hacia otro lado. “En los últimos 30 años lo que se ha hecho ha sido prácticamente mirar para otro lado en algunos casos y, en la mayor parte de los casos, ni siquiera mirar para otro lado sino responsabilizar de la situación de los asentamientos a la administración más débil, a los ayuntamientos. Creo que toda esta situación realmente cambia, y ya no se puede mirar más para otro lado, a raíz de la pandemia. La solución a los asentamientos no es una sola solución, son muchas soluciones, muchas propuestas las que hay que poner en valor, pero lo que sí está claro es que todo pivota en torno a los ayuntamientos. Los planes para erradicar el chabolismo tienen que ser no solo locales sino también comarcales. Hasta ahora lo que se han tomado son medidas puntuales. No se ha trabajado con un plan integral para que se puedan derribar los asentamientos y que esas personas puedan alojarse en alojamientos temporales que permitan luego su inclusión”.
Raúl Martínez, IBARSPatrono de la Fundación CEPAIM señaló sentir “un poco de hartazgo y de vergüenza porque a pesar de que se han hecho muchos y muy buenos estudios que nos han permitido tomar el pulso de cuál es la realidad de estos asentamientos, seguimos en una situación de estancamiento. No acabamos de afrontar las medidas que son necesarias para abordar una problemática que es sangrante desde el punto de vista de las personas que la padecen, pero que desde el punto de vista numérico y desde el punto de vista de recursos siendo compleja no estamos hablando de un problema imposible de resolver”. Martínez realizó un recorrido por la historia chabolista de España explicando que si bien en los años 90 surge con la población migrante, en los años 50 en Madrid había más de 60.000 chabolas de españoles que dejaban las zonas rurales para ir a las ciudades que se estaban industrializando como Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia. También explicó que el 40 por ciento de las personas que viven en asentamientos en estos momentos en España son personas son inmigrantes con papeles regularizados.
Por último, Juan José Castillo, presidente de Almería Acoge indicó que “es necesario seguir haciendo análisis como el informe que se presenta hoy. Pero después tendrán que llegar soluciones que tendrán que contar con las personas que viven en los asentamientos. También hay que contar con las organizaciones que trabajan a pie de calle, que conocen la realidad y hay que contar con la administraciones y con el mundo empresarial la hora de buscar una solución a un problema que no debería estar presente en la Europa del siglo XXI. También es importante que la ciudadanía conozca la existencia de este problema a pocos kilómetros de donde viven. Esconder los problemas nunca ha sido una buena solución hay que unir fuerzas para encontrar soluciones, aunque no va a ser de forma inmediata”.